XXXVIII

Rubião estaba decidido. Nunca el alma de Sofía había parecido invitar a la suya, con tanta insistencia, a volar juntas a tierras clandestinas, de donde las almas suelen volver, en general, viejas y cansadas. Algunas no vuelven nunca. Otras se detienen a mitad de camino. Una gran cantidad no logra ir más allá de los tejados…