Sigo pensando que nadie ha pasado el favor todavía. Supongo que era una idea absurda.
Bueno, estoy seguro de que la señora Greenberg lo habría hecho. Si hubiera podido.
Y sé que Reuben quiere hacerlo. Pero no se le ocurre nada verdaderamente importante.
Eso es lo que la gente no entiende. Que no tiene por qué ser tan importante. Sólo un poco. Tiene que parecerle importante a la persona que lo recibe.