Un gato paladín
Mi amiga Martha Mac Cloy, la viuda de Zoroaster Mac Cloy, aquel vegetariano tan gracioso que tú conocías, tiene un gato paladín, un gato caballero, un gato en el que, seguramente, está encarnado un capitán de Ricardo Corazón de León o de Carlomagno.
El gato de mi amiga Martha Mac Cloy es atigrado de color y no muy gordo y no tiene raza conocida, aunque sí un bonito nombre propio. El gato de mi amiga Martha Mac Cloy se llama Lucius Gamester, ¿te gusta?
Pues bien, hijo mío, Lucius Gamester, como te digo, es un gato paladín. El otro día, sin ir más lejos, estaba yo de visita en casa de mi amiga Martha Mac Cloy, cuando se oyó una inmensa algarabía en el tejado.
— ¡Vaya! —dijo mi amiga Martha Mac Cloy—. ¡Ya está Lucius Gamester arreglando alguna cuestión de honor en el tejado! ¡Es insoportable, amiga mía, se lo aseguro a usted, tener que estar aguantándole todo el día sus caballerosidades a Lucius Gamester! ¡Yo creo que, como no se corrija, terminará por volverme loca!
El gato paladín de mi amiga, Eliacim, desapareció el otro día sin dejar rastro. Yo creo, aunque no se lo dije a Martha Mac Cloy, que Lucius Gamester era un redomado tahúr.