PACO NAVARRO. Nací en Lleida en 1962. Aprendí a ir en bici, como tantos niños, de manera autodidacta, es decir a golpe de caídas. Mi primera bicicleta fue una BH plegable que me duró unos tres años, ya que rompí al menos tres veces el cuadro. Recuerdo que mi madre, cansada de guardar en el balcón tan desbarajustada bicicleta, me obligó a deshacerme de ella y la vendí al chatarrero por cinco pesetas. Volví a casa llorando amargamente, por haber perdido de golpe todo aquello que significaba ir en bicicleta, la posibilidad de descubrir las cosas por uno mismo.
Me desplacé a Barcelona, para estudiar Arquitectura. Fue la época del bus 75, y un poco más tarde, de la Vespa. Ocho años sin subir a una bicicleta; tampoco había tiempo ni sitio en las calles para ello. Acabada la carrera, tres meses después ya estaba trabajando en Esteyco en la dirección de obra de la urbanización de la Rambla Prim; 2,5 Km de paseo con dos carriles bicis de extremo a extremo. En 2001, compré una bicicleta plegable Brompton, para sustituir al coche en los cada vez más incómodos desplazamientos al trabajo. En aquel momento Barcelona vivió un impulso en infraestructuras para bicicletas, carriles bici y una notable mejora en el transporte público. Descubrí que llegaba al trabajo más relajado; y al final del día, vuelta a casa, cumplida la dosis de ejercicio físico recomendada por la OMS.
JAVIER RUI-WAMBA MARTIJA. Nace en Gernika en 1942. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid. Se inicia profesionalmente en el Plan Sur de Valencia y en la oficina de Freyssinet en París (1969). Funda la Sociedad de Ingeniería Esteyco en 1970, dirigiendo a un equipo pluridisciplinar, actualmente de 100 personas, en Madrid y Barcelona, que ha realizado más de 800 proyectos y direcciones de obras. Profesor de Estructuras y Puentes Metálicos en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid hasta 1991 (17 años). Profesor honorífico de la Universidad Politécnica de Cataluña. Conferenciante invitado en Argentina, Francia, Uruguay y España. Ha presidido la Asociación Española de Consultores en Ingeniería. Miembro de honor y medalla de la ATEP por la contribución al desarrollo del hormigón pretensado en España. Premio Construmat 1993. Medalla al mérito profesional del Colegio Nacional de Ingenieros de Caminos. Miembro numerario de la Real Academia de Ingeniería (1997) y Correspondiente de la Real de Bellas Artes de San Fernando (2002). Miembro de los Órganos de Gobierno de Innobasque. Preside la Fundación ESTEYCO, que creó en 1991. Está casado con Teresa Ubach.
ALEX FERNÁNDEZ CAMPS. Nace en Barcelona en 1972. Cursa estudios de arquitecto técnico combinándolos con la práctica artística en diferentes disciplinas como la pintura, la fotografía y la instalación. Simultáneamente, se inicia en la práctica del diseño industrial cumpliendo con la inquietud y la vocación de participar en las soluciones de los objetos que nos rodean de manera próxima. Sus diseños han sido reconocidos con una mención en los premios Delta (ADI-FAD) en 2005 y el premio IF Design Award 2009. La bicicleta es un objeto con el que mantiene un vínculo personal y natural, además de profesional. Su currículum ciclista empieza a muy temprana edad y comprende la competición deportiva en varias disciplinas, la colaboración con la prensa especializada, el diseño de producto y, lo que considera «lo mejor»: el transporte personal.
ORIOL ALTISENCH. Nacido en Barcelona en 1968, no empezó a saber lo que era sufrir hasta que en octubre de 1986 se encontró un cartelito del estilo «Comienza Puerto» en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona. Asegura —junto a sus compañeros de pelotón— tener todavía pesadillas recordando algunas de las duras rampas de aquel puerto. Acabó la carrera y en plena crisis sacó la cabeza al mundo de verdad. Aprendió, desaprendió y tras unos años dedicados al bonito oficio de construir, pasó a dedicar sus esfuerzos e ilusiones a las infraestructuras post-olímpicas. En 2005 decidió probar el «Lado Oscuro» e intentó aportar algo de rigor al sector inmobiliario. Pero éste no se dejó y se fue haciendo tarde… Con la burbuja a punto de saltar por los aires, subió por primera vez el Tourmalet y descubrió la bicicleta de carretera. Redescubrió el principio ciclista de «aprender a sufrir» y no dejar de pedalear. El equilibrio dinámico necesario para casi todo. Se hizo tarde, la burbuja estalló y la crisis le pasó factura y volvió a dedicarse a la transformación urbanística. Actualmente dirige el plan del nuevo barrio de La Marina del Prat Vermell en la Zona Franca y dedica parte de su tiempo libre a rodar en bicicleta por los Pirineos, los Alpes, los Dolomitas o donde quiera que haya un puerto que franquear, explorar o descubrir. Es miembro y colaborador del Club Ciclista Camins.cat. Sin dejar de pedalear, siempre. En ciclismo, el primero es un campeón y el último un héroe.
JORDI JULIÁ. Nacido en Terrassa en 1959, estudió ingeniería de caminos, canales y puertos en la por entonces recién creada escuela de Barcelona. Con su primer sueldo a cargo de Urbanismo de la Generalitat pudo por fin comprarse unos esquís de montaña y una bicicleta de carretera. A principios de los 80 la bicicleta de montaña era aún desconocida. En 1990 descubrió el mundo del ferrocarril en Cercanías de Renfe y se inició con pasión en el universo del transporte. A partir de 1994 estuvo durante diez años en la agencia metropolitana Barcelona Regional, participando en todas las discusiones de las infraestructuras de transporte de Barcelona: el acceso de la alta velocidad, la ampliación del puerto y del aeropuerto, la extensión de la red de metro… pero la niña de sus ojos fue la implantación del tranvía, confluencia de transporte y urbanismo. En 2004 fue nombrado Director General de Puertos y Transportes de la Generalitat de Catalunya, pero a alguien se le hundió un túnel y el honor del cargo duró poco tiempo. Continuó en la administración pública desarrollando algunos proyectos ferroviarios faraónicos, disfrutando, sin saberlo, de los últimos coletazos de la euforia económica. Con gran visión de futuro, en 2008, poco antes del estallido de la burbuja, abandonó el cobijo del sector público para saltar a la intemperie de la consultoría.
CRISTINA GARCÍA BAÑUELOS. Nació en Oviedo en 1977 y estudió en Inglaterra, Francia y Austria antes de obtener en 2002 el título de Arquitecto con la especialidad de Urbanismo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (U.P.M.), donde tuvo la suerte de aprender de maestros como Alberto Campo Baeza, Juan Navarro Baldeweg o Jesús Rodríguez Santiago. Obtuvo la beca AAGRAFA de esta escuela y cursa estudios de grado superior de Escultura en la Escola Massana. Ha realizado un Master de postgrado en Urbanismo y participado en diversas jornadas sobre la Ley del suelo y valoraciones urbanísticas. Tras colaborar en varios estudios de Arquitectura, donde realiza proyectos de Arquitectura y Urbanismo, lleva seis años trabajando en una sociedad de tasaciones donde está especializada en valoración de terrenos. Su bicicleta rueda cada día por Barcelona transportando niños y todo tipo de materiales; espera a la puerta de la oficina y nunca va ligera pero siempre va rápida.
MIGUEL ÁNGEL RUI-WAMBA MARTIJA. Jesuita. Gernika 1944. Director de la Corporación Soljusticia (corporación de solidaridad que comprende las obras sociales de los Jesuitas en Ecuador). Doctor en Teología (Frankfurt). Licenciado en Filosofía y Letras (Salamanca y Kinshasa). Veinte años en África central (Congo-Kinshasa, Burundi y Ruanda). Dos años en Bruselas con la Unión Europea. Seis años en Ecuador, donde reside actualmente.