Termodinámica

www.cenital.net, 2009

Sois muchos los que me contactáis por correo electrónico para preguntarme cómo puedo estar tan seguro de que va a producirse un colapso general de la economía internacional a corto plazo. No comprendéis cómo puedo saber a ciencia cierta que el sistema ya no aguantará mucho más. Decís que no puedo ir por la vida afirmando cosas tan aventuradas y que el entramado que nos rodea es de una complejidad inmensa y goza de amplias garantías a la hora de preservarse.

Ya no es que os cueste creerme, es que os cuesta ver por qué me creo yo a pies juntillas todo esto que os estoy contando.

¿Acaso os estoy hablando en chino? ¿Es que la verdad no es tan evidente como simple, en sus cimientos? ¡Si basta con echar un vistazo a la actualidad internacional!

Veamos. Hace pocas semanas quebró Islandia y, ahora, el país que mayor índice de desarrollo humano había alcanzado en el 2007 tiene una economía parecida a la de Zimbabwe. Los islandeses ya hacen acopio de alimentos.

Al otro lado del charco, junto a Wall Street, tenemos a Bernard Madoff, autor de la mayor estafa financiera de la historia de la humanidad, que acaba de evaporarles cincuenta y cinco mil millones de dólares a algunos de los cerebros más privilegiados del mundo de la economía moderna. Y todo el mundo se escandaliza porque el fraude de Madoff es un simple esquema Ponzi, una estafa piramidal. ¿Tan raro resulta encontrarse con un timo como ése en el actual panorama financiero? ¿Por qué? ¿Acaso no es otra gigantesca estafa piramidal el sistema de pensiones español o la burbuja inmobiliaria internacional?

No sé qué más puedo deciros. Si no veis las evidencias a vuestro alrededor, es que no hay más ciego que el que no quiere ver.

Y basta con ver las cosas atendiendo a sus cimientos: si la base de toda nuestra organización es la economía y la base de toda estrategia económica capitalista es el crecimiento, la ganancia, el desarrollo… ¿No estamos construyendo una torre de Babel? ¿Tiene algún sentido esto de que todos los pueblos aspiren a crear cada vez más riqueza, de forma indefinida, en un mundo finito que ya da signos inequívocos de agotamiento? ¿Por qué os cuesta tanto ver los límites de un mercado global? ¿Vais a batir vuestras alas para llegar hasta la otra orilla y salvaros, o trataréis de volar hacia el sol, como hizo Ícaro?

Somos otra sociedad levantada sobre la premisa del permanente crecimiento, otra civilización insostenible que sólo puede funcionar permaneciendo en continua expansión; lo único que nos diferencia de los asirios o los mongoles es que nosotros, en vez de basar nuestra eterna huida hacia adelante en la anexión y conquista constante de territorios colindantes, nos proyectamos hacia el infinito gracias a la consecución y rentabilización de nuevos horizontes económicos. Hemos cambiado las hostias por el dólar, pero eso sólo puede funcionarnos por el momento.

Para los hombres como yo, lo de que toda esta fiesta se va a terminar algún día de éstos resulta tan obvio como que dos más dos son cuatro. Mi única duda es si la debacle arrancará dentro de dos meses o dentro de dos décadas. Y lo cierto es que apenas me preocupa la diferencia entre lo uno y lo otro. Porque estoy convencido de que el toro me va a pillar.

El capitalismo y su eterno desarrollo pretenden funcionar como un mecanismo de movimiento perpetuo, creen que pueden vencer a las leyes de la termodinámica. Se consideran una máquina perfecta, se definen como algo superior a los límites físicos. ¿Cómo puede tener eso tanto sentido para vosotros? ¿Acaso crecen los árboles hasta alcanzar las estrellas? ¿Acaso vuelan las polillas hacia la luz de la luna? ¿Por qué estáis construyendo una escalera sin fin?

Algunos arqueólogos siguen buscando las ruinas de la torre de Babel. Se cree que podrían descansar en algún punto de Irak.

Sobre el petróleo.