¡Cuídate, España, de tu propia España!

César Vallejo,

España, aparta de mí este cáliz, XV, 1.

Tu tío Jerónimo cree en las tres virtudes teologales, sí hijo, yo tengo fe en la vida, esperanza en la muerte y caridad con el hombre que buena falta le hace, también tengo caridad con España aunque no siempre se la merezca, pese a todo hay que ser patriota, sobrino, fíjate que no digo nacionalista, la patria es más permanente que la nación, también más natural y flexible, las patrias fueron inventadas por el Sumo Hacedor, las naciones son una creación de los hombres, las patrias tienen una lengua con la que cantar y árboles y ríos, las naciones tienen una lengua para promulgar decretos y tienen también instituciones con las que aherrojar al hombre y ametralladoras para defender las instituciones, a ti te veo muy descreído, sobrino, y eso no me gusta, hay que creer en algo para no sentirse jamás demasiado huérfano, ¿por qué no crees en las tres virtudes teologales?, te aseguro que son el único brasero que tenemos los españoles para evitar que los demás nos hielen el corazón, ¿te acuerdas de aquellos versos de Machado?, españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón, tú tienes veinte años, sobrino, es un crimen helar el corazón a los mozos de veinte años, debéis resistiros, debéis levantar bandera de rebeldía y calentar vuestro propio corazón, piensa en lo que te digo, tu tío jerónimo habla con la voz opaca y emocionada, a veces tu tío jerónimo es muy sentimental, haz examen de conciencia, siéntate a los pies de la cama y haz examen de conciencia, tú te has ido quedando sin fe, sin esperanza y sin caridad, nunca tuviste mucha fe, mucha esperanza ni mucha caridad, pero ahora tienes menos todavía, a ti te ha costado mucho trabajo llegar a vivir veinte años, mucho esfuerzo, empezaste a morirte a los pocos días de nacer pero aún no te has muerto, es muy esforzada tu actitud, muy agotadora, quizá no hayas tenido otra posibilidad, la muerte no es una posibilidad, es una certeza que puede precipitarse pero no es una posibilidad, la vida en cambio es una posibilidad, sólo una posibilidad y no una certeza, la vida es posible pero jamás cierta, en cualquier instante puede estrangularse e incluso no producirse, pregúntaselo a Toisha, los faisanes y los machos de perdiz rompen los huevos a picotazos para que a la hembra no se le quite el celo, tú estás convencido de que cuando te salga la primera cana (a lo mejor te mueres antes de que te salga la primera cana) debes pegarte un tiro en la cabeza o despeñarte por un acantilado de la costa de tu país, es una idea absolutamente lógica que no te preocupa demasiado, también admites la posibilidad de que llegado ese momento te rías y te tiñas las canas, depende de numerosos factores todos ellos ajenos a tu voluntad, los españoles tenemos que cuidarnos del propio español que llevamos dentro, Ganivet dice que los españoles vivimos en perpetua guerra civil, Dámaso Rioja es lector asiduo de Ganivet, se lo sabe de memoria, Ganivet tiene razón pero tú te atreves a ir aún más allá, los españoles vivimos en permanentes guerras civiles, en plural, todos contra todos, pero también en inhóspita guerra civil con nosotros mismos y con nuestro lacerado y doliente corazón por campo de batalla, los españoles debemos vigilar al propio español que llevamos dentro para que no nos degüelle mientras dormimos y él vela como un lobo al acecho, tu tío jerónimo no cree en el fuego, en esto no parece español, sí sobrino, el español es pirómano porque quiere borrar todo vestigio de su pasado, toda crónica de su presente y toda esperanza en su porvenir, ¿toda crónica de su presente y toda esperanza en su porvenir también?, sí, a lo mejor todavía más que todo vestigio de su pasado, el español se avergüenza de su pasado pero teme a su presente y se desentiende de su porvenir, el español también se avergüenza de su presente y sabe que acabaría avergonzándose de su porvenir, por eso cree en el fuego sobre todas las cosas y lleva un Torquemada en el corazón, el español no cree en Dios, cree en el fuego, en Dios no cree más que en tanto en cuanto le da argumentos y licencias para prender la hoguera, Torquemada tampoco creía en Dios, sobrino, aunque la gente suela admitir que sí, mi amigo el poeta Manolo Sandoval bien claro dice en los dos últimos versos de su soneto A un intransigente que en España siempre se gobierna con una tea encendida en la mano, con gorro frigio o monacal capucha siempre está en el gobierno Torquemada, en el gobierno y fuera del gobierno al español lo que le gusta es pegar fuego a España y a los españoles, lo primero que tenemos que hacer los españoles es no arder, después ya veremos, debes tener fe en la vida, sobrino, y esperanza en la muerte, la fe y la esperanza son dos virtudes que se condicionan recíprocamente, recuerda las palabras de Unamuno, no creemos sino lo que esperamos y no esperamos sino lo que creemos, a la cabeza del español hay que darle la vuelta como a un calcetín, si no creemos en la vida, ¿para qué esperamos la muerte?, si no esperamos la muerte, entiende lo que quiero decirte, si no esperamos la muerte con esperanza, ¿cómo vamos a creer en la vida?, empieza por creer en algo, sobrino, y te sentirás más reconfortado, es un crimen demasiado fácil helar el corazón y la cabeza a los mozos de veinte años, basta con prohibirles todo lo que la vida pueda tener de placentero, basta con vaciarles la cabeza o con insuflarles en la cabeza ideas mesiánicas, es lo mismo, los mozos de veinte años estáis deseando helaros, os pesa todo demasiado, la vida, la cabeza y el corazón os pesan demasiado, no estáis todavía duchos en las artes de la resistencia de la carne y del espíritu y veis la muerte como lo que no es, una liberación, niégate a vivir la vida de los demás, sobrino, niégate a morir la muerte de los demás y no eches leña a la devastadora hoguera de los demás ni soples en su rescoldo, yo soy viejo y estoy ya muy derrotado y solitario pero marcho por el camino de la muerte con la esperanza de que la muerte acabe negándole la razón a todos los Torquemadas de gorro frigio o de monacal capucha, sí sobrino, creo porque es absurdo dijo San Agustín, la vida también es absurda y ahí está, es absurda pero no dejamos de creer en ella, también es absurda la muerte, tan absurda como la vida, y sin embargo a nadie se nos niega la esperanza en la muerte, el deseo sólo puede estrangularse con la esperanza, tu tío jerónimo tiene el hablar doloroso, es probable que siempre haya tenido el hablar doloroso y tú no lo hayas notado hasta ahora, tu tío Jerónimo tuvo una querida en las Cuarenta Fanegas, a lo mejor aún la tiene y tú lo ignoras, querida, es palabra muy confusa, mejor será decir amante, tu tío jerónimo tuvo una amante en las Cuarenta Fanegas, a lo mejor aún tiene una amante en las Cuarenta Fanegas y no lo sabe nadie, la amante de tu tío jerónimo es madre de seis hijos y muy guapa y sana, cada vez que tiene un hijo le deja a tu tío jerónimo que le mame las tetas, la leche de la mujer es la fuente de la vida, seguramente tu tío jerónimo tiene razón, tu tío jerónimo se sienta en una mecedora y reclina la cabeza en el respaldo, su amante se pone de pie a su lado, se desabrocha la blusa y le da de mamar mientras le mece con mucha suavidad y muy silencioso cariño, la amante de tu tío jerónimo se llama Cecilia y está casada con un empleado del ayuntamiento de Chamartín de la Rosa, Cecilia tiene las ubres grandes y prietas y sus hijos son también hermosos y saludables, ¿quieres pedirle a tu madre un vaso de leche para mí?, sí tío, ¿te acuerdas sobrino de aquellos versos de Lope de Vega?, hoy me da por recordar versos de, memoria, los viejos tenemos muy buena memoria para las cosas que aprendimos en la juventud, ¡ay dulce y cara España, madrastra de tus hijos verdaderos, y con piedad extraña piadosa madre y huésped de extranjeros!, creo que son de La Arcadia pero no me hagas caso, esto no lo recuerdo bien, tu tío jerónimo tiene el gesto cansado y cierra los ojos, tenemos que amar a España, sobrino, tenemos que amarla con mucha ternura, con mucha cordura, con mucha cautela, España se nos puede morir entre las manos cualquier día, España tiene la sangre envenenada y es preciso hacerle respirar aire puro, lo que no sé es por donde se debe empezar, ¿lo sabes tú?, no, tú no lo sabes y te callas, bien entendemos tú y yo por qué te callas, ¿lo sabe alguien?, tampoco y ésa es la tragedia, nadie sabe por dónde debemos empezar los españoles, puede ser que haya que empezar por el principio y con toda lentitud, a España siempre le sobraron españoles con demasiada paciencia y españoles demasiado impacientes, no sé lo que pasa en otros lados pero sí te aseguro que en otros lados la mentira suele no ser tan desmemoriada, entre nosotros se miente con excesivo olvido de la verdad e incluso de la mentira, de la última mentira, los peligros desconocidos, son terribles por desconocidos, cuando nos acercamos a ellos son menos terribles y con frecuencia no son ni peligros, no sé si entiendes lo que quiero decirte, los peores y más terribles peligros suelen anidar en nuestro propio pecho, el joven maestro Ortega y Gasset dice que los españoles ofrecemos a la vida un corazón blindado de rencor, mientras no abramos nuestros corazones para que el rencor huya seguiremos siempre en las mismas, las pasiones están desatadas, no tienes más que asomarte al balcón y escuchar su bramido, la pasión puede ser la cuna del amor pero también la cuna de la muerte, los ataúdes son las cunas de la muerte, a la pasión debe marcársele un ancho sendero fácil de caminar, es necesario que la leña salga al paso del fuego para que no arda más que la leña, el peligro ya lo señaló Unamuno, es más fácil al fuego hallar combustible que al combustible fuego, perdóname sobrino si te aburro, a tus veinte años basta con defender al corazón del hielo, esfuérzate por creer en algo que no sea la historia, esa gran falacia, cree en las virtudes teologales y en el amor, en la vida y en la muerte, ya ves que no te pido demasiado, el amor no es nunca un tormento y en todo caso siempre es el amor, contra lo que la gente supone yo te aseguro que el amor no es jamás un tirano y sí siempre un compañero para nuestro incierto viaje por la vida, la vida es un túnel por el que caminamos sembrando y cosechando amor o dando y recibiendo palos de ciego, no hay otra alternativa, abre de par en par las puertas de tu alma y deja que el amor te habite, te invada como una marea, no te defiendas del amor a tiros y a mordiscos, entrégate sin reservas, conviértete en alimento del amor, el alimento de la vida y el alimento de la muerte ya te viene marcado por la ley de los mundos, tan sólo el que llegues a ser o el que te quedes sin ser alimento del amor depende de ti mismo y de tu íntima ley, llama por teléfono a cualquier novia que tengas e invítala a acostarse contigo, da rienda suelta al amor cabalgando a la primer moza que se deje, a las otras ni las saludes siquiera, a los veinte años se debe ser pródigo con el amor, sobrino, el amor no es un bien atesorable, el amor que hoy no brindas o no recibes no podrás recuperarlo nunca, el de mañana es otro, el amor es un mar abierto a diferencia del odio que es un claustro cerrado, déjame a solas con mi vejez y con mi aburrimiento y llama a cualquier novia amorosa, a cualquier moza que esté deseando amar y dejarse amar, tiene que haber muchas porque la naturaleza todavía sigue produciendo por ventura más amor que odio, no me hagas demasiado caso pero vete antes de que sea tarde y otros te ganen por la mano, te aseguro que si tuviera tu edad no estaría aquí bebiendo vasos de leche, quisiera presentarte a Cecilia (ahora te aclaras que tu tío Jerónimo sigue amando), merece la pena que conozcas a Cecilia, es una mujer muy sana y decente que cree en el amor y en las fuentes de la vida, Cecilia tiene una hija de tu edad, rubia, de grandes tetas, de ojos profundos y reidores, muy alegre, me gustaría que la hija de Cecilia y tú os amaseis como dos cachorros gimnásticos, a Cecilia y a mí nos gustaría mucho contemplares y aplaudiros con entusiasmo, si tu madre se entera de esta conversación me echa de casa, no debemos culparla, la pobre nunca tuvo tiempo de recapacitar, mañana o pasado te llevaré a casa de Cecilia a que la conozcas, su hija se llama Basfia, eso no debe importarte, ella es mucho más bonita que el nombre, en su casa le dicen Basi, lleva el pelo a lo garçon, ya la verás, es lástima que su padre esté plagado de prejuicios, le pasa lo que a tu madre, tampoco tuvo tiempo de recapacitar, se pasa el día entero en la oficina, mañana y tarde, y así no hay forma, compréndelo, yo lo disculpo porque él no tiene la culpa de ser obtuso y maniático, sin tiempo para recapacitar ¿qué puede hacerse?, venga vete ya, bueno no te vayas si no quieres, en todo caso yo te agradezco la compañía que me haces, ya te irás, hay siempre tiempo para todo, sí, abre el portal de tu alma y deja que el amor te consuma y te convierta en ceniza y humo, renuncia a todo lo que tienes menos al amor y a la vida, vive para amar y ama para seguir viviendo, sé humilde en todo y con todos, también contigo mismo, no entiendas lo que te digo como un consejo, yo no soy quien para dar consejos a nadie, me limito a pensar en voz alta delante de ti, jamás me permitiría dar consejos a nadie y menos a un joven, Buda y san Francisco de Asís renunciaron a todo y mendigaron el pedazo de pan que se llevaban a la boca, sus familias se revolvieron contra ellos airadas e iracundas pero Buda y san Francisco siguieron su camino compadeciendo al mundo y amando hasta a sus familias, la leche de la mujer es la fuente de la vida, yo vivo gracias a que una mujer me da de mamar, de no ser así me hubiera muerto ya de hastío, el amor y la humildad son las dos fuentes del bien, sé amoroso y humilde como Buda y como san Francisco pero no dejes nunca de ser cachondo, sobrino, esto de ser cachondo no viene condicionado por la tierna edad y las durísimas potencias, no, esto de ser cachondo es un hábito, una tradición, úna cultura, a Buda y a san Francisco para perfeccionarse sólo les faltó ser cachondos, si algún día el hombre sigue las huellas de Buda y de san Francisco y renuncia a la falsa riqueza de los bienes materiales y fortalece su espíritu en la humildad sin menospreciar el sexo, ese día la humanidad estará salvada y se reirá de las guerras y de las revoluciones, de las policías y las leyes, de los funcionarios, los reglamentos y los mecenas, lo que ignoro es si llegará alguna vez ese día bienaventurado, debemos mirar el porvenir con los ojos de la esperanza, nadie puede quitarnos la esperanza, no quiere decirse pero la esperanza es como un cascabel que espanta a la muerte, como una flauta mágica que ahuyenta a la muerte, luchemos cipote en ristre contra los mitos que atenazan al hombre, las banderas los himnos las condecoraciones los números las insignias el matrimonio los platos regionales el registro civil, tú y yo tenemos el deber de luchar contra los artificios que adulteran al hombre, que dan color de muerte a su existencia y sequedad de esparto a su conciencia, es posible que no seamos oídos por nadie pero eso no debe aminorar nuestra santa ira, nuestra humildad, nuestra renuncia a las dañinas riquezas materiales y nuestra proclamación del sexo paseándose en triunfo por el ancho mundo, nadie es importante, sobrino, y los muertos menos aún, si quieres te lo digo de otra manera, todos los hombres son importantes e iguales en importancia, los necios hilos de la historia sólo sirven para tejer sudarios y la estulticia de las fuerzas conservadoras sólo es comparable a la estulticia de las fuerzas revolucionarias, que también son fuerzas al servicio del retrogradismo aunque de signo contrario, las fuerzas revolucionarias no luchan contra las banderas los himnos y las condecoraciones sino en defensa de otras banderas otros himnos y otras condecoraciones, aquí es donde quiebra la teoría y se entumece la autenticidad del hombre, los números siguen manchando al hombre, las insignias adornan su solapa, el matrimonio se dibuja en forma de tenaza devoradora y los platos regionales y el registro civil siguen tal cual, tengo que presentarte a la hija de Cecilia para que puedas experimentar por ti mismo la nobilísima belleza del amor y la vida sosteniendo como dos firmes columnas a la humildad y la bondad, Cecilia y yo os prometemos nuestro aplauso, Cecilia es mujer muy vital y simpática, ya la conocerás, Buda y san Francisco sí pero perfeccionados, perdona ¿querrías irme a buscar un vaso de leche?, cuando vuelves con el vaso de leche tu tío jerónimo está mirando por el balcón, es ya de noche y las criadas se dejan besar apoyadas en los faroles, ¿has observado que el mundo está lleno de desconocidos?, si se dice por ejemplo el Congo belga o la vasta China están poblados por muchos negros y chinos que no se pueden contar porque son todos iguales, se miente a sabiendas, los negros no son todos iguales ni los chinos tampoco, lo que pasa es que son todos igualmente desconocidos, hay muchos negros y se mueren de lepra o devorados por los leones, hay muchos chinos y se mueren de hambre y de cólera morbo, no se pueden contar sin haberlos conocido antes y nosotros los desconocemos, el mundo está lleno de desconocidos pero son todos diferentes, te aseguro que son todos diferentes, cada uno tiene su dolor y su gozo, a veces minúsculo, y cuando nace o se muere no pasa nada, eso es cierto, pero nace o se muere una esperanza y una decepción, no sobrino, los negros del Congo y los chinos de la China no son todos iguales y sí se pueden contar, lo que pasa es que no sabemos, tú salva tus tres virtudes teologales y piensa que no hay demasiada razón para que a los negros y a los chinos les neguemos las suyas por cuenta de más o de menos, por censo de más o de menos, no seas cruel nunca, sobrino, yo antes era cruel pero dejé de serlo hace ya algunos años, cuando era cruel paraba a la gente por la calle y le decía vamos a ver ¿en qué fase de la luna estamos?, ahora te lo pregunto a ti, no es crueldad, es tan sólo una prueba, vamos a ver ¿en qué fase de la luna estamos?, no lo sabes, no te preocupes, no lo sabe nadie y si lo sabe alguien no es porque haya mirado para la luna, puedes estar seguro, es porque lo ha leído en el periódico o en un calendario, tu tío jerónimo se ríe y se aparta del balcón, cuando se escriba la historia de estos acontecimientos se dirá que Madrid se vio poblado de golpe por una riada de hombres y mujeres iguales e incontables, también será mentira, no hay dos iguales y sí se pueden contar con paciencia y un poco de orden, lo difícil es saber por dónde debe empezarse el melón, Cecilia que es muy graciosa, ya la conocerás, dice que pueden conocerse las ideas de los hombres, las ideas en general, religiosas morales sociales políticas, por su forma de comportarse en la cama, yo no sé hasta qué punto acertará o se equivocará pero en todo caso su método es digno de atención, con las mujeres quizá sea más difícil el diagnóstico, son pocas las mujeres que en la cama no se convierten en máscaras, Mesalina, santa Teresa de Jesús, un camaleón, un ramillete de flores de trapo, etc., las mujeres tienen mucha capacidad de fingimiento y suelen ser poco humildes, en la cama una madre de familia es siempre una actriz dramática que rezuma soberbia o una actriz cómica, casi un bufón, pero que también rezuma soberbia, tú trázate un sendero de fe, de esperanza y de caridad y no te apartes de él pase lo que pasare, el fuego de las hogueras inquisitoriales se apaga con semen, a Miguel Servet lo quemaron en la hoguera porque los calvinistas tampoco joden ni jodieron jamás a gusto ni lo suficiente, los calvinistas son más proclives al derecho procesal que al amor, no permitas que nadie te hiele los misteriosos recovecos del corazón, sobrino, rebélate contra la muerte, la epidemia de la muerte, a mí no me hagas caso, yo no estoy vivo para que se me haga caso sino para servir de ejemplo, pero tampoco hagas caso a los demás, a ti te ha costado mucho trabajo vivir veinte años, no desbarates tus veinte años en el servicio de nadie, te aseguro que tu sacrificio sería estéril y lo que es aún peor estúpido, no hijo, no, tus novias te aguardan en la cama, réstales soberbia y proclama tu amor a la vida cochina que siempre es más habitable que la muerte cochina, por encima de los tejados se escuchan algunos tiros que retumban casi con languidez, no hay nada más aburrido y monótono que la inercia de la pólvora, debes procurar que no te salga la primera cana al compás de la fusilería, cuídate del español que llevas dentro, quién sabe si no tendrá la cabeza llena de canas para vencer el tedio que le produce la tiñosa moneda del paladar, la oxidada moneda que le llaga la lengua y el paladar, no sobrino, aunque lo pienses esto no es el fin del mundo, si quieres te lo juro en la más histriónica y ridícula actitud, la que tú elijas que esto a mí no me importa ni poco ni mucho como podrás imaginarte, esto no es sino una purga del mundo, una purga preventiva y sangrienta pero no apocalíptica, el fin del mundo se anunciará con signos muy claros e inequívocos: los hijos envenenarán a sus madres en el vientre con las más ingenuas ponzoñas, un cocimiento de hojas de sabina, una copa de acqua toffana, los árboles más ilustres y reverentes, el ciprés, el nogal, el roble, se convertirán en esponjas opacas y durísimas y el sol, en lugar de salir por el horizonte, nacerá de los amargos espejos de los velatorios, de los espejos cansados de retratar los titilantes cirios funerarios de los inútiles desconsuelos, por ahora ningún signo se advierte, podemos irnos a dormir tranquilos, debe ser ya muy tarde, te aseguro que importa menos el sufrimiento que la conducta, vayámonos a dormir, debe ser ya muy tarde y el corazón se fatiga de tanta necedad.

Palma de Mallorca, en la octava de San Camilo de 1969.