El deporte
El deporte fortalece los músculos, tonifica el alma, embota la inteligencia. O bien: el deporte arruina la fisiología, reblandece el espíritu, agudiza el discernimiento.
Como comprenderás, Eliacim, no voy a perder mi tiempo, este tiempo que, por otra parte, me sobra y no sé lo que hacer con él, en aclararme lo que pienso que puede seguir confuso eternamente.
Si hubieras sido deportista, hijo, un verdadero campeón en el deporte que hubieses preferido elegir sin que yo osara, ciertamente, inclinarte por este o por aquel, quizá no pensase ahora como pienso. Pero ese supuesto no se produjo, Eliacim, tú lo sabes.