«Cuento con devolverlo a la razón en un plazo de seis u ocho meses. Todo va muy bien.»
Doña Fernanda envió a Sofía esta respuesta del director de la casa de salud, invitándola a ir a ver el enfermo si no le parecía mal. «¿Cómo ha de parecerme mal?», respondió Sofía en un billete. «Pero es que no me atrevo; el pobre hombre ha sido tan amigo nuestro que no sé si podría soportar verlo y conversar con él. Le he mostrado su carta a Cristiano, quien me dijo que ha liquidado los bienes del señor Rubião: ha reunido tres contos y doscientos reis.»