El Ejército ruso movilizado en San Petersburgo requisando caballos, 31 de julio de 1914: «La guerra es por los rusos, todos lo saben; fue en respuesta a la movilización rusa que se movilizó al ejército alemán, y los rusos atacarán pronto, todo el mundo lo sabe». —Fragmento 1— (Fuente: Ullstein)

Prisioneros de guerra rusos en el paso de Uszoker, en los Cárpatos, primavera de 1915: «Las acometidas a uno y otro lado de los diversos pasos de montaña de los Cárpatos han proseguido con agotadora previsibilidad y una igual de agotadora falta de verdaderos resultados». —Fragmento 35— (Fuente: Ullstein)

Transporte de prisioneros de guerra rusos capturados durante los combates de mayo y junio de 1915: «Finalmente llega la orden: partida inmediata, hay que abandonar el equipo y a los heridos. ¿Abandonar a los heridos? ¡Sí, abandonar a los heridos! “¡Deprisa! ¡Deprisa! ¡Los alemanes están a las puertas de la ciudad!”». —Fragmento 41— (Fuente: Ullstein)

Caballería austriaca cruza el Vístula por el barrio de Praga en Varsovia, el 5 o el 6 de agosto de 1915: «El Estado Mayor nos ha explicado que el enemigo ha cruzado el Vístula por varios puntos pero que, de momento, no ha molestado a nuestras fuerzas, exceptuando unas reducidas patrullas de caballería que han aparecido por aquí cerca». —Fragmento 52— (Fuente: Ullstein)

Tropas alemanas en Minsk, 1918: «La ciudad fue como una aparición, sobre todo por sus resplandecientes tonos blancos y rosas, colores de cuya existencia ella y los demás, después de vivir constantemente entre los infinitos matices pardos de la tierra, el camino y los uniformes, casi habían olvidado». —Fragmento 62— (Fuente: Getty)

Posición alemana a orillas del lago Narocz, junio de 1916: «Que se planea una ofensiva rusa lo sabe todo el mundo con varias semanas de antelación y, como es lógico, ahí reside parte del problema. Porque si hasta los cocineros están en el ajo, el peligro de que esa misma información haya llegado a oídos de los alemanes resulta inminente». —Fragmento 93— (Fuente: Ullstein)

Tropas rusas abandonan Varsovia, principios de agosto de 1915: «Las calles antes tan desiertas están ahora llenas de gente. Todos se mueven en el mismo sentido: hacia el nordeste. Con sus vehículos motorizados Bocharski y los demás puede adelantar rápidamente la interminable fila de carros y carretas de tiro». —Fragmento 52— (Fuente: Ullstein)

Vistas sobre la Schneidemühl de Elfriede Kuhr, 1917: «Elfriede se dirige una vez más a la estación de ferrocarril. Va en busca de su mejor amiga, Dora Haensch, cuyos padres regentan la pequeña cantina que hay en el edificio de la estación». —Fragmento 97— (Fuente: AWM)

Manifestación frente al palacio de Táuride de Petrogrado, marzo de 1917: «Al entrar en la sala de las Columnas Blancas Bocharski comprende cuánto han cambiado las cosas. Fue precisamente en la magnífica sala de Catalina la Grande del palacio de Táuride donde su unidad sanitaria celebró la ceremonia de despedida antes de que partiera rumbo al frente en 1914». —Fragmento 143— (Fuente: Ullstein)

Un tren con soldados austrohúngaros que regresan a casa se detiene en Budapest noviembre de 1918: «Después, el paisaje que envuelve los vagones agujereados por las balas se va densificando. Han llegado a los suburbios de Budapest. El tren se detiene unos instantes en uno de los apeaderos de Rákos». —Fragmento 227— (Fuente: Ullstein)

La plaza Roja de Moscú, octubre de 1917. «No han pasado ni dos meses desde que estuvo en Moscú por última vez y, aún así, la ciudad acusa un notable cambio. Por las calles sin iluminación patrullan soldados prepotentes de gatillo fácil ostentando brazales rojos». —Fragmento 186— (Fuente: Ullstein)