Jueves, 20 de julio de 1916
OLIVE KING DISTRIBUYE ROPA EN SALÓNICA
El día refresca. En el almacén de ropa hay nueve sacos alineados, y Olive King aguarda con impaciencia. En los sacos hay ropa, pertrechos y efectos personales pertenecientes a los nueve pacientes que este día van a zarpar de Salónica. La misión de King es distribuirlos correctamente entre sus dueños, pero de momento ninguno de ellos se ha presentado. Con las ganas que tiene ella de darse un baño en las tibias aguas del mar antes de que se cierren las puertas del campamento. Al final tiene que llegarse hasta el pabellón donde se hallan los nueve y pedirles que se den prisa. Por fin puede repartir los sacos. Uno de los pacientes abre el suyo y protesta; esas cosas no son suyas. Junto con el hombre en cuestión Olive King inicia una desesperada búsqueda del saco correcto.
Esa tarde se queda sin baño.
En su lugar termina una carta dirigida a su padre. En ella revela algo que hasta entonces ha tratado como «un profundo y tenebroso secreto», es decir, el hecho de que ya no lleva el pelo largo:
Me corté el pelo al llegar aquí (ése es el motivo de por qué no te he enviado ninguna fotografía mía desde que llegué a este sitio), y el pelo corto es la mayor de las bendiciones imaginables, te ahorras un montón de tiempo y te permite ir siempre bien peinada y cómoda. Te aseguro que es bonito de veras. Mi cabello se ha vuelto muy espeso y el que ya no revuele frente a los ojos mientras conduzco es estupendo. Tan pronto como lo hice me pregunté por qué no lo habría hecho antes.
El Ejército de Oriente de Sarrail permanece todavía en Salónica, en absoluto desacuerdo con la neutralidad griega y pese a que muy poco o nada parece ya poder ganarse con la empresa. La abarrotada ciudad está ahora rodeada de un cinturón fortificado casi tan ancho como los que existen en el frente occidental[170]. En otras palabras, estancamiento. Los verdaderos combates solo se libran arriba en Macedonia. Haciendo un juego de palabras los soldados británicos apodan al país «Muckedonia» (muck significa estiércol o porquería en inglés) debido a la gran cantidad de fango y suciedad. Ahora allí hace más calor que en la costa. Las enfermedades campan a sus anchas, en especial la malaria pero también el dengue. Las bajas en combate son escasas.
Olive King está considerando la posibilidad de alistarse en el ejército serbio. Por un lado debido a que está harta de las tareas banales, las largas esperas y la bien organizada inactividad del fortificado enclave de Salónica. Por otro, debido a que ha descubierto que las enfermeras en general y su nueva patrona en particular detestan a las mujeres voluntarias como ella misma. King manifiesta estar «harta de disciplina femenina, o mejor dicho, de la falta de ella»; prefiere trabajar en una organización auténticamente militar. Aunque cabe añadir un factor más a la ecuación, encarnado éste en un simpático oficial de enlace que ha conocido. Gran parte de lo que queda del ejército serbio ha sido enviado por barco a Salónica desde Corfú.
Las tardes pueden ser agradables, al menos si el viento no sopla fuerte llenando el aire de polvo. Ella lee o escribe cartas. A veces, junto a algunas amigas, reúne tortugas y organiza con ellas carreras a cámara lenta. En ocasiones también se deslizan por debajo de la valla para ir a un café que hay detrás del campamento. Casi siempre está vacío. Allí suelen tomar lemon squash[171] y bailar, durante horas y horas, al carrasposo son de un gramófono de manivela. Son dos los discos con música de baile: Dollar Princess y La Paloma, y ellas los ponen una y otra vez, sin parar.