[1] Publicado por primera vez en «London Magazine» VIII, octubre de 1823, pp. 353-6. Reimpreso en SGG, volumen 14 (1860). <<
[2] Me parece casi ridículo explicar mi empleo de una palabra en una situación que la debería explicar de manera natural. Pero se ha vuelto necesario hacerlo así, como consecuencia del empleo vulgar e inculto de la palabra simpatía, en el presente tan general, por el cual, en vez de tomarla en su sentido propio, como el acto de reproducir en nuestras mentes los sentimientos de otros, ya sea de odio, indignación, amor o compasión, se hace de ella un mero sinónimo de la palabra piedad y, por consiguiente, en vez de decir «simpatía con otro», muchos escritores adoptan el monstruoso barbarismo de «simpatía para otros». (N. del A.) <<