A veces me parece que mi idea será genial. Y tal vez lo sea. Pero a veces me acuerdo de que otras ideas mías también me parecieron geniales. Como las que tenía cuando era pequeño, a los diez años o algo así. Y ahora que ya soy mayor me doy cuenta de lo tontas que eran. Y entonces pienso: ¿y si ésta también falla? El Sr. St. Clair no quedará impresionado conmigo. Y entonces, dentro de unos años, me acordaré de esto y pensaré que era tonto.
Es muy difícil saber si una idea es buena cuando estás creciendo y las ideas van cambiando, y tú también cambias.
Mamá odia a Jerry. Es curioso, porque se parece mucho a papá. Bueno, papá va más limpio. Pero si mamá le dejara entrar en la casa, él también iría más limpio. Si mamá no siguiera dejando entrar a papá en casa, él también iría sucio como Jerry. Quién sabe si, allá donde esté, ya va hecho un desastre.