Nociones de Arquitectura
El arco de contrapunto, Eliacim querido, es un arco sencillo de distinguir. Pero no es la sencillez lo que yo, por lo menos en este momento, quiero para ti.
Con ciertas nociones de arquitectura, hijo mío, un hombre como tú es capaz de mostrarse irresistible ante las mujeres de la más varia edad, incluso ante las viejas como yo.
El arco de herradura, Eliacim querido, es un arco elegante y peligroso. Pero no es la elegancia, aunque sí el peligro, lo que yo, Por lo menos cuando te imagino como hubiera deseado tenerte, quiero para ti.
Con ciertas nociones de arquitectura, hijo mío, un hombre como tú muere ahogado en el llanto de las mujeres que destrozó para siempre, de las mujeres que no pudieron mantenerle la mirada. Ni nada, absolutamente: tal era su fuerza.
El arco en ojiva, Eliacim querido, es un arco socorrido y gentil. Pero, entre muchas más cosas, no es la caridad ni la gentileza lo que yo hubiera necesitado de ti.
Con ciertas nociones de arquitectura, hijo mío, un hombre como tú vive con el alma nutrida de amor.
La verdad es que tú, Eliacim, nunca tuviste unas elementales nociones de arquitectura. Tú, Eliacim, eres más bien un desertor.