1947

JACKY ERA MÁS JOVEN que David. Tres años más joven. David lo llevaba de la mano por todo el jardín y le enseñaba los rincones más insólitos, asustándolo, porque Jacky, como todos los niños más pequeños, era miedoso. El padre de David era inglés. De joven vivió en Egipto. Y a su hijo, además de inculcarle bien los Evangelios, le enseñó también a no tener miedo de nada. Con Emma dejó de hablarse toda la familia por haberse casado con un cristiano. Bueno, toda la familia no. Sólo tía Sara venía a visitarla, y cuando venía lo hacía acompañada de Jacky. Los dos niños estaban siempre juntos. Emma, tan desbocada, hablaba de las grandes fortunas. Tommy, ella y el niño se habían considerado como una especie de proscritos. Cuando veía a los primos juntos, sentados en el jardín, jugando bajo el jazminero, gritaba entusiasmada:

—Mira a los niños, Sara. Parece un Gainsborough. Hacen una pareja deliciosa.