Capítulo 18

Llamarme contrarrevolucionario es una mentira abominable: yo, Zhang Kou, siempre he sido un ciudadano respetuoso con la ley. El Partido Comunista, que nunca tuvo miedo de los diablos japoneses, ¿ahora no se atreve a escuchar a su propio pueblo?

—Extracto de una balada cantada por Zhang Kou después de su interrogatorio. A primera hora de la mañana, un cocinero enjuto penetró en el interior de la celda.