La claridad está si rompe o no rompe por encima de las tapias del cementerio y dos cadáveres sin enterrar esperan órdenes, reglamentos y políticas, ¿tan miserable es el morir?, se preguntó Virgilio en La Eneida, hay nichos en los que florece el jaramago amarillo y áspero, tumbas adornadas de peludas amapolas rojas y sepulturas por las que trepa la campánula de color de vino, sí, con las flores del cementerio se pueden pintar todas las banderas, la roja, la roja y amarilla, la roja y amarilla y morada, la roja y amarilla y morada y negra, la roja y amarilla y morada y negra y verde y blanca y azul, de nada vale entusiasmarse demasiado cuando en el corazón anida la melancolía, ¡viva la república!, guarden un poco de silencio, ¡viva España!, guarden un poco de silencio, nadie debe distraer al sepulturero. Matiítas en su camaranchón está desasosegado y piensa, a veces le acometen malos pensamientos solitarios, tristes figuraciones que le llenan el ánimo de pesar, Matiítas sueña con cierta frecuencia que le saca los ojos a un ciego, Guillermo vuelve la cabeza, ¿a mi tío Esteban?, no, a un ciego, sin señalar, a tu tío Esteban o a cualquier otro, a Matiítas no le gustan las mujeres, no llega a marica viciosa, a marica tortillera, se queda antes, pero le gustaría que le gustasen las mujeres como a los hombres o al menos como a las tortilleras, las grietas del cuarteado revoco de las paredes dibujan siluetas muy caprichosas, un viejo que saca la lengua, un niño meando, un caballo, la media luna, un pájaro, fíjate bien esto es el pico, éstas son las alas, un árbol con una nube encima, las grietas del zaquizamí de Matiítas representan las mismas figuras que las de los nichos del cementerio en esto se varía poco, a Matiítas le gustan los hombres, como a las mujeres o más bien como a los maricones, pero le gustaría que no le gustasen los hombres, como a los hombres, a las tortilleras y a las maricas viciosas, debajo de la ventana hay una mancha que parece la bola del mundo, aquí América, aquí África, aquí Asia Menor, y al lado una bailarina que da un brinco, se ve muy bien, a Matiítas algunas noches le asaltan raros pensamientos que le llenan la memoria de sobresalto, Matiítas es un marica decente, él responde de la decencia, lo de marica le vino solo como el bigote que empieza a salir a los muchachos, un marica amargo y sin verdadera vocación, un marica a la fuerza y a contrapelo, un piernas que un mal día se encontró sonriendo a los lagartos, le daba vergüenza pero también gusto sonreír a los lagartos, y ya siguió sonriendo a los lagartos, guiñándole un ojo a los lagartos, acariciando lagartos y atesorando cicatrices para toda la vida, las cosas salen por donde quieren y pasan porque tienen que pasar, no hay quien las pare, un hombre va al trabajo cada mañana, ya se sabe, siempre por las mismas calles por la misma acera ante los mismos escaparates oyendo los mismos ruidos el vendedor que pasa la niña que aprende piano la criada que canta un cuplé el tranvía que toca la campanilla oliendo los mismos olores la vaquería la churrera el mercado la alcantarilla, un hombre va al trabajo por la misma razón que aguanta a una mujer hasta la muerte, no se muere nunca siempre el mismo coño doméstico las mismas lágrimas domésticas los mismos acres y desbocados reproches domésticos los mismos ruidos el regüeldo el suspiro el plato que se lava los mismos olores el sudor el aliento, la inercia atenaza demasiado, la costumbre también, la inercia y la costumbre son casi lo mismo, tú no sabrías distinguirlas, y están rebosantes de amenazas que caen sobre quienes las rompen. A las cuatro y media de la madrugada sale de la dirección general de Seguridad el cadáver del teniente Castillo, va en su ataúd solemne, todos los ataúdes son solemnes y los de caoba más, y en un coche estufa al que sigue otro cargado de flores y coronas, lo llevan al cementerio municipal a la parcela que antes se llamaba cementerio civil, con la secularización de los cementerios mandaron quitar la tapia que lo separaba del cementerio de la Almudena, fue un pleito entre vivos, a los muertos una vez muertos no les importa esta cuestión ni poco ni mucho, a los muertos ya nada les importa nada, no tienen sentido para saber lo que les importa y lo que no les importa, si son católicos se van al cielo o al infierno, los llevan al cielo o al infierno y si son ateos se van al cielo o al infierno de los ateos, los llevan al cielo o al infierno de los ateos, la memoria y el buen o mal uso que los otros hagan de su memoria, al cadáver del teniente Castillo le dan escolta sus guardias y las milicias socialistas y comunistas, en el acompañamiento van oficiales de asalto, comisarios de investigación y vigilancia, altos jefes de la dirección general y gente, mucha gente. La tontera y el crimen también son una inercia, una costumbre, casi todo es una inercia, una costumbre que no deja ni respirar a la voluntad, en las paredes hay manchas que parecen letras extrañas, letras puestas unas a continuación de las otras para producir letreros de confuso sentido. Matiítas, que es maricón, no es un gran maricón, vamos, no es maricón del todo, le falta alegría. Hay quienes llaman conciencia a las amenazas que bullen en la sesera del solitario espantándole el sosiego y la alegría, para esto hay que estar vivo, sí, a lo mejor es verdad, es la conciencia, también hay tontos y criminales amargos y sin alegría, tontos y criminales a los que un rayito de luz aviva durante unos segundos que son tontos y criminales, el sexo es como una peonza que gira y gira, como una noria que da vueltas y más vueltas sin cesar hasta que de repente se para en seco y se cae, entonces todos lo pisan y se ríen, Erotyl, juventud eterna, específico de la astenia genital (impotencia), el más poderoso elaborador y regenerador de la actividad neuro-espino-médico-genital, venta en farmacias, precio 21,75 pts. No, ¿para qué?, tú procura dormir tranquilo, cuenta corderos saltando una cancela, o no, no cuentes nada, hay cosas en las que no se debe pensar, a ti también hay cosas que no te gustan y que te gustaría que te gustasen, cosas que te gustan y que te gustaría que no te gustasen, tú te entiendes, a todos nos ha remordido la conciencia alguna vez y el sexo es como una peonza, como una noria. Matiítas se acaricia sus miserias para alejar los malos pensamientos, Matiítas no se masturba, se soba incluso sin ningún entusiasmo y como por inercia, es la costumbre, es ya muy tarde y Matiítas se queda dormido con la boca abierta como los muertos. El cadáver del teniente Castillo va ya por la Cibeles, a lo lejos se oye algún tiro al que responden cuatro o cinco y después el silencio, más cerca lo que se oye es el golpe del chuzo del sereno sobre los adoquines y también, monótono y moribundo, el canto de un borracho. Matiítas tose un poco y sin llegar a despertarse se vuelve para el otro lado, ahora se queda mirando a la pared, jarabe Madariaga, benzo-cinámigo sedante, agradable y eficaz remedio pectoral. No, no enciendas la luz, abre la ventana y mírate en el espejo sin encender la luz, es aún de noche, prueba a verte en la penumbra de tu alcoba a la luz de los faroles de gas, a la incierta luz que te llega desde la calle, en el espejo no te ves, claro, no adivinas sino una sombra borrosa, una silueta muy débil, pareces un fantasma, no seas orgulloso ni suspicaz y mírate valientemente en el espejo, no importa que no veas, que no te distingas, los ciegos tampoco ven ni aun a la luz del sol, nada distinguen y sin embargo no alborotan ni maldicen, por lo bajo sí maldicen de todo pero no se les nota, por lo bajo los ciegos están muy alborotados, les pasa como a los locos a quienes han pegado una paliza, que tienen miedo de que les den otra, lo que más asusta a los locos es la rijosa sonrisilla de sus verdugos (loqueros, enfermeras, monjas, etc.), alguien pintó una calavera en tu espejo, a lo mejor es la muerte que se entretiene en espantar a los que vais a morir, no tienes sueño, te desvelan dos ideas que tampoco puedes pensar por separado, la sangre que se derrama y Toisha desnuda dentro de su camisón, las dos ideas son entretenidas sucesivamente, primero una y después otra, juntas son demasiado excitantes, casi abyectas, para distraer tu insomnio no escribas cartas a Dios, ni aun a oscuras o casi a oscuras, no seas necio ni fatuo, ni te sientas jamás demasiado importante, que no lo eres, nadie es nunca demasiado importante, en España sólo son importantes los muertos, algunos muertos, Dios sabe todo lo que acontece sin necesidad de que tú se lo escribas, de que tú seas su gratuito y pueril confidente, lo sabe mejor que tú y por qué y para qué, lo que pasa es que se abstiene de intervenir en estas cuestiones que ni le salpican, es cierto que a Dios se le puede escribir a oscuras, si él quiere puede llevarte la mano en la tiniebla pero si él quiere nada conseguirás aunque le implores con lágrimas en los ojos y aunque te vistas de torero o con cualquier otro llamativo disfraz, obispo o juez o general de la caballería húngara por ejemplo, ni medio renglón derecho conseguirás con letra inteligible, y Dios no suele querer, ya te lo vengo diciendo, Dios ni entra ni sale en lo que hacemos los hombres, nos contempla con un infinito desprecio, con una infinita piedad, también con una infinita pesadumbre, es muy raro todo lo que nos imaginamos de Dios, lo más seguro es que él esté no poco sorprendido de nuestra torpeza, ponte a pensar y no llegues al límite de lo que seas capaz de pensar, párate antes, hay gente que duerme y gente que no duerme, gente que se muere dormida y gente que se despierta para morir, la muerte no existe hasta que se presenta aureolada de pegajosa crueldad, después te borra el pensamiento y vuelve a marcharse, tú la ves venir pero la tomas por una aprensión, tú no la ves marchar, nadie la ve marchar y esa es su fuerza extraordinaria, sí, mírate a oscuras en el espejo de tu armario, está viejo por algunas partes pero es lo mismo, Dios, de potentia absoluta, es infinitamente todo, infinitamente bueno, malo, justo, injusto, misericordioso, cruel, inteligente, lerdo, etc., etc., si él quiere podrías verte en el espejo aun a oscuras, lo que pasa es que él no quiere, ya te lo vengo diciendo, es muy ingenua la imagen que tenemos de Dios, los teólogos nada nos han aclarado sino que más bien han confundido la noción de Dios lo que pasa es que a él no le importa, él ni se ríe siquiera de los hombres, tampoco los compadece, no deben extrañarte las actitudes de Dios, tan poco humanas, las actitudes de los hombres son con frecuencia inhumanas, ésta es una manera de hablar, las actitudes de Dios nos son ajenas, es muy difícil, es imposible querer aplicar módulos finitos y terrenales a conceptos infinitos y celestiales (también terrenales), el hombre monumentaliza lo infinito, lo hace enorme y respira creyendo que acierta, esto no es así, lo enorme no es infinito, lo infinito es algo que no tiene medida ni por arriba ni por abajo, un monte puede ser muy grande, el Everest, el Aconcagua, pero no es infinito, infinitamente grande un microbio puede ser muy pequeño, hay que mirarlo al microscopio, pero no es infinito, infinitamente pequeño, el hombre no sabe nombrar al infinito y se conforma con cerrar los ojos y asustarse, aunque abras bien abiertos los ojos no podrás verte en el espejo porque estás a oscuras. El cadáver del teniente Castillo va por la Puerta de Alcalá. Es de noche, tú sabes que es de noche, es aún noche cerrada, buena para robar para huir para dormir para amar para morirse disimuladamente para morirse de miedo con la cabeza debajo de la almohada, no todos podéis hacer lo que más os gustaría hacer durante la noche, con frecuencia hay que aguantarse y esperar a que amanezca el día, durante el día es más llevadera la renunciación, menos ridícula y dolorosa, ¿de qué le sirvió a Magdalena oler con los siete peores olores del mundo?, de nada, absolutamente de nada porque ahora está muerta y encima de una mesa de mármol, material que admite la lejía desinfectante, esperando que la tiren a la fosa común, la amarga última ramería de los hombres y las mujeres pobres, decentes o indecentes pero pobres, en ninguna casa de putas se funde más de prisa ni más la carne de los hombres y las mujeres decentes o indecentes pero pobres, no te alarmes, tú nunca te has reído de la muerte de los pobres ni te has meado encima de la fosa común, tampoco has escupido en el cepillo de las benditas ánimas del purgatorio, a Magdalena le es igual que la echen a la fosa común, ella pensó más de una vez que acabaría en la fosa común, Magdalena Inmaculada Múgica era muy estoica, lo único que quería era comer y seguir oliendo. El general Espartero, a caballo y fundido en bronce, señala el camino de los muertos con ademán como de estar muy acostumbrado a que se le obedezca, a veces, ahora no que es de noche, los pajaritos que van de paso le cagan encima pero el general Espartero ni se inmuta, esto no quiere decir nada, Magdalena tampoco se inmutaría, Toisha una vez que le cagó encima una paloma se echó a llorar, después tuviste que acompañarla hasta su casa a que se mudase de ropa, tardó mucho tiempo y tú te impacientaste, tienes unos repentes muy nerviosos. Algunos faroles están estropeados y la oscuridad a la altura de las escuelas Aguirre es casi absoluta, La Safranina, por el profesor R. Namias, un nuevo auxiliar de la fotografía para el revelado con luz blanca, rústica, 3,50 pts. Tú no eres Napoleón Bonaparte, no debes permitirte el mal humor ni la impaciencia, la gente no te lo toleraría y es probable que Toisha no volviera a dejarse abrazar jamás, a lo mejor sí, a lo mejor te abrazaba con más entusiasmo que nunca, eso no se sabe, las mujeres tienen la susceptibilidad a flor de piel y lo mismo salen caras que cruces que nada, es muy arriesgado hacer pronósticos sobre las migas del banquete, tú toma lo que te den y confórmate que los hay que están peor, mucho peor, mira al rey Cirilo de Inglaterra y la muerte que tuvo. Las tísicas duermen como lirones cada una en su cama, y en los acompañamientos de los entierros siempre hay alguien que dormita en la postura más inverosímil, el sueño acaba por hundir hasta a los más entusiastas. En el café Pelayo un gato duerme encima del mostrador, desde la portada del cine Tívoli el gran Angelillo, protagonista de El negro que tenía el alma blanca, sonríe a los entierros, y poco más adelante, en la calle de General Pardiñas, en el alcorque de una acacia, una mendiga ciega y joven da el pecho a su hijo mientras un niño vagabundo, un niño con mirada de tonto, probablemente tonto, y pelambre de gorrión, la mira y se masturba muy aplicadamente, el niño tiene carita de raposo y el espinazo se le arquea con lujuria como a los perros, lo está pasando divinamente, no corre ni un soplo de aire y la gente duerme con los balcones de par en par y medio cuerpo fuera del embozo. Maripi Fuentes tiene miedo de estar embarazada, no se lo dice a nadie pero tiene mucho miedo de estar embarazada, ¿ha tenido usted acceso carnal con varón?, ¿qué?, que si algún hombre la metió a usted en la cama, no, fue en un palco del Monumental, es lo mismo a nuestros efectos, vamos a ver, ¿ha tenido usted alguna falta?, ¿qué?, que si se le ha retirado a usted la regla, pues sí, creo que sí, lo más probable, la verdad es que no lo sé bien, no me he parado a pensarlo, pues es un dato muy importante, a ver, piénselo un poco, Dámaso Rioja no es el autor del desaguisado, eso lo sabes tú muy bien, los palcos del Monumental son cómodos y espaciosos, dándole una peseta al acomodador no le molestan a uno, detrás de la cortina tienen un banco forrado de terciopelo y hasta una percha para la ropa, en los palcos del Monumental han caído muchos virgos, centenares de virgos, sería curioso llevar la cuenta, a la Lupita y a la Juani a veces las llevas a un palco del Monumental con algún amigo, la Lupita y la Juani prefieren el cine Panorama, los palcos del Monumental, les ponen algo nerviosas. Un sereno lee el Muchas gracias sentado en un banco a la luz de un farol, Sexine, nuevo afrodisíaco de gran eficacia contra la indiferencia femenina, sin sabor ni olor, no se nota, soluble en todos los líquidos fríos o calientes, ¡qué tíos, esto es como pescar truchas con dinamita!, ¡aquí el que no corre vuela! José Carlos, el hermano de Maripi, también lleva a Conchita a los palcos del Monumental y hasta la desnuda del todo, José Carlos le echa bastante aplomo al asunto. El cadáver del teniente Castillo pasa por delante de la calle de Alcántara, donde se encuentran Alcalá, Alcántara y Hermosilla, en la acera de la estafeta de correos un borracho pronuncia un discurso entrecortado y aparatoso no muy inteligible. Paquita, bueno Margot, está desvelada y lee La virgen desnuda, del Caballero Audaz, a Margot no se le dio bien la noche, a sus compañeras tampoco, hace dos días que la gente está como retraída y sin ganas de alternar, Margot tiene una clientela suficiente, no muy escogida pero suficiente, lo que pasa es que lleva dos días que no vende una escoba, ni ella ni sus compañeras, Margot heredó casi todos los habituales de Petra la Grillo, la mulata que apareció degollada en un merendero, la gente tiene muy confusas premoniciones y tendencias y se pone cachonda como puede, eso le pasa a todos. A Magdalena, aquella pobre golfa maloliente, la mató el metro en la estación de Manuel Becerra, en la calle durante el día, suele haber puestos de flores para los muertos, lilas y dalias, también claveles amarillos, en la plaza de Manuel Becerra es costumbre que se despida el duelo, al cementerio no llegan más que los familiares y los amigos más íntimos. El cadáver del teniente Castillo va ya por la plaza de Manuel Becerra y el entierro contra la costumbre no se detiene y pasa de largo, camino de las Ventas. Los traperos que marchan hacia Madrid van dando cabezadas en sus carros sin salirse de la fila, las criaturas duermen dentro de una sera de esparto o sobre unas mantas y entre las ruedas camina con mucha sumisión el perrillo de sucia lana y mirada despierta, el perrillo cofrade de la miseria y comensal de la mugre alimenticia, de la mugre que a todos da de comer, amén y nunca peor, la gente dice que hay traperos muy ricos que hasta crían cerdos y gallinas con la basura, la verdad es que para vivir rebozado en mierda no merece la pena ser rico, los lecheros dentro de su barandilla portátil, de sus cuatro hierros de los que cuelgan las cántaras y las cacharras, empiezan a repartir la leche a tientas, es muy milagroso que acierten pero aciertan, no se equivocan nunca, en su chabola del Abroñigal Paca duerme abrazada al señor Fidel que es muy cariñoso con ella, a Paca cuando come dos días seguidos hasta parece como si se le ablandase la chepa, a lo mejor dándole de comer caliente una temporada se le acababa en yendo, cosas más raras se han visto, Paca, mande señor Fidel, ¿qué es eso que pasa por la carretera?, no sé, parece como si fueran muchos coches, estas no son horas de pasar coches, ¡puede…!, venga duérmete, a nosotros ni nos va ni nos viene que pasen coches, ellos sabrán, sí señor, Paca se queda quieta por si el señor Fidel quiere algo, pero lo que quiere el señor Fidel es seguir durmiendo, ya le echará otro polvete cuando amanezca, no hay prisa, Paca no quiere acostarse con nadie, no le gusta y además tiene miedo de que la preñen, ya la preñaron una vez y las pasó moradas, Paca no es más que pajillera pero con el señor Fidel es otra cosa, el señor Fidel es muy bueno y además no preña, se conoce que no es de preñar, Paca ya lo tiene probado, Paca, mande señor Fidel, ¡peor están los muertos!, sí señor, ¡dónde va a parar!, venga ven aquí, sí señor, Paca se deja amar con resignación como las esclavas de los viejos reyes, a veces le entra como una sombra de entusiasmo pero se le pasa pronto, Paca, mande señor Fidel, muévete más de prisa, sí señor, el señor Fidel a veces manda a Paca a comprar un cuarto de bofe y la invita a almorzar, Paca no es ninguna desagradecida, como hay tantas, Paca, mande señor Fidel, venga duérmete, sí señor Fidel, Paca dormida, parece aún más pequeña que despierta, a los perros de los traperos les pasa lo mismo. La claridad está si rompe o no rompe por encima de las tapias del cementerio cuando el cadáver del teniente Castillo entra por la puerta. Matiítas en su desván está dormido con la boca pasmada, como los muertos, parece un muerto, cualquiera podría tomarlo por un muerto, a lo mejor se ha muerto de repente y no lo sabe, tampoco lo sabe nadie. Los médicos están terminando de hacer la autopsia al cadáver de Calvo Sotelo, los tiros fueron dos, ambos mortales de necesidad, una de las balas quedó alojada en el cerebro, firmado Dr. Antonio Piga, este informe no llega a hacerse público, la gente se queda con la versión del avance del dictamen, un tiro, no dos, la investigación criminal la lleva el Dr. Blas Aznar, que estudia todo, los pelos, las manchas de sangre y su grupo serológico, las lesiones que presenta el cadáver en la nariz y en la pierna izquierda, etc. Los panaderos también son muy madrugadores pero no tanto como los lecheros, la cesta de pan tierno parece una bañera o un ataúd y huele muy bien y tibio, huele como una mujer decente que salta a la comba en medio del campo. Entre el silencio de los muertos late el ruidoso trajinar de la vida, es un contrapunto muy sabio que al principio ni se entiende siquiera, parece chino o cualquier otra lengua cruel, los últimos grillos de la noche van apagando su canto heridor y casi metálico y los caracoles se desperezan sobre las verdolagas bordes y lozanas, sobre las acelgas y los espárragos trigueros que chupan el nutritivo jugo de la muerte. El señor Asterio madruga pero menos que los caracoles, el señor Asterio está aún dormido, también con la boca abierta, casi todo el mundo duerme con la boca abierta. En los nichos vacíos y misteriosos anidan las golondrinas y pululan las cucarachas gordas, lustrosas, charoladas, ajenas al temor del zapatillazo o de los polvitos de veneno, cuando el nicho va a ser ocupado por un muerto que acaba de llegar, el sepulturero sin quitarse el pitillo de la boca derriba los nidos de las golondrinas y deja encerradas a cal y canto a las cucarachas que se quedan ciegas de golpe y en pocos minutos, esto de producir la muerte mientras se juega con la muerte debe dar mucho gusto, lo hacen todos y mientras lo hacen hasta sonríen por dentro. Don Máximo se pasa casi toda la noche con la luz encendida tomando cafés, apuntando cosas en un cuadernito y pensando muy preocupadamente en todo lo que sucede, don Máximo aún no hace media hora que apagó la luz, pero no duerme. Debajo de las lápidas viejas se cría la humedad que esconde al escarabajo y a la babosa y sobre un RIP de mármol cuarteado corre el ciempiés con su carrerita veloz y como tartamuda. Tu tío jerónimo se levanta y hace unos minutos de ejercicios respiratorios, después se llega a la fresquera y se toma un yogur y un tomate con unas gotas de aceite. Las lagartijas grises y los sapos de color de tierra —aquéllas zascandiles y nerviosas, estos otros solemnes y casi abaciales—, ensayan sus primeros tímidos pasos diarios. Don Joaquín sueña que compra un bargueño en muy buenas condiciones, en un cajoncito secreto hay trece peluconas de oro. En el cementerio no hay ranas, es lástima pero es así, las ranas se quedaron en el Abroñigal, por donde Paca y el señor Fidel, que durmieron abrazados, también empiezan a despertarse poco a poco, Paca y el señor Fidel no tienen prisa, nadie les empuja, lo mismo da vivir despacio mirando para el techo que morirse despacio también mirando para el techo, se tarda lo mismo y nadie sabe lo que se ha de tardar. Las ratas agrias trotan hurañas y veloces siempre escapando de cuerpo miran con sus ojillos vivarachos la parcela de algo, y los ratones que parece que tienen azogue en el sus domésticas aventuras. A Virtudes la mujer de Victoriano Palomo se le descompone el vientre, se conoce que cenó más de lo debido, Victoriano, qué, me encuentro mal, Victoriano pega un salto en la cama y enciende la luz, ¡aguanta un poco que voy a buscar a la comadrona, espera que llame a tu madre!, no Victoriano, no es eso, es que se me descompuso el vientre, ¡vaya, menos mal!, ¡menudo susto!, bueno, ¿qué quieres que le haga?, no te preocupes, ¡venga duérmete ya!, ¡ay hijo, qué áspero eres! Los tranviarios caminan en grupitos de tres o cuatro con las manos en el bolsillo y el cigarro en la boca van en silencio y con cara de vinagre, a lo mejor es que durmieron mal o que tienen ardor de estómago. En el cementerio hay muchas moscas pero son moscas corrientes y de color gris oscuro, no moscas verdes o azules como las de las cuadras, que a veces tienen el hociquito de rubí, moscas que brillan igual que si fueran de vidrio y que en seguida se ve que son venenosas y muy valientes, no, las moscas del cementerio son como las de las casas, son moscas mansas y vulgares, moscas aburridas y pegajosas. Bella Turquesa sabe que no puede huir, ella bien quisiera pero no puede, a lo mejor tampoco merecía demasiado la pena, el mundo está lleno de cepos y veneno, en algunos sitios lo pone, vedado de caza, se prohíbe el paso, hay cepos y veneno. Los mosquitos que vieren volando desde el Abroñigal forman nubes compactas y agresivas que arremeten sin consideración a nadie, se ve que son unos mosquitos bravos y de buena raza, disciplinados y con mucho arrojo a lo mejor es que tienen hambre, que les ciega el hambre. Si tienes miedo de ir al urinario mea detrás de cualquier tumba, no debe darte reparo mear detrás de cualquier tumba, no lo haces por mala intención ni por deseos de ofender, simplemente es que ya no puedes contener las ganas, llevas ya mucho tiempo aguantándote las ganas lo que tampoco es bueno para la salud. Don Olegario Murciego no inventó el telégrafo ni el submarino eso es verdad ¿cómo iba a inventarlos si ya estaban inventados?, ¿qué culpa tiene?, don Olegario y Gregorio Montes suelen ganar dos o tres pesetas cada uno cuando van a los galgos, Red Arab es mucho galgo, se le puede apostar con toda confianza, don Olegario está aprendiendo taquigrafía, Gregorio Montes dice que eso es de tontos, que a quién se le ocurre, Taquigrafla en quince lecciones, por A. González Mediano, rústica 6 pts., la taquigrafía asegurará su porvenir y mejorará su condición material, ¡qué sandez! Los barrenderos son más decentes que los mangueros, los barrenderos barren sin tropezar al personal pero los mangueros en cambio riegan de mala leche y achuchando. En los cipreses cantan el verderol y el mirlo y sobre las cruces de mármol, más descarados y sociables, juegan los golfos gorriones de color plomizo mientras las golondrinas persiguen insectos por el aire, no es que los pájaros del cementerio estén familiarizados con la muerte, lo que pasa es que ignoran la muerte, un bando de palomas torcaces levanta el vuelo camino de la Poveda y de San Fernando del Jarama y detrás de las tapias, mismo donde comienza la barbechera, las codornices trotan entre las amapolas, pegándose a los terrones, el guarda del cementerio cría docena y media de gallinas que a veces se levantan con una lombriz en el pico, a los gusanos de los muertos no suelen llegar, alguna gallina resabiada pone sus huevos entre las sepulturas y después, al cabo de veintiún días de no enseñarse, se presenta con seis u ocho pollitos redondos y veloces que a los dos o tres meses están muy buenos fritos y rehogados con tomate, la gente les llama pollos tomateros, es como una medida. Los cabestros gobiernan a los toros y nadie se extraña, los toros son más valientes pero los cabestros conocen mejor el reglamento y el derecho administrativo, ésta es una evidencia innegable, sin conocer el reglamento y el derecho administrativo no se puede ser más que héroe, todo es un cambalache, la sabiduría, el heroísmo y todo lo demás, a cambio de los testículos ciencia y un destino con cargo al presupuesto, a cambio de un brazo o de una pierna gloria y una medallita para ponérsela en la solapa, a los cabestros no se les llama capones que es lo que son, se les llama mansos y si son solemnes sabios y próceres, a los cojos y mancos no se les llama ni cojos ni mancos, aquí ya no habla nadie el castellano, se les llama héroes y se les predica la virtud de la obediencia, Dupont, casa fundada en 1847, 10 rue Hautefeuille, París VI, fabricante privilegiado de toda clase de muebles y aparatos para enfermos y heridos. Los gusanos del cementerio no se ven, están agazapados bajo tierra o dentro de los nichos y ni se ven siquiera, las gallinas del guarda no pueden darse un hartazgo de gusanos, no pueden comer gusanos hasta reventar porque no los alcanzan por más que escarben, los gusanos están muy bien escondidos y defendidos, en el cementerio tiene que haber millones de gusanos, el cementerio es como un hervidero de gusanos, cada tumba es una gusanera con mucho ritmo misterioso pero no se ven los gusanos, en el cementerio prevalece el disimulo sobre todas las cosas, los hombres se defienden a fuerza de disfraces, los vivos disfrazan a los muertos, ya se sabe y después procuran no pensar, a lo mejor es lo más saludable para todos, en España los vivos son como los muertos pero sin gusanos, al final todo es liturgia. Juanito Mateo es redactor del Heraldo, redactor de calle, su novia, la Leonorcita es cachonda fotófoba, cachonda a oscuras, cada cual da suelta a sus inclinaciones donde y cuando le da la gana, esto es algo que nadie puede discutir, las manitas quietas Juan, ya se hará de noche vida mía. Son las nueve de la mañana y ante el cadáver del teniente Castillo desfilan los cuadros de la UGT y las milicias del partido comunista y de las JSU. Que te estés quieto Juan, después me llevas al cine Carretas. Los amigos de Calvo Sotelo velan su cadáver en la capilla del depósito, dieron ya fin los requisitos legales que permitieron abrir las puertas y los amigos de Calvo Sotelo se agrupan alrededor del cadáver. Tú antes dijiste que era fácil convertir a un mozo en asesino, se le sopla con una pajita en el cerebro y se le da una pistola, lo demás llega por sus pasos, también es fácil lo contrario, convertirlo en muerto, ver cómo se le escapa la vida por un agujero que queda manchado de sangre, al principio la sangre mana como el agua de la fuente pero pronto se seca, entonces es cuando empieza la preocupación y el vuelo de los fantasmas, la sangre llama a la sangre la sangre es buen abono para la sangre la sangre engendra sangre fabrica sangre cría sangre que después cuando se seca sobre la herida aún tierna a todos nos acusa aunque cerremos los ojos aquí no vale cerrar los ojos eso es en la cuaresma y esto otro es un carnaval de sangre en el que todos llevamos puesta una máscara con salpicaduras de sangre propia o ajena, bien mirado es lo mismo, lo malo es la sangre que se derrama fuera de sus cauces y va perdiendo su color y su velocidad, yo soy un asesino o un asesinado tú eres un asesino o un asesinado él es un asesino o un asesinado, poco importa, lo malo es el plural, nosotros somos unos asesinos o unos asesinados vosotros sois unos asesinos o unos asesinados ellos son unos asesinos o unos asesinados, la gente no suele dar importancia a la memoria y al final se estrella contra un muro de muertos impasibles, de muertos acusadores, hieráticos e impasibles, la gente no suele creer que la memoria lastra y da aplomo al sentimiento. No seas impaciente Juan, ¡ay hijo, qué pelma eres!, ¿por qué no te reportas?, ya habrá ocasión, amor mío, de que nos queramos. Las churreras despachan porras y buñuelos a los transeúntes y churros ensartado en un junco a las criadas de servir. Gregorio Montes tiene un lunar en el entrecejo y una cicatriz en la barbilla, señas particulares, pelo castaño, ojos a juego, lunar en el entrecejo, cicatriz en la barbilla. Ha llegado el momento de afeitarse, ahora es cuando puedes mirarte al espejo con todo descaro, sin disimulo alguno, 44 fotografías comercio privado, una verdadera película ejecutada por personajes jóvenes y bellos sobre un decorado digno del marqués de Sade, tiraje especial sobre papel color carne, esta señorita se parece a Toisha, tiene más cara de puta y es algo más delgada pero se parece a Toisha, con Toisha también se harían muy buenas fotos de comercio privado si se dejase, todos los hombres llevan dentro del pecho una bombillita de cristal que se parte en mil pedazos al primer soplo, en esta bombillita quebradiza se esconde el huevo de las claudicaciones, unos claudican asesinando, otros haciendo fotografías de la novia en cueros (sola foto de arte, en grupo de hombre y mujer postura académica, en grupo de tres o más cuadro plástico), otros escapando como conejos, etc., la mentira que es casi verdad suele manchar de cardenillo a quien la pronuncia, el cardenillo es un veneno violento que mata con mucha crueldad, un veneno inmisericorde que se agazapa en las monedas y en los cazos de hacer chocolate o puré de almortas, es lo mismo, la gente se vuelve lela y paralítica de tomar puré de almortas, tú estás bien seguro de que Toisha no se dejaría retratar en cueros aunque se lo pidieses de rodillas, hasta ahí podíamos llegar, una cosa es meterse en la cama con un hombre, con un solo hombre y siempre el mismo, y otra muy diferente es dejarse retratar en pelota y apoyada en una palmera, eso es una indecencia. Las tiendas de comestibles y las mercerías abren a las nueve de la mañana más o menos, depende de que al dueño se le hayan pegado o no las sábanas, pero los cafés abren antes y empiezan a despachar desayunos mientras las mujeres de la limpieza barren el local entre una nube de polvo, la gente suele mojar porras o churros en el café con leche, algunos toman una copita de chinchón para aplacar el estómago, Matías el del economato siempre toma una copita de chinchón, si no tomo una copita de chinchón por las mañanas meo turbio, el médico me dijo que tenía que vigilar la orina, el chinchón se conoce que lava los riñones, pues sí, lo más probable, el chinchón es muy higiénico y hace bien a la salud si no se abusa, hombre, claro, si se abusa puede perjudicar, eso pasa con el chinchón y con lo que no es chinchón, los abusos acaban destrozando el organismo, Bella Turquesa tiene el organismo destrozado, es guapa, sí, pero es posible que no dure mucho. La tumba de Pablo Iglesias está muy cuidada y acicalada, con flores frescas en su florero y con los dorados relucientes, se conoce que les dan con sidol, la de Pi y Margall en cambio, está sucia y llena de cardos y yerbas silvestres, está muy abandonada y ruinosa, Francisco Pi y Margall 29 abril 1824 - 29 noviembre 1901. ¡España no habría perdido su imperio colonial de haber seguido sus consejos! Bella Turquesa paga muy religiosamente su cuota mensual en El Ocaso, le horroriza la idea de morirse sin dejar dinero suficiente para los primeros e inevitables gastos. En el cementerio se reúnen algunas autoridades para asistir al sepelio del teniente Castillo, el subsecretario de Gobernación señor Ossorio y Tafall, que lleva la representación del ministro, el director general de Seguridad señor Alonso Mallol, el ex ministro don Indalecio Prieto, el alcalde de Madrid don Pedro Rico y numerosos diputados del Frente Popular, Muiño, Cordero, etc. Magdalena tenía el organismo aún más destrozado que Bella Turquesa, de no haberla matado el metro se hubiera muerto sola, la verdad es que estaba ya medio podrida. El féretro del teniente Castillo va envuelto en la bandera roja del comité provincial del partido comunista y a su paso por las calles del cementerio los asistentes lo saludan con el puño cerrado. La amiga tangerina de Magdalena, Aixa la Mora, la del ombligo tatuado con la solemne leyenda espartaquista, luce un diente de oro y a su lado otro con una caries negra como la tinta china. Al cadáver del teniente Castillo lo entierran cerca de la sepultura de don Nicolás Salmerón, Alhama 1837 - París 1908. Dio honor y gloria a su país y a la humanidad, Clemenceau. Dejó el poder por no firmar una sentencia de muerte. El teniente coronel Mangada, don julio Mangada, pronuncia un discurso, juro ante la historia y por mi honor que este crimen no quedará sin venganza, y el acompañamiento se disuelve sin incidentes ni palos, se oyen algunos vivas y mueras pero no se producen incidentes. Las tísicas armaron una vez una bronca fenomenal en el té baile que el Club de las Solteras organiza los jueves y sábados en el Metropolitano, no se les ocurrió mejor cosa que llamar marica al autor del himno del club, un señor peinado con raya en medio y que según dicen se da una manita de colorete en las mejillas, el himno es muy hermoso y se canta con música de los campanilleros, en los bailes del Club de Solteras las chicas y chicos lo pasan jamón, porque hay una orquesta estupenda y ambiente selecto de gran distinción. Son ya las diez de la mañana y empieza a hacer calor, la gente está cansada y se sube a los ómnibus del cementerio (son los mismos que los de las estaciones, el fútbol y los toros), algunos, los más leales y conspicuos, se han pasado la noche sin dormir velando el cadáver, cuando la gente está cansada huele de una manera especial, el sudor de los hombres cansados huele diferente, Magdalena Inmaculada Múgica no olía a mujer cansada, que olía a mujer muerta, quien sí huele a mujer cansada, muy cansada, es Bella Turquesa, es difícil notárselo pero es cierto, señoras, vuestra salud la obtendréis usando las irrigaciones perfumadas Perleucuterol, lo malo es que el perfume de las irrigaciones no borra el traidor olor del cansancio. En la naturaleza nada se crea ni se destruye, no hace sino disfrazarse el ciclo del carbono también es muy misterioso y aleccionador. La Engracia llega tarde a la fábrica de somieres pero al encargado no le llama la atención, ya se figura de donde viene. Maripi desayuna con su madre y después lee el ABC, su padre y su hermano están en el cementerio, esto está que arde hija mía, no mamá, ya verás como no pasa nada, ¡Dios te oiga hija, Dios te oiga! El final de los entierros emocionantes es siempre atónito, de repente todo llega a su fin y los figurantes se quedan atónitos y con el ánimo no poco sobrecogido y temeroso, las cosas terminan siempre demasiado de golpe y la gente, acostumbrada a la sorpresa y a la emoción, se sorprende de que la emoción se borre como un animal que muere sin protestar, esto no suele tener arreglo, las reses que mueren en el matadero no protestan (sólo protestan los cerdos, que gritan como condenados) y el ave a la que derriba la perdigonada, tampoco. El aroma del crimen embriaga pero también adormece, los criminales actúan como sonámbulos a los que se hipnotiza pintándoles rayas en la pared, rayas no del todo paralelas y círculos concéntricos, al cadáver del rey Cirilo de Inglaterra le pintaron bigotes con un tizón, era morirse de risa, sus caballeros se morían de risa y algunos hasta se mearon por los pantalones, a Napoleón Bonaparte ni de muerto se hubieran atrevido a pintarle bigotes con un tizón, Napoleón Bonaparte era pequeñín pero muy bravo y no admitía bromas de sus caballeros ni de nadie. A Miguel Mercader le duele ya menos la cabeza, el médico le ordenó guardar cama y Miguel Mercader se entretiene leyendo novelas de Baroja, la trilogía La lucha por la vida, este puñetero Baroja tiene gracia, es medio cascarrabias pero tiene gracia y mucho sentido de la observación. Tú sueñas que bajas por las escaleras de piedra de un jardín en un automóvil pequeñito y con una criada al lado muy garrida y aparatosa, la criada tiene miedo y se te agarra a la garganta, casi no te deja respirar, cuando llegáis abajo la criada se te queda abrazada tú le dices, has tenido miedo y estás cachonda, ella te dice sí y los dos os besáis, la criada tiene más saliva que nadie y tú aprietas y le chupas la saliva, cuando te despiertas acabas de correrte, tu tío Horacio el cuñado de tu tío jerónimo tiene sus más y sus menos con la criada la Lola Iglesias que se deja sobar por respeto y también por dinero, tu tía Octavia su mujer ni se lo imagina, la verdad es que aunque se los encontrase dándose la lengua no habría de creerlo, tu tía Octavia es como una gallina rebosante de piedad y no distingue ni siquiera lo que ve con los ojos, en el mundo hay gente muy mala Horacio, ¡mira tú que matar a ese joven oficial y a ese diputado, que hablaba tan bien!, bueno mujer, no te preocupes que a nosotros no nos ha de pasar nada. A Magdalena la dejan en la fosa común sin mayores protocolos ni miramientos, tú deberías haberle pagado un responso pero la verdad es que ni te enteraste de la hora, estabas muy entretenido paseando a la criada por el jardín, a los muertos que van a la fosa común no se les entierra a ninguna hora sino entre horas y en una clarita del trabajo, el orden es algo muy necesario en los cementerios, el automóvil baja dando botes por las escaleras y la criada se ríe y da gritos, no gritos histéricos y agudos sino gritos de reclamo y con voz grave, es muy excitante oír a una criada gritando con la voz debida, tu tía Octavia cree que las criadas sólo sirven para trabajar, tu tío Horacio piensa con mayor amplitud. Los montes poblados de vegetación que se pintan en el horizonte son de color negro aterciopelado, desde el cementerio no se ven montes poblados de vegetación sino la llanura en cueros y en medio de la llanura un campesino montado en un burro, casi no se le distingue, en el cementerio hay dos clases de flores, las que se secan pegadas a la tierra y las que se pudren cortadas sobre las tumbas, todas mueren pero de manera distinta, unas con sosiego y las otras con dolor, un perrillo vagabundo se mea sobre un RIP y después sale arreando al trote entre las sepulturas, cuando se detiene levanta una mano y endereza las orejas, seguramente atiende los raros signos que tú ni ves ni escuchas, los perros ven y escuchan sucesos que a los hombres pasan inadvertidos, el hombre es un animal muy torpe y consuetudinario que piensa, sí, pero que ni ve ni escucha, el hombre tiene un corazón muy cruel y melancólico que no le sirve para ahuyentar la muerte, la verdad es que no le sirve para casi nada, los enterradores suelen descubrirse mientras el cura reza sus responsos, si le hubieras pagado un responso a Magdalena Inmaculada Múgica el enterrador te hubiera dejado desnudarla para olerla por última vez, procura llorar, y para robarle las bragas o cualquier otra prenda interior, pero te descuidaste, estabas abrazando a la criada en el jardín y te descuidaste, la infidelidad tiene su precio. En la capilla del depósito no cabe un alfiler, a medida que avanza la mañana va llegando más gente, algunos son muy conocidos, el conde de Vallellano, el conde de Rodezno, Goicoechea, Gil Robles, Cid, Fuentes Pila, otros menos. Tú no te apartes jamás de Tránsito y llámala siempre Toisha, no tienes mejor forma de defenderte de la soledad, al final los solitarios suelen morir amargamente y sin lucha, llámale siempre Toisha, vestida o desnuda, hoy es martes, hoy te toca desnudarla en el meublé de la Merceditas, tú llámale siempre Toisha para no sentirte jamás demasiado solitario. Al cadáver de Calvo Sotelo lo amortajan con hábito de capuchino y le ponen un crucifijo sobre el pecho y un rosario entre las manos, los acompañantes rezan el rosario y algunos salen a fumar un pitillo y a respirar el aire, hay quien gesticula y habla sin parar pero la mayoría guarda silencio, a pleno sol el silencio pesa todavía más que en la sombra. Al final de la etapa Evian-Aix-le-Bains, en la vuelta a Francia, la clasificación de los españoles es la siguiente, 23 Mariano Cañardo, 38 Julián Berrendero, 42 Federico Ezquerra, 48 Emiliano Álvarez y 53 Salvador Molina, la cosa no marcha mal, todos han ganado algunos puestos. Sobre las cuatro de la tarde llega al cementerio una representación del colegio de abogados con su presidente don Melquiades Álvarez a la cabeza, el cerillero Senén no va a ninguno de los dos entierros, es republicano pero no va a ninguno de los dos entierros ¿para qué?, hombre ¡qué sé yo!, para demostrar su solidaridad, para expresar su protesta, para que las cosas queden claras, ¡qué sé yo!, hay que vivir en sociedad, bueno, yo vivo por mi cuenta, a mí nadie me lleva un duro a casa, si don Gerardo me echa de cenar es para que le baile a la Ginesa, en este mundo cada cual va a lo suyo, a mí no se me ha perdido nada en el cementerio ¿está, claro?, absolutamente nada, a mí no me gusta que maten a la gente pero tampoco me gusta que me metan en líos ¡allá cada cual! Al entierro de Calvo Sotelo asisten tres representaciones más, las de la Academia de jurisprudencia, de la dirección general de lo Contencioso y de las Cortes, ésta la forman el secretario señor de la Bandera y el oficial mayor don Luis Sanmartín, que son abucheados, especialmente por las señoras y tienen que retirarse, la intención era buena pero cuando los ánimos están excitados lo prudente es evitar cuestiones, don Vicente Parreño habla con el Caballero Audaz, es un escritor al que admira mucho y también un hombre valiente capaz de fajarse a bastonazos con el más pintado, a don Vicente Parreño le gustaría ser como el Caballero Audaz lo que pasa es que su constitución no se lo permite. No, tú no eres san Pablo ni el Cid ni Napoleón Bonaparte, pero tampoco eres el rey Cirilo de Inglaterra ni Pepito la Zubiela ni Matiítas, tú eres un hombre vulgar, con más miedo que valor con más goteras que salud con más desgana que voluntad con más memoria que talento, a don Vicente le pasa lo mismo sobre poco más o menos, Búfalo Bill fue el rey de las praderas, ni tú ni don Vicente Parreño hubierais podido ser jamás Búfalo Bill, al Caballero Audaz le hubiera bastado con proponérselo, disfraza tu miedo de dolor, jamás de ira, todos los disfraces comportan pesadumbre pero el de ira además suele presentarse salpicado de mierda salpicada de sangre, es muy amargo y contaminador el disfraz de la ira, disfraza tu pánico de amargura, jamás de soberbia, y mastúrbate aplicadamente en el rincón más misterioso y olvidado, mas húmedo e inhabitable, sólo así te será posible aplacar el infinito desprecio de los dioses, el hombre es un animal despreciable, miedoso e iracundo que se disfraza porque tiene miedo a la compañía, en soledad es más honesto. Don Estanislao Montañés el amigo de la puta suicida pide una copa de coñac para combatir el miedo, ¿café?, no gracias, sólo coñac, copa doble. En el cementerio, en el recinto del cementerio y en los alrededores, prestan servicio fuerzas de la guardia civil de a pie y de a caballo. El capitán Condé es guardia civil, pero no obstante, Gutiérrez el camarero de la granja El Henar tampoco las tiene todas consigo, en el aire flota como una rara pesadumbre y la gente aunque se lo calle tiene miedo, algunos disfrazan el miedo de dolor, muy pocos, y los demás puede que para envalentonarse disfrazan el miedo de ira (ira sarta, ira cívica, ira de labios afuera, ira de las manos, de los bastones, de las armas de fuego, ira que arrebata y que no puede perdonar porque el miedo crece con el miedo, se nutre de miedo, arde con el mismo miedo). Poco después de las cinco se pone en marcha la comitiva del acompañamiento, que camina con mucha lentitud, el cadáver va a hombros de diputados tradicionalistas y de Renovación Española y su paso es saludado brazo en alto por los asistentes. Al Julianín el primo de Gregorio Montes se le ponen los ojillos rijosos cuando despacha vermús a las mujeres de la vida, la mayor felicidad de un hombre es mirar para el arranque de las tetas de una mujer y si le dejan a uno pasar el dedo con cuidado mejor aún, no hay nada comparable a la piel que tienen las mujeres en el arranque de las tetas, tan suave y resbaladiza, da gusto, pero no se dejan, las mujeres van demasiado a lo suyo se ríen de los pobres, son unas malas putas que lo único que quieren es ver cómo los hombres se gastan los cuartos, venga, venga, hasta que se quedan sin un real y tienen que volver andando hasta sus casas, las mujeres lo único que quieren es que les paguen vermús y boquillas de ámbar, entonces sonríen y se dejan tocar, las mujeres siempre tienen prisa, son como de agua. Al cadáver de Calvo Sotelo tardan lo menos media hora en dejarlo en el lugar previsto, cuartel 9 manzana 2, el jefe de Renovación Española don Antonio Goicoechea pronuncia un discurso, juro ante Dios y por España que este crimen no quedará sin venganza, en el cementerio se pronuncian frases muy solemnes y peligrosas, hoy es día de entierros solemnes y peligrosos, los muertos son siempre solemnes (los vivos disfrazan su miedo de solemnidad), los mártires son siempre peligrosos (los vivos disfrazan su miedo desafiando al peligro), el pez muere por la boca y el hombre es atenazado y zarandeado por sus propias palabras. Don Gerardo no baila más que el pasodoble y tampoco le gusta mayormente, a la Ginesa la baila el cerillero Senén por delegación, a las mujeres conviene cansarlas un poco para que suden y se ablanden, don Gerardo piensa que las mujeres son como las cabras, criaturas que tienen la carne correosa, da gusto ver saltar a las cabras y a las mujeres, lo malo es meterles el diente así de buenas a primeras, de golpe y porrazo y sin ponerlas en adobo, a las mujeres se les debe tratar con mucho respeto y consideración y no negarles nada, ¿qué quieren cenar?, pues se les echa de cenar, con postre, vino de marca, café y pipermín, aquí no vale querer hacer ahorros, ¿que quieren una sortija con una aguamarina o un rubí?, pues se les compra una sortija con una aguamarina o un rubí, ¿que lo que quieren es una sortija con una esmeralda o un brillante?, entonces se les dice que no, que no tienen cuerpo para chaleco y que se estén calladas y no mareen, ¿que quieren bailar?, se hace una seña y el cerillero Senén las saca a bailar el fox-trot y el tango o lo que le echen, a las mujeres hay que complacerlas, se debe ser galante con las mujeres y tratarlas bien. A Juanita Cruz señorita torera le dieron un aviso en Valladolid, lo pone el periódico, la verdad es que tuvo poca suerte con el ganado que le salió mansurrón, a la Amanda Ordóñez le gusta más Enriqueta Palmeño, ¡dónde va a parar!, y la rejoneadora Beatriz Santullano, que monta a caballo como Dios, parece una centaura, no se dice centaura, bueno pues una amazona, las tortilleras lo pasan divinamente aplaudiendo a las rejoneadoras, Amanda Ordóñez no es tortillera quede claro, hace a pelo y a pluma, los guardias de asalto también montan muy bien a caballo, peor que las rejoneadoras pero muy bien, tienen mucha práctica, en las Ventas hay unos retenes de guardias de asalto esperando acontecimientos, parecen tranquilos pero están nerviosos, hay días en los que todo el mundo está nervioso, días en los que se enciende un fósforo y acaba todo ardiendo y por los aires, se conoce que hay días más comburentes que otros, a lo mejor son las fases de la luna tú no lo sabes bien, o las mareas vivas cuyo efecto alcanza hasta muchas leguas tierra adentro, tu tío Jerónimo dice que los gobernantes son los culpables del nerviosismo de los gobernados, a lo mejor está en lo cierto, los nervios son tan contagiosos como la sarna y los gobernantes tienen la obligación de no toser ni escupir arañitas de la sarna sobre los gobernados, cuando los gobernantes están sarnosos acaba rascándose todo el país. A Guillermo Zabalegui su tía Mimí le pegó unas ladillas como nécoras, vergüenza debiera darle ser tan distinguida y tan guarra, las ladillas no producen enfermedad pero pican como si la produjeran, pican un horror. Entre los asistentes al entierro de Calvo Sotelo y los guardias de asalto se producen choques y escaramuzas a la altura de las Ventas, antes de la casilla de los consumeros, hubo sangre, más sangre de la necesaria, muertos y heridos, algunos dicen que un muerto y otros que cuatro, la gente cuando está nerviosa mata y muere más de prisa que cuando está serena. No pongas cara de circunstancias ni para mirarte al espejo ni para hacerte una foto de carnet, pon cara natural y no tuerzas la boca corno si te hubiera dado un aire, naturalidad, ante todo naturalidad, igual que en la gimnasia sueca, naturalidad y ritmo, nada de movimientos bruscos, tú mírate al espejo sin hacer muecas, sabes bien que es difícil pero debes sobreponerte. A Magdalena los gusanos todavía no han empezado a tirarle de los músculos de la cara, de los músculos de la frente, de los ojos, de las comisuras de los labios, para reírse con las muecas que nadie ha de ver, ni aun ellos, que son completamente ciegos y están completamente a oscuras, sería curioso hacer una película de la cara de los muertos, minuto a minuto, para estudiar sus muecas inútiles y gratuitas. Tú mírate al espejo con naturalidad y sin hacer muecas ni visajes como los muertos y huye después todo lo de prisa que puedas, no importa que alocadamente y sin rumbo, tú vas huyendo de las salpicaduras de la muerte, de las salpicaduras de sangre, de las salpicaduras de mierda, y poco importa que te estrelles contra la pared, los insectos espantados también se estrellan contra la pared y casi no hacen ruido, caen como sombras veloces, aletean un poco y después se quedan quietos de repente, con vida o sin vida, muertos o simuladores de la muerte, hasta que el viento los barre y se los lleva lejos a donde nadie guarda testimonio de su muerte ni de su simulación, el infierno de los insectos es menos complicado que el de los hombres, es más vacío pero más clemente, el hombre es tan ingenuo y soberbio que cree que no hay más infierno que el suyo, los demás animales desaparecen con la muerte y para ellos no hay valle de Josafat ni resurrección de la carne, ni para ellos ni para los negros enanos, ¿a quién se le ocurre imaginarse el valle de Josafat lleno de negros enanos desconocedores del reglamento?, no, no, hace ya tiempo que la traición se agradece sí, pero no se premia, eso era antes, cuando los hombres todavía Podían arrepentirse cien veces y morir de viejos y en la cama, tú sal huyendo antes de que sea tarde, cada minuto que pierdes es un minuto que das de ventaja al mundo, ese enjambre hostil y venenoso, y el mundo ya bastantes ventajas se toma sin pedir permiso, tú sal huyendo y no pierdas ni un solo instante en poner cara de circunstancias, nadie habrá de sonreírte con misericordia. A Gabriel Seseña se le mueven todos los dientes, la piorrea es mala enfermedad que desbarata la dentadura y produce vómitos y hedor, Bella Turquesa tiene mucho estómago y mucha paciencia, puede ser que lo único que tenga sea mucho miedo, las cosas no están como para andarse arriesgando y moviéndose de un lado para otro, lo mejor es estarse quietos y esperar a que el temporal amaine, no hay mal que cien años dure, lo malo es que tampoco hay hombres y mujeres que cien años duren, vamos, hay muy pocos y los pocos que hay se cuidan y hacen vida sana, la muerte es como una cancela que interrumpe el camino, no es muy alta pero tampoco se puede saltar porque cuando llega el momento las piernas no obedecen y el corazón tampoco responde, la mujer es muy supersticiosa y paralítica y salta con dificultad y desgraciadamente, Bella Turquesa prefiere estarse quieta y cerrar los ojos, a Bella Turquesa no le importa besar a Gabriel, hasta le gusta, y moverle los dientes con la lengua, cada día se le mueven más, Bella Turquesa es muy sumisa y se deja amar sin ninguna reverencia, más cornadas da el hambre, y sin protestar, Gabriel la trata a agradecidos latigazos, el día de su santo le cagó entre las tetas y la obligó a dormir en el suelo por puta, por desgraciada y por guarra, eso fue lo que le dijo, Bella Turquesa se calló y lloró por lo bajo después se quedó dormida, venga, súbete aquí muerta de hambre, ¡anda que si no te quisiera como te quiero!, venga, límpiate la mierda con la colcha, Gabriel Seseña tiene que ir al dentista, lo viene pensando desde hace ya algún tiempo, todo es consecuencia de todo y en La Cigale Parisién hay mucho maricón suelto, en cualquier momento puede presentarse la policía y cerrar el local. A las tres y media de la tarde la gente suele estar metida en sus casas oyendo la radio o descabezando un sueñecito en la mecedora, algunos entierros arrastran mucha gente, hoy es día con el cementerio lleno de gente, primero unos y después otros, a las tres y media de la tarde hace calor y la gente no anda por la calle, es martes y tú esperas a Toisha en la estación de metro de Sevilla, son las tres y media de la tarde y Toisha va de medio tacón, casi sin pintar y con la mata de pelo recogida, no os decís ni palabra, ella va delante y tú detrás a cinco o seis pasos, os metéis por Peligros y al llegar a la calle de la Aduana Toisha dobla la esquina, tú vas detrás a tres o cuatro pasos, le das alcance mismo en la puerta, ¡amor mío, a qué cosas me obligas, estoy temblando!, no mujer… Toisha y tú os besáis ya en el portal del meublé de la Merceditas y después os pasáis la tarde en la cama amándoos honestamente, Toisha es más honesta que tú, la verdad es que Toisha es más honesta que nadie. Don Estanislao Montañés está como medio triste, ¿qué le pasa a usted, lo veo como triste?, ¿a mí?, no, no me pasa nada muchas gracias, estoy preocupado eso es todo, los acontecimientos van tomando muy mal cariz. La Tropical está en la misma manzana que el meublé de la Merceditas, don Leoncio Romero toma café y su medicina para la tos, la armadura de hierro de la pierna le pesa hoy más que nunca, ¡mira que es lata esto de andar chirriando como un tranvía! El gobierno suspende las sesiones de Cortes. Artículo único. A partir de esta fecha quedan suspendidas las sesiones de Cortes durante el plazo de ocho días. Dado en El Pardo a 14 de julio de 1936. Manuel Azaña. El Presidente del consejo de ministros, Santiago Casares. Doña María Luisa la encargada de Naciones 3 al alimón con doña Margarita, padece de los bajos como casi todas las mujeres de este mundo, unas por una causa y otras por otra, óvulos Chaumel al actiol, según aviso de los médicos más eminentes constituyen el remedio más eficaz contra todos los desarreglos y enfermedades de los órganos especiales (genitales) de la mujer. La ciudad es como los perros y como las liebres, lame la mano de quien le zurra y también se estremece sin disimulo y despavoridamente empujada lo mismo por los caprichos ciertos que por los falsos, si las ciudades pudieran huir ya no quedaría ni una sola ciudad en el mundo, lo que pasa es que las ciudades no pueden huir, tampoco saben, las ciudades son como perros sin olfato o como liebres asmáticas y derrengadas, a veces has pensado que las ciudades pueden salir huyendo aunque fuera arrastrándose, no es así, las ciudades no huyen, se ahogan, se devoran a sí mismas, se disuelven como la piedra de azúcar en el café, pero no huyen, mueren varadas en el mismo lugar donde nacieron, lo más un poco más cerca del río o de la carretera. Don Nicolás Mañes le engrasa y le repara de balde la pierna ortopédica a don Leoncio Romero, entre amigos no se cobran estas minucias, no merece la pena, don Estanislao Montañés dice que don Nicolás es muy generoso y correcto pero que don Leoncio en cambio no es más que un cojo desagradecido y malaúva, quizá tenga razón. A los personajes históricos hay que mirarlos desde lejos, vistos de cerca desmerecen, en la plaza de la Bastilla a estas horas, Marat, Robespierre y Víctor Hugo, desde sus retratos, aleccionan a los parisienses que desfilan con su insignia o con su banderita en la solapa, el mundo no se arregla porque a la gente le gusta desfilar con sus insignias y sus banderitas, todo tendría mejor compostura si el pleito estuviera planteado entre aficionados y no aficionados a estos alardes, lo malo es que a la gente le gustan los desfiles y el cachondeo, lo único que cambian son las insignias y las banderitas, se conoce que eso les da más fuerza o al menos se lo creen, Matiítas pasaría menos miedo si pudiera pasear con una insignia en la solapa sin que le rompieran la boca, ahora le rompen a uno la boca al menor descuido y Matiítas no quiere exponerse y hace bien, a uno le rompen la boca y después ni agradecidos ni pagados. El último estado de la desesperanza es el de quien teme tanto a la muerte que vive muerto de miedo porque ignora cómo y cuándo ha de morir, algunos al final se matan de una manera atroz para salir de dudas, es mala compañía el miedo, dolorosa y amarga compañía que no se puede abandonar como un paraguas o un feto, el último estado de la desesperanza es el de los agonizantes que quisieran llevar ya muchos años muertos y no pueden porque el corazón les sigue mojando las alas con su compás medio cínico y medio vergonzante. No, no vuelvas la cara, de nada ha de servirte, la memoria es un planeta del que nadie podrá echarnos jamás ni aun uno mismo, en un momento de decisión puedes quitarte la vida o en un momento de indecisión también, pero tu memoria por mínima que fuere no podrás borrarla nunca del todo de la memoria de los demás o al menos de la memoria de alguien, una puta enferma, una madre amantísima, una esposa infiel, un amigo que te prestó cinco duros, la novia soñadora, el policía que siempre te miró con malos ojos, un mendigo que toca el acordeón, etc., en la Biblia se dice que un abismo llama a otro abismo, se puede caminar por el borde del abismo pero no por una telaraña de abismos, hártate de amara Toisha desnuda y después cuando vuelvas a quedarte solo cierra los ojos para sentirte aún vivo y en su contacto, deja que sean otros los que se maten, tú no quieres morir, tú quisieras vivir eternamente, estás enfermo y muy delgado pero no quieres morir no, de ninguna manera, lo que quieres es acostarte con Toisha o con quien se deje y recitar versos de fray Luis y de Antonio Machado, también te gusta mirar para la gente y hacerle extraños visajes para que te tomen por tonto, es muy descansado cojear con un brazo encogido como los tontos, tu tío Jerónimo no cree en Dios pero lee a los santos, según san Anselmo el que piensa en la muerte no muere de repente, eso es bien cierto y sirve para todo (a lo mejor no sirve para todo), el odio llama al odio y es amamantado por el odio, el odio no estrangula al odio sino que lo nutre y vigoriza, el amor llama al amor y es amamantado por el amor, el amor no estrangula al amor sino que lo nutre y vigoriza, el día que los hombres y las mujeres se amen a la luz del sol en los parques y en medio de la calle se cerrarán muchos abismos de odio, de concupiscencia y de hastío, algún día será creada la benemérita orden de las putas de la caridad, que dedicarán su existencia a brindar a los débiles y lisiados no resignación y conformidad sino lo que nadie les brinda, besos en la boca y un cuerpo en cueros sobre el que refocilarse como si no fueran enfermos y tullidos, puede que ya no falten cientos de años, si la gente creyera en la existencia del alma y en la igualdad de las almas todos encontraríamos razonable que los ciegos y los paralíticos y los babosos también quisieran dormir abrazados a una mujer desnuda. En el frontón Rosales se juegan dos partidos por la tarde, Lolín y Mirenchu contra Filo y Fermina y Paz y Emil contra Angelines y Elena, y otros dos por la noche, Juanita y Poli contra Filo y Concha y Paquita y Vasquita contra Carmenchu y Lolilla, las señoritas raquetistas tienen muy buena planta y son ágiles, jóvenes y fuertes, sus novios en cambio son más bien canijos y van muy repeinados, es algo que no tiene mayor explicación como no sea que bailan muy bien y juegan al billar como los ángeles, Toisha es amiga de Mirenchu y algunas veces vais juntos al frontón Rosales a verla jugar, unas veces gana y otras pierde, a Toisha le hubiera gustado ser pelotari, más de una vez te lo dijo, lo que pasa es que ni se atreve a decírselo a su padre, menudo es su padre. A lo mejor no está tan lejos como se piensa el día en que las mujeres bellísimas y saludables salgan a buscar a los hombres feos, débiles y contrahechos, la liquidación de los seductores puede producirse en cualquier momento, sólo falta que ardan algunas manías, algunas costumbres, para que se produzca esa liberación de la mujer, a la lujuria no suele relacionársele con la misericordia y eso es una idea equivocada, ya llegara el tiempo que lo demuestre, a Toisha no le puedes hablar de esto porque no lo entendería, ni su amiga la pelotari Mirenchu tampoco, las mujeres son capaces de todo menos de admitir los cambios de la costumbre. La Engracia y Agustín se encuentran a la salida del trabajo igual que todas las tardes, la Engracia y Agustín varían poco, la Engracia tiene muy mal semblante, está ojerosa y pálida y los ojos se le enseñan escocidos como de haber llorado, ¿quieres que vayamos un rato al cine?, no, prefiero dar una vuelta y respirar al aire, estoy muy cansada. El cadáver de Juanita Rico está enterrado detrás de la tumba de Pablo Iglesias, en una sepultura sencilla, Juanita Rico Hernández, 21 de junio de 1934, a los veinte años de edad, tú crees que a Juanita Rico la mataron el día 10, casi podrías jurarlo, pero el letrero dice el 21, Juanita Rico era amiga de la Engracia, los domingos iban juntas a la sierra y en Madrid también se veían de vez en cuando entre semana, la muerte de Juanita Rico y de su hermano, también mataron a su hermano, impresionó mucho a la Engracia y la tuvo cinco o seis días sin poder dormir, nerviosa y con calentura, desde entonces se cansa con frecuencia y le dan ahogos como si fuera asmática, no le duran mucho pero tiene que salir a respirar el aire, el médico le dice que son los nervios y que eso se le quitará en cuanto se case, el médico no sabe ni por dónde se anda porque la Engracia, a los efectos que se piensan, y a está casada y más que casada, la Engracia fue testigo del asesinato de Juanita Rico, venían de la sierra en el mismo autocar y la mataron en cuanto pisó la acera desde un coche en marcha. Nadie, ni aun los suicidas, elige su muerte, pero la muerte vuela sobre las cabezas de todos dando palos de ciego, la muerte tampoco elige a los muertos, le basta con señalarlos con el dedo aunque no mire, a la muerte le es lo mismo un muerto que otro. A Miguel Mercader no lo mataron, si le dan un poco mejor lo matan, se conoce que la muerte no lo señaló con el dedo, le anduvo cerca pero no lo señaló, ¿te duele la cabeza?, ya menos, el médico dice que tengo que estar dos o tres días en la cama. Al cadáver del rey Cirilo de Inglaterra le pintaron la punta de la nariz con albayalde, le dieron polvo de teja en las mejillas y le metieron una zanahoria en la boca, sus caballeros se desternillaban de risa y algunos hasta se mearon por los pantalones, hay cosas que tienen verdadera gracia, no puedes negarlo. Juanito Mateo es incansable, en cuanto la Leonorcita se descuida ya está metiéndole mano, déjame respirar, vida mía, ¿no has tenido bastante?, La educación física, intelectual y moral de los niños, por el abate Simón, delegado del Ilmo. Sr. Obispo de Namur para dirigir la obra de la educación familiar (con licencia eclesiástica), a Juanito Mateo no le preocupan los sermones del abate Simón ni los de nadie, lo que quiere es darse el lote con la Leonorcita, todas las ocasiones son buenas mientras se deje, si yo pongo los ochenta céntimos, ¿me invitas a un vermú?, bueno. No te distraigas viendo cómo las moscas se ahogan en un poso de café, las muertes de las moscas son muy variadas, las hay que se ahogan en un vaso de agua, en un orinal lleno de meados, en una taza de caldo, si las metes en la campana neumática se ahogan también porque les falta el aire, un pájaro se ahogaría lo mismo y un ratón y una niña recién nacida, en una campana neumática que fuese lo bastante grande se podría ajusticiar a los condenados a muerte de una manera muy aseada y barata, se les quita el aire y ya está. Al cadáver de Napoleón Bonaparte lo trataron con más respeto que al del rey Cirilo de Inglaterra, al cadáver de Napoleón Bonaparte nadie le gastó bromas ni de mal gusto ni inocentes ni de ninguna clase, la gente estuvo callada mirando para el cadáver y a nadie se le ocurrió gastarle bromas, esto de gastar bromas es un vicio que acaba convirtiéndose en costumbre pero siempre hay excepciones, entre los viciosos existe como un tacto de codos que nadie se atreve a desequilibrar, la vida se encadena con la muerte y no es posible saltarse un solo eslabón, la humanidad entera se descrismaría. Juanito Mateo cena por 1,70 sopa, par de huevos, bistec con patatas, pan, vino y postre, el restaurante La Marina en la calle del Barco es muy económico, cuando no tiene la 1,70 se la da la Leonorcita, por abono le saldría a menos de 1,40 pero tiene el inconveniente de que hay que pagarlo de una sola vez, la vida sale siempre más cara a los pobres que a los ricos. Don Olegario le lleva las cuentas al señor Félix García el carbonero de la calle de la Cabeza, se las lleva por amistad aunque acepta los seis reales y el vasito de vino que le da cada sábado sin fallar ni uno, carbón de encina superior cuatro sacos de a cuarenta kilos, a 5 pts. servicio a domicilio, 20 pts., leña siete sacos de a cuarenta kilos, a 2,50, 17,50, cisco doce sacos de a cuarenta kilos, a 3 pts., 36 pts., se despacha uno y dos reales de carbón y diez céntimos de cisco, venta al menudeo, carbón 12 pts., cisco 27,80, total 113,30, s.e.u.o., don Olegario tiene muy buena letra y el carbonero está contento con él, es un señor, un verdadero señor, suele decir a sus amistades, da gusto tratar con personas serias y que trabajan con fundamento. Gil Robles se reúne con sus correligionarios en el local de la Ceda, en la calle de Serrano a la derecha según se entra, también asisten a las conversaciones algunos diputados agrarios, dos o tres de Renovación Española y otros tantos independientes, los acontecimientos se precipitan y es preciso estar alerta a su desarrollo, del servicio de vigilancia se encargan quince o veinte miembros de la JAP Indalecio Prieto se reúne con los diputados socialistas en el despacho de Muiño, el secretario de la Casa del Pueblo, en la calle de Piamonte cerca ya de Barquillo, están presentes varios diputados comunistas y de Izquierda Republicana, de Unión Republicana y de la Esquerra, hay fundados rumores de que los militares preparan un levantamiento que quizá se precipite con el asesinato de Calvo Sotelo y es necesario prevenirse y mantener la cohesión del Frente Popular, del servicio de vigilancia se encargan docena y media de miembros de las JSU. Los radicales de Lerroux, los progresistas de Alcalá Zamora y los centristas de Portela Valladares andan cada uno por su lado o se reúnen en los cafés o en casa de algún amigo. Nadie se elige a sí mismo, en esto unos tienen suerte y otros desgracia, Narciso no se eligió a sí mismo, se conformó con sí mismo y apoyó su amor en la conformidad, todos podéis convertiros en Narciso, la historia está llena de Narcisos, es cuestión de que os propongáis encontraros bellos y capaces de recibir amor, el amor más puro y desinteresado es el que siente por sí mismo el hombre que se mira al espejo, que se contempla en cueros en el espejo, que se masturba o se suicida ante el espejo, que toma un espejillo en la mano (cuando ya la familia ha empezado a llorar con toda consideración y respeto) para no perderse ni el mínimo y último gesto de la propia agonía. Tú mírate en el espejo y no sonrías, mantén la serenidad, la muerte ha pintado con su tiza la calavera y el aspa de dos tibias en tu espejo, no las borres con vaho y con un pañuelo o la manga de la chaqueta, es la señal de quienes vais a morir y de nada ha de valerte salir huyendo, no cierres los ojos, contémplate entero y verdadero (o entero y falso) en el espejo, aprovecha que estás como hipnotizado, igual que una gallina a la que miraste a los ojos con fijeza durante un minuto o dos, de un idiota siempre se puede esperar el milagro no es probable que el milagro se produzca pero no debes renunciar a la esperanza.