Nadie lo hubiera sospechado, a nadie se le habría ocurrido pensar en ello ni remotamente, surgió de improviso, fue dicho y hecho; para colmo, ocurrió a primera hora de la mañana, vino cargado de sarcasmo, de odio y de amargura…
—Muy bien, pero ¡¡¿se puede saber lo que pasó?!!
—Pues, la verdad…, no lo sé.