Gracias a mi esposa, Wendy, por su apoyo y sus consejos; a mi editor Paul Sidey y mi agente Carole Blake; a Tess Callaway, Joanna Taylor y James Nightingale; a mi corrector Nick Austin; también a mi amigo y traductor, Bernd Rullkötter.
La policía de Hamburgo sigue siendo una de más abiertas y transparentes de Europa. Una vez más, le debo un agradecimiento especial a la dirección y a los agentes de la Polizei de Hamburgo, particularmente a la Erste Polizeihauptkommissarin Ulrike Sweden y al Polizeipräsident Werner Jantosch, por toda su ayuda, apoyo y por su entusiasmo por mi obra.
Quiero manifestar asimismo mi gratitud y mi afecto por una de las grandes ciudades del mundo: Hamburgo.