Fe

www.cenital.net, 2008

Cuando un sueldo son mil euros, una hipoteca son mil euros, una tele gigante son mil euros y una tonelada de arroz son mil euros te das cuenta de que el sistema ha fracasado.

Hay cosas que no tendrían que ponerse al mismo nivel tan alegremente, digan lo que digan las leyes de la oferta y la demanda; diga lo que diga la libertad del mercado, diga lo que diga su mano invisible, ésa que todo lo arregla salvo las nacionalizaciones de los grandes bancos norteamericanos. La misma mano invisible que te ha vaciado los bolsillos.

Este mes han quebrado varias corporaciones titánicamente grandes y ahora el gobierno del Tío Sam va a intervenirlas y a nacionalizarlas para que no quiebren. Si eso no evidencia de una vez por todas y para siempre que la economía neoliberal es peor que el timo de la estampita, yo no sé qué es lo que os queréis creer.

¿Queréis creer en el capitalismo? ¿Queréis creer, pongamos, en el paradigma de la igualdad entre los ciudadanos? ¿Son iguales ante la ley dos fulanos que no pueden pagarse el mismo bufete de abogados? ¿Son iguales ante el mercado laboral dos trabajadores que provienen de sistemas educativos diametralmente opuestos? ¿Son iguales ante el doctor los enfermos independientemente del Centro de Salud del que provengan? ¿Si todos tenemos las mismas oportunidades, cómo es que los hijos de los ricos siguen siendo ricos? ¿Cómo es que todos los ciudadanos sueñan con llegar lejos en esta vida si luego lo cierto es que la fama y el poder son inalcanzables para la práctica totalidad de las personas de este mundo? ¿Cabe entonces hablar del sueño americano? ¿Tiene algún sentido hablar de igualdad de oportunidades cuando el dinero domina nuestras vidas y el dinero se hereda? ¿Puedes soñar con salir de la miseria mientras los bancos te cobran intereses por tus deudas y les pagan réditos a tus jefes por sus depósitos? ¿Estás tú remunerando a tu banco y alimentando a un empresario? ¿Y cómo has hecho para meterte en semejante estafa?

Estamos montados en una bala y vamos directos al infierno. Tenemos el peor y el único sistema económico posible, solemos decirnos. Como si hubiéramos probado cientos de ellos.

Esta mierda del capitalismo nos tiene más absortos que una novia puta. Su funcionamiento es muy simple, consiste en crearte deseos absurdos e inalcanzables para que tú te desesperes tratando de satisfacerlos.

La alternativa a todo eso a corto plazo es la economía de subsistencia. Plantas patatas en invierno, las defiendes de las plagas en primavera, las riegas en verano, las recoges en otoño.

Es así de simple.

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