Notas

[[1] Publicado por primera vez en «Blackwcod Magazine», LXVI, diciembre de 1849, p. 741-55, de manera anónima. Ofrecemos la versión original con las variantes incluidas en SGG (IV Miscellanies, 1854). <<

[[2] Omitido en SGG. <<

[[3] En SGG: «¿Cuál puede ser la opinión predominante del hombre, reflexiva y filosófica, sobre LA MUERTE SÚBITA?». <<

[[4] Vid. Shakespeare, Hamlet 111, 1, 63-64. <<

[[5] En SGG: «… cuando los minutos de su carrera terrenal estaban contados, al preguntársele qué muerte, a su juicio …»<<

[[6] Vid. Suetonius, De vita Caesarum 1, 87. <<

[[7] En SGG: «a menos que bajo una especial construcción de la palabra "súbita". Parece una petición…». <<

[[8] En SGG: «No es tanto una doctrina construida sobre las eternidades del sistema cristiano, como una opinión plausible fundada en variedades especiales del temperamento físico». <<

[[9] Alusión a la obra de John Donne sobre el suicidio: A Declaration of that Paradoxe or Thesis, That Self-homicide is not so naturally Sinn, that it may never be otherwise (1644). <<

[[10] En SGG: «… o, en otras palabras, muerte que es ocasionada, no por un cambio interno y espontáneo, sino por una fuerza activa que tiene su origen en el exterior. En este significado coinciden las dos autoridades. Hasta ahí están en armonía. Pero la diferencia está en que …»<<

[[11] En SGG: «Aquí, en esta clara distinción verbal, comprendemos de inmediato la firme seriedad con que la Santa Iglesia cristiana aboga por sus pobres hijos mortales, para que Dios les otorgue el último gran privilegio y distinción de una muerte en la cama, esto es, la oportunidad de una preparación sin molestias para afrontar el gran Juicio». <<

[[12] Milton, El paraíso perdido IX, 782-4. <<

[[13] En SGG: «El incidente, tan memorable en sí mismo por sus rasgos horribles, y tan teatral para la mirada, que suministró el texto para esta meditación sobre la Muerte súbita, me ocurrió a mí mismo en lo más profundo de una noche, sentado en el pescante del coche correo de Manchester y Glasgow, en el segundo o tercer verano después de Waterloo. Considero necesario relatar las circunstancias, puesto que son tales que no podrían haber ocurrido sin una singular combinación de casualidades. En aquellos días, las comunicaciones laterales y oblicuas con muchas oficinas de correo rurales estaban de tal manera dispuestas, ya fuese por necesidad o por falta de sistema, que era un requisito para el principal correo que venía del noroeste detenerse durante unas horas al alcanzar Manchester; no recuerdo cuántas, seis o siete, creo, pero el resultado era que, por lo general, el coche correo reanudaba su viaje hacia el norte a eso de la medianoche. Molesto por la larga detención en un sombrío hotel, salí a pasear a eso de las once de la noche para tomar el aire fresco, con la intención de regresar a la oficina de correos y ocupar de nuevo mi asiento. Debido a la noche, sin embargo, que era oscura, pues la luna aún apenas había salido, y al estar las calles vacías a esa hora, de tal manera que no se ofrecía la posibilidad de preguntar el camino, me perdí, y no pude llegar hasta la oficina de correos hasta muy pasadas las doce de la noche». <<

[[14] Vid. Cicerón, De natura deorum 11, 160. <<

[[15] En MS se añadía una nota a pie de página también suprimida en SGG: «Morcellus: este hombre era un italiano. Su libro, una colección (según creo) de Jormulae y precedentes tradicionales, para recubrir con clásica latinidad todos los casos concebibles que necesitaran expresión en monumentos sepulcrales, fue muy elogiado y citado por el Dr. Parr como una autoridad: obtuso, seco, polvoriento y deprimente, sobre todas las cuestiones que han surgido, surgirán o hubiesen podido surgir, si lo hubiese querido el cielo, el lúgubre campo del latín epitáfico», *Stefano Antonio Morelli (1737-1822), autor de De stilo lnscriptionum Latinarum, 1780. <<

[[16] Virgilio, La Eneida I1I, 658. <<

[[17] Según la doctrina musulmana, Al Sirat es el puente que cuelga sobre el infierno y que conduce de la tierra al paraíso. <<

[[18] En SGG se añade la nota a pie de página: «En aquel tiempo había dos sesiones judiciales incluso en los condados más populosos, la de cuaresma y la de verano». <<

[[19] Debo la inspiración de esta expresión a una oscura reminiscencia de una hermosa frase en Giraldus Cambrensis: suspiriosae cogitationes. (N. del A.) <<

[[20] Ésta es la palabra técnica y yo supongo que deriva del francés cartayer, eludir un surco o un obstáculo. (N. del A.) <<

[[21] Vid. Lucano, La Farsalia 11,657. <<

[[22] Yo leí el curso y los cambios de la agonía de la dama en la sucesión de sus involuntarios gestos, pero permítaseme recordar que yo leí todo esto desde la parte trasera, sin poder nunca captar el rostro entero de la dama y su perfil sólo de manera incompleta. (N. del A.) <<

[[23] Vid. Vitruvio, De Architectura IV, 1,7. <<

[[24] Wordsworth, «Siege ofVienna raised by John Sobieski», 11, 11-4. <<

[[25] Es probable que la mayoría de mis lectores estén familiarizados con la historia del Campo Santo en Pisa, para el que se empleó tierra traída de Jerusalén como lecho de santidad, como el premio supremo que pudo pedir o imaginar la noble piedad de los cruzados. Hay otro Campo Santo en Nápoles, construido, sin embargo (según creo), siguiendo el ejemplo de Pisa. Es posible que se haya copiado la idea. Para lectores que no están familiarizados con Inglaterra, o que (siendo ingleses) no conozcan las ciudades con catedral de Inglaterra, sería conveniente mencionar que las tumbas en el interior de las catedrales con frecuencia forman un pavimento liso sobre el que pueden rodar carruajes, y quizá pudo inspirar mi sueño un recuerdo infantil de una catedral en particular, por la que vi caminar a pasajeros y transportar cargas. (N. del A.) <<