84

Frutas tropicales

Hijo mío, te voy a regalar, ¡que ilusión!, un pijama bordado todo él de frutas tropicales, de bananas, de chirimoyas, de caquis.

Con tu pijama de frutas tropicales, Eliacim, podrás ser algo bastante semejante a un ave del paraíso.

No consigo explicarme cómo las madres que tienen la ventura de que yo carezco, tú ya me entiendes, no visten a sus hijos, para que duerman felices, de frutas tropicales, de dulcísimas, de empalagosas frutas tropicales.

¿Tú, Eliacim, en mi caso, no harías lo mismo?