—Señoras y señores, buenas noches —empezó el señor Kauf.
»¿Me esperaban ustedes? Yo soy fiel a mis citas.
»Estamos a 11 de marzo. El trágico vencimiento del 13 se acerca a paso de lobo…, a paso de gigante.
»Como ya les dije en nuestro encuentro anterior, vivimos en una época científica, y el 13 de marzo ha sido designado como una de las principales etapas de la conquista del mundo por la ciencia.
»Señoras y señores, en nombre de la humanidad, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, declaro solemnemente la guerra a los restos de la Edad Media y de la prehistoria que aún prevalecen entre nosotros.
»Uno de los terrenos en los que las necesidades del progreso se dejan sentir más cruelmente, es el de los medios de transporte. Nuestros autobuses son paleolíticos; nuestro metro es antediluviano; muchos de ustedes aún siguen comprando automóviles de ocasión, a riesgo de hacer correr a sus familias, a los otros usuarios de la carretera y a ustedes mismos los más inútiles peligros.
»Es absurdo recurrir a medios de transporte tan atrasados como los que acabo de enumerar. Aquellos de ustedes que se obstinen en utilizarlos, se arrepentirán de ello más pronto o más tarde.
»Un nuevo vehículo va a ser lanzado muy pronto al mercado y creo acertar y predecir muchas molestias a los que no formen en seguida bajo su bandera. Este vehículo, que muy pronto verán circular, pálidos de envidia, por las carreteras del Mercado Común, llevará la matricula T.T.: en honor a la red de ventas Tentación Total, de la que les hablaba ayer.
»Mañana les daré algunos detalles sobre este revolucionario vehículo, pero ya desde ahora puedo decirles…
El rostro del profesor Roche-Verger, perplejo al principio de la emisión, se distendía poco a poco.
«Supongo que la empresa Renault lanza una nueva camioneta», pensó.
Entre tanto, en el momento de abordar el último párrafo del texto que había ensayado, Horace Kauf hizo un visible esfuerzo de memoria. Sus ojos, que hasta entonces se volvían hacia el atril, se dirigieron directamente a la cámara, y anunció con su voz normal:
—Pero ya desde ahora puedo decirles que son ustedes víctimas de un engaño que se desarrolla a escala nacional. Yo no soy el señor T que vieron ustedes ayer, y el lanzamiento de no sé qué vehículo no tiene nada que ver con la operación Crepúsculo que se desencadenará el 13 de marzo y que tiene como Finalidad reunir las riendas del universo en una sola mano.
»No lo olviden. Obedezcan las órdenes de la red T.T.; de lo contrario…
El capitán Montferrand ordenó:
—¡Corten la emisión!
Un técnico oprimió un botón.
Y cien mil señores T desaparecieron instantáneamente de cien mil pantallas de televisión.