Desaparecido el hombre de la faz de la Tierra, en ella reinarán todavía los lagartos, los berberechos, el bacilo de Koch y otras criaturas que resistan hasta el final la adversidad del universo. Tal vez, el último superviviente será una bacteria semejante a aquélla mediante la cual se inició la vida en una charca africana. […] Entre estas dos bacterias hermanas, el tiempo se habrá constreñido a un punto inmaterial en cuyo interior se hallará la historia de la humanidad como un episodio secundario de la bioquímica.

A pesar de esto, hay gente que saca pecho y dice: «Usted no sabe con quién está hablando».