AGRADECIMIENTOS

Muchas personas ayudaron a convertir este libro en una realidad. Mi primo, Greg Tear, participó casi desde el principio, y demostró ser una fuente de ideas y un crítico incansable. Eric Simonoff, mi agente en Janklow & Nesbit, realizó la heroica tarea de leer (y, bendito sea, releer) el manuscrito y ofrecer unas críticas vitales. Betsy Mitchell, además de darme todo su apoyo, resultó ser una perspicaz lectora, y la novela es mucho mejor gracias a los aportes de ella y sus socios. Matthew Snider, de Creative Artists Agency, demostró de nuevo ser el más listo de la Costa Oeste.

Quiero dar las gracias a mi editor en Doubleday, Jason Kaufman, por su entusiasmo y valiosa ayuda con el manuscrito. También al agente especial Douglas Margini, por su asesoramiento en el tema de las armas y los procedimientos de los agentes de la ley. Un agradecimiento muy especial a mi compinche y compañero escritor, Douglas Preston, por su inmensa ayuda y por alentarme a escribir este libro a solas. En las siete novelas que hemos escrito juntos ha demostrado ser un compañero leal y un gran amigo, y espero con entusiasmo nuestras siguientes siete colaboraciones. Doug, mil gracias.

También hay otros cuyas contribuciones, grandes o pequeñas, se merecen un agradecimiento: Bob Wincott, Lee Suckno, Pat Allocco, Tony Trischka, Stan Wood, Bob Przybylski, sin duda hay más que he omitido, y a todos ellos mis más sinceras disculpas.

Quiero dar las gracias a los numerosos miembros del boletín online de Preston-Child; nunca olvidaré su entusiasmo y dedicación.

Por último, quiero dar las gracias a las tres mujeres de mi vida —mi madre, Nancy; mi esposa, Luchie; y mi hija, Verónica— por hacer posible este libro.

No es necesario decir que Utopía, el personal y los visitantes son absolutamente imaginarios. Las referencias a personas, lugares y cosas externas al parque son ficticias o utilizadas ficticiamente.