Dio prueba en la noche

(Este capítulo, escrito en 1938 en colaboración con Kells Elvins, que murió en 1961, en Nueva York, fue después desmembrado y utilizado para los «primeros recortes» de Brion Gisyn, publicados en Minutes to Go).

El capitán Bairns fue arrestado hoy por el asesinato en el mar de Chicago—El Último Gran Norteamericano que vio las cosas de frente y siguió riéndose durante la oscuridad—Disolvencia.

S. S. América—Mar liso como vidrio verde—Navegando en aguas de New Jersey—Una voz refrigerada flota desde micrófonos y ventiladores—:

«Todos permanezcan sentados—No hay motivo de alarma—Ha ocurrido un accidente en la sala de máquinas pero todo está ya/»

BUUUMMM

La explosión hiende el barco—La navaja dentro, señor—El tiró de la manija—

Un paralítico llamado Perkins chilla desde su silla de ruedas destrozada:

«¡Madito higo de buta!»

Bárbara Cannon pasajera de segunda clase estaba acostada desnuda en la cabina de lujo de primera clase—Stewart Hudson se acercó a un ojo de buey:

«Vístete, querida», dijo. «Ha ocurrido un accidente».

El doctor Benway, médico de a bordo, borracho, con un rápido movimiento del bisturí agregó dos pulgadas a una incisión de ocho—

«¡El apéndice EXTRAÍDO! ¡YO SOY quien está extrayéndolo!—¿Qué cree que estoy haciendo aquí?»

«Quizá ya le hayan extraído el apéndice, doctor», dijo la enfermera atisbando por encima del hombro del médico—«He visto una pequeña cicatriz—»

«Quizá el apéndice esté a la izquierda, doctor—A veces ocurre, usted sabe—»

«Deje de echarme el aire en la nuca—Ya lo he previsto—¿Cree que no sé dónde está el apéndice?—Estudié apendicitis en Harvard en 1910—» Levantó la pared abdominal a lo largo de la incisión dejando caer la ceniza de su cigarrillo—

«Y déme otro bisturí—Este no tiene filo—»

BLUUUMMM

«Cósala», ordenó—«No puedo trabajar en estas condiciones»—Tiró los instrumentos la cocaína y la morfina en su maletín y salió a los tumbos de La Sala de Operaciones.

La señora J. L. Bradshinkel, arrojada de la cama por la explosión, se sentó chillando: «Me vuelvo de inmediato al Sheraton Carlton Hotel y llamaré a los Milwaukee Braves»—

Dos mucamas filipinas la levantaron—«Alcánzame la peluca, Zalameda», ordenó la señora. «Voy a hablar ya mismo con el capitán—»

Mike B. Dweyer, político de Clayton, Missouri, irrumpió en El Salón de Primera Clase donde la orquesta, dopada con nuez moscada, se revolcaba entre sus instrumentos—

«Toquen The Star Spangled Banner», bramó.

«¿A quién quiere embromar, Jack?—Tenemos un gremio—»

Mike fue hacia el tocadiscos automático, eligió The Star Spangled Banner con Fats Terminal en el Órgano Eléctrico y puso un puñado de monedas—

Oh say can you seeeeeeee

El capitán está sentado frente a Lucy Bradshinkel—Es un pelirrojo taimado con cara como de hueso roído—

«Soy la dueña de este barco», dijo La Dama—

La cubierta osciló y la peluca de La Dama se le deslizó sobre una oreja—El capitán se levantó con un revólver en la mano izquierda—Le arrancó la peluca y se la puso—

«Deme ese kimono», ordenó—

La Dama corrió hacia el ojo de buey pidiendo ayuda como todo el mundo en ese barco—El ojo de buey le enmarcó la cabeza—El capitán disparó—

«Y ahora, maldita vieja loca, dame ese kimono—»

I mean by the dawn’s early light

El doctor Benway se abrió paso entre la multitud apiñada frente a la baranda y abordó El Primer Bote Salvavidas—

«¿Todas están bien?» dijo sentándose entre las mujeres—«Soy el médico».

El capitán bajó ágilmente las escaleras alfombradas de rojo—En La Oficina del Comisario un tipo de hombros estrechos metía billetes y alhajas en una valija negra—El revólver del capitán salió rápidamente del corpiño e hizo dos veces fuego—

By the rocket’s glare

El Radiooperador Finch batió un bicarbonato de soda y eructó en su propia mano—«SOS—SOS—El maldito capitán es un lameculo—SOS—Frente a la costa de New Jersey—SOS—Puede olernos—SOS—tripulación hija de puta—SOS—URP—Camarada Finch—Camarada mis pelotas—SOS-SOS-SOS-URP-URP-URP—»

El capitán entró ágilmente en El Cuarto de Radio—A la distancia los testigos observaron la tremenda explosión y un relámpago brillante cuando la radio se detuvo—El capitán empujó a un lado el cuerpo y destrozó el aparato con una silla—

Our flag was still there

El capitán ofreció un brazo rígido a una anciana y llenó El Primer Bote-Salvavidas—Los pasajeros masculinos bajaron el bote entre sacudones—El doctor Benway soltó amarras—La tripulación tomó los remos—El capitán palmeó su abultada valija distraídamente y miró hacia la nave—

Oh say do that star spangled banner yet wave

El tiempo hija—Los pasajeros luchan en torno al Bote Salvavidas K9—Es el único que puede botarse—Joe Sargant, estudiante de tercer año de Teología y MRA, se deslizó entre la multitud e instaló a Perkins en la proa—Perkins se sienta allí con el mentón alzado y una cuchilla de carnicero en la mano derecha.

Be the twilight’s last gleamings

Olas histéricas inundan la cubierta desde la Segunda Clase—«Las damas primero», gritó un vendedor de zapatos con cara enorme y dientes largos—Asió a una matrona de St. Louis y la empujó ante sí—Un cerco de vendedores de zapatos se formó tras ellos—Un disparo y la matrona cayó—El cerco se dispersó—Un hombre con uniforme naval mal abotonado que llevaba un 45 de la primera guerra mundial se metió en el último bote y cubrió a los hombres que estaban en las amarras—

«Bajen este cascajo», ordenó—El bote chocó contra el agua—Se oyó un grito en la cubierta que se bamboleaba—Cayeron cuerpos en torno al bote—Asomaron cabezas en el agua verde—Una mano salió del agua y se aferró al borde del bote—Como un resorte Perkins lanzó una cuchillada—La mano desapareció—Extremos de dedos cayeron en el bote—Perkins empezó a repartir furiosas cuchilladas a derecha e izquierda:

«Bastardos—Higos de buta—Bastardos—Higos de buta—Metodistas ebiscobales condenado Dios—»

O’er the land of the freeee

Barbara Cannon mostró los recuerdos del desastre al periodista: Un cinturón salvavidas autografiado por la tripulación y un dedo humano—

At the home of the brave

«No sé», dijo Barbara. «Este dedo me pone mal».

Gave proof through the night that our was still there

S O S

El fluido pesado y frío se depositó en una aldea montañesa de casas de pizarra donde el tiempo se detiene—Crepúsculo azul—Lugar de los Intoxicados de Silencio—Llegan y arrinconan SOS y se lo llevan en botellas de plomo y se sientan allí dopados en casas de pizarra—En El Azul Fresco o El Gris Frío—dejan una estela de maniquíes ventrílocuos que parlotean—Permanecen allí sentados en frescos bloques de silencio azul y la corteza terrestre ondula bajo su peso de Metal Pesado y Dinero Pesado—El Pesado Pueblo Metálico Azul de Urano—Tramposos vendiendo emisiones falsas acción-universo—Todo vuelve a SOS—Silencio Azul Sólido.

«Nadie puede renunciar al hábito del SOS, pibe—Todos los gritos que vienen del Banco cíe Dolor—Desde El Principio usted comprende explotó profundamente en el metal torturado».

La droga corría por mi carne aullante—Me levanté y bailé La Danza de la Droga—Tenía mis cucharas—Es todo lo que necesito—El pesado fluido frío se depositó en su columna vertebral cayendo junto con cierta mierda realmente grande («Ábrete paso a tiros hacia la turbera»)—comienzo hidráulico usted comprende—Tiempo estrellado se fija en el metal azul—Galaxias suburbanas dopadas—silencio azul en el torniquete—aldea de casas de pizarra—Este sol extranjero en botellas—

Martín llegó a la Conexión Azul en un pesado crepúsculo azul donde el tiempo se detiene—Un lento chofer hidráulico bajó y se fue—Lugar del Pueblo Silencioso—El Capataz le mostró el camino hacia El Dormitorio—Los hombres estaban sentados en bloques de pesado silencio azul frente a una larga mesa y exhibían fotos en lenguaje silencioso de yuxtaposición proyectando el trabajo—jugando al póker por posición y ventaja—

El trabajo era duro y silencioso—Ellos eran canales de irrigación y estanques de peces con complicados motores y cerraduras hidráulicos—Molinos y mapas meteorológicos—(El Propietario tomó cada día fotos de nubes y de montañas moviendo y arreglando sus mapas meteorológicos en un vasto cilindro titilante que giraba con el viento en el techo del Edificio Principal)—Los paneles con fotos del Dormitorio y del Cuarto Diurno cambiaron con el tiempo y las sombras de las montañas en un silencioso crepúsculo azul—Los hombres se tomaron fotos mutuamente y mezclaron compuestos de fotos desplazando combos hacia el viento y los sonidos de agua y las ranas de los estanques de peces—(verdes praderas entrecruzadas por agua negra y arroyos coronadas de hierba donde Martin pescaba en los atardeceres con Bradly que dormía en la litera vecina o en la suya vaivén de cuerpos intercambiándose en el silencio azul—Trabajos trasmutados con partidas de póker y comercio de carne—)

Azul—Titilación en los estanques de peces—Sombras y azules del crepúsculo—calle—ranas y grillos—(entrecruzados en mi cara)

El cuchillo cayó—El vendedor en la litera vecina sangraba silencio azul—Se puso una camisa limpia y los pantalones de Martin—contando cuentos e intercambiando sonrisas—motores polvorientos—El lenguaje cosecha y pez murmurando palabras de aurora norteamericana—Triste pensión familiar—Pálida imagen luminosa de estanques suburbanos y pelo castaño—Charcos y arroyos de fotos grises sobre la caña de bronce—Anticuadas calles matutinas—tamizando nubes y cielo en mi cara—entrecruzados con casas urbanas—

«¿Imagen vacía de ruina hechizada?» Levantó las manos volviéndolas tristemente hacia afuera… «Algún muchacho acaba de escribir un último adiós a través del cielo… Toda la gente-sueño del pasado dice adiós para siempre, Mister» Sombras tardías de la tarde contra su magia negra de todas las películas en el pibe recordado que está allí de pie con el rostro iluminado por el tragaluz del desván en una calle perdida de chimeneas de ladrillos estrella explotada entre nosotros… Pueden ustedes mirar a lo largo de la costa de pizarra hacia un humo de fusil que flamea como una camisa blanca.

INTIMACIÓN

El Pibe de Metal Pesado volvió de unas breves vacaciones azules en Urano y demandó a casi todo el mundo ante los Tribunales Biológicos—

«Están intimándome», dijo durante una entrevista con el periodista—«Y eso no voy a tolerarlo—« Disolvencia

Corredores y patios de Los Tribunales Biológicos—En ellos pululan formas de vida terminales que solicitan desesperadamente prórrogas para permisos expirados y certificados de residencia—Cambistas, buscavidas, abogados clandestinos, todos pretenden tener relación familiar con los oficiales de los tribunales—Medio hermanos y lejanos primos segundos—Defensores y acusadores chillando por los corredores—Levantando garras de insectos, partes animales y avícolas, toda clase de enfermedades y deformidades recibidas—«Bajo las armas» de dedos distintos—Aullando para exigir compensaciones e intentando corromper a los jueces o influir sobre ellos en mil lenguas vivas o muertas, en relámpagos de color y lenguaje de nervios, con danzas catatónicas y pantomimas en las cuales se revelan las horribles condiciones que muchos de ellos han tatuado en la carne hasta el hueso, acechando en silencio la sala de audiencias—Otros llevan estandartes de foto-collages y pantallas de televisión donde sus demandas titilan—Los abogados de Willy suministraron los procesos de baja presión necesarios y Los Supervisores fueron aspirados en la sala de audiencias para El Primer Examen de Testigos—Hombres Verdes en una calma calcárea—Lejano desprecio verde por todas las sensaciones y tendencias del huésped animal que habían invadido con los juegos inexorables del Tiempo-Virus-Nacimiento-Muerte—Con sus enfermedades y drogas de orgasmo y sus formas de vida parásitas y asexuadas—Pueblo de Pesado Metal Urano envuelto en fresca bruma azul de billetes de banco vaporizados—Y el Pueblo Insecto de Minraud con música metálica—Cerebros de insectos fríos con agentes semejantes a las sierras blancas y ardientes afiladas en los Hornos—El juez, a muchos años-luz de cualquier posibilidad de corrupción, lee el sumario gris y calmo con autoridad inflexible—Unas veces aparece como un esbelto muchacho en mangas de camisa otras veces como un hombre maduro de cara enrojecida y también como un anciano parecido al marfil amarillento «Dios mío qué barullo»—dijo al fin—«Silencio en la sala—Espero que todos comprendan qué se entiende por mediación biológica—Eso significa que las formas de vida mediadoras deben abandonar simultáneamente todas las defensas y las armas—eso viene a ser lo mismo—y cualquier conexión con los supervisores retrospectivos bajo condiciones de espacio se fusionan en un solo ser que puede ser satisfactorio y puede no serlo»—Echó una mirada al sumario—«Según parece el demandante Willy Urano y El Pueblo Verde representado por Alí Juan Chapultepec están dispuestos a mediar—Por favor que estas dos hummm personalidades se adelanten—Bueno—Supongo que ustedes dos vacilarían si pudieran ver—Por suerte ustedes no están demasiado sumariados—Desde luego deben entregar todas sus armas para que continuemos con lo que quede—Guardias—Llévenlos a las cámaras de desinfección y después a Los Laboratorios Biológicos»—Se volvió hacia Los Supervisores—«Espero que los habrán preparado bien—No necesito decirles que—Desde luego esta es sólo La Primera Audiencia—Un tribunal superior examinará los resultados de la mediación—»

Horrible condición causada por unas breves vacaciones azules en Urano—Traslade a todo el mundo al Tribunal Biológico: El abogado de Willy entregó la citación—Dijo en una entrevista siempre insistiendo y siempre para—Disolvencia—Cámaras—Pueblo Verde—un remoto desdén verde produce mensajeros y buscavidas clamando por los huéspedes que poseían—(El Tribunal de los Hermanos Profesionales y Juegos de Siglos Vegetales)—Solicitantes y demandantes de verde vida asexuada aúllan en los corredores un remoto sereno mineral recibido—en casas azules de pizarra y danzas catatónicas que ilustran el retorno del Pesado Pibe de Metal—Muchos tenían enfermedades tatuadas y entablaron demanda contra Las Cámaras de Audiencia—

«Me ofrecen un corto proceso necesario»—Multitudes aullantes irrumpieron en los corredores la sala de audiencia y los patios—La sensación y la tendencia a establecer contacto con oficiales invadidos por la inexorable piedra caliza y los primos segundos—Virus y drogas quejosos y defendiéndose—Pueblo de Pesado Metal de Urano envuelto en la túnica de mil lenguas vivas que hacen crecer sobre ellos azul y enfermedades horribles—La breve nota de la droga en alta fidelidad clamando por compensación—La espina dorsal congelada por la droga atraviesa con relámpagos de color la pesada bruma azul de billetes de banco—Los peticionarios y demandantes gritan en los corredores envueltos en: «Dios mío qué barullo»—Levantan las garras insectos ajenos de toda comprensión qué herramientas supongo—A veces él aparecía en cuanto quedaba—Todos comprenden supongo qué tendencias del animal significan que la mediación no es sino una inexorable jugada del Tiempo—

ÚLTIMO RESPLANDOR DEL CREPÚSCULO

Los dioses del Tiempo-Dinero-Droga se reúnen en un pesado crepúsculo azul flotando sobre pisos de bancos para comprar una fuerza tramposa y una extensión de sus permisos anulados—Están frente al Hombre que Escribe a Máquina—Calmo y gris con autoridad inflexible presenta el auto:

«Diga sólo que esto debió ser evidente respecto de la Clase de Cuarto Orden de la Droga—Diga únicamente El Ángel Profundo del Señor de la Muerte—Diga que he anulado sus permisos con el Tiempo-Dinero-Droga de la tierra—No sabiendo qué es sin saber que yo no sabía—Toda la droga de ustedes fuera en la apomorfina—Todo el tiempo y el dinero de ustedes fuera en polvo de palabras y calles y humo flotante—Calle sueño del cuerpo se disuelve en la luz…».

El Dios Intoxicado arrebata El Auto: «Llévenlo a Los Hornos—Quemen lo que ha escrito»—Baja corriendo por un pasillo de hospital hacia El Conmutador de Control—«No irá muy lejos».—Un millón de policías y de guerrilleros están allí perros eléctricos temblando—fusiles antenas de luz—

«Llamaste a la cana—Soplón de mierda—»

«Es tu policía que habla tu lenguaje—Si debes hablar debes responder en tu lenguaje—»

«Stop-Alto-Halt»—Un millón de balas de plata atravesó cuanto yo dije—El Dios Intoxicado cae—Polvo gris de escoba barrido por un viejo drogado en países subdesarrollados—

Un pesado crepúsculo azul que flotaba avanzando arrebata el auto—Tiempo-Dinero-Droga se reúnen para comprar: «Llévenlo a Los Hornos—Quemen lo que ha escrito—»

«Diga únicamente El Ángel Profundo Señor de M»—Baja corriendo un pasillo de hospital—Sus cuerpos he escrito—Su muerte llamó la policía—El Dios Intoxicado cae en un pesado crepúsculo azul que flota sobre los que están listos con fusiles apuntando—Tiempo-Dinero-Droga en todos sus lenguajes—Los suyos—Debe responderles—Sus cuerpos—He escrito su muerte granizo de balas de plata—Ahora podemos decir no. ¿Prematuro? Pienso que la boca del auditor fue detenida por su propia boca—Con su mirada gris marchitó una plateada comprensión perimida—Yo pediría cambios pero realmente el billete que estalló no ha dejado tiempo—En todo caso debo irme—Poco tiempo de manera que diré buenas noches dadas las hummm circunstancias—Ahora, la gripe española no estará de nuevo en la ventana tocando el viento en neón verde—Usted comprendiendo el cuarto y ella decía: «Uy qué bajada tan larga»—El café del encuentro está cerrado—si quiere una taza de té—estallido juvenil usted entiende—tantos y taan—Lo importante es siempre el coraje de dejar que las cosas marchen por sí solas—Una vez más tocó la ventana con su fresca mirada de plata fuera en el frío aire primaveral una pregunta incolora flotó por los pasillos de ese hospital—

«La Policía Cosa retiene todos los Informes del Cuarto del Directorio»—Y no estamos autorizados para presentar las Cuentas del Desastre—Mano de viento atrapada en la puerta—Explosivos Hombres Bio-Avance fuera del espacio para emplear al Electricista—En grieta de gasolina de la historia—El último de los héroes galantes—«Yo soy usted en las huellas de Mr. Bradly Mr. Martin»—No podía alcanzar la carne con el botón del tablero—Y hora cero hacia las huellas calientes—largo tiempo entre soles sostuve el sobretodo anticuado—Deslizándome entre luz y sombra—Murmurando en los perros del insólito resultado final—A través de las galaxias heridas interceptamos—Veneno de sol muerto en su cerebro desapareciendo lentamente—Monos migratorios en grieta de gasolina de la historia—Explosivo bio-avance fuera del espacio hacia el neón—«Yo soy usted, Mano de Viento atrapada en la puerta—« No podía alcanzar la carne—Al sol sostuve el abrigo anticuado—Mano Muerta apretando la garganta—Último en presentar la cuenta del desastre en huellas—Vea a Mr. Bradly Mr.—

Y no podía no oír, siendo ciego: «Mr. Bradly Mr. Martin, desastre para mi sangre, que he creado—» (El agua poco honda llegó con la marea y el Río Sueco de Gothenberg.)