Últimas palabras

Que se oigan en todas partes mis últimas palabras. Que se oigan en todos los mundos mis últimas palabras. Oigan todos ustedes, sindicatos y gobiernos de la tierra. Y ustedes, autoridades que apañan negociados inmundos concertados vaya uno a saber en qué letrinas para apoderarse de lo que no es de ustedes. Para vender el suelo bajo los pies de los que no nacerán—

«Que no nos vean. No les digan qué estamos haciendo—»

¿Estas son las palabras de los omnipotentes directorios y sindicatos de la tierra?

«Por Dios que no salga a relucir lo de la Coca-Cola—»

«Ni el Negociado del Cáncer con los venusinos—»

«Ni el Negociado Verde—Que no se den cuenta de—»

«Ni de la muerte del Orgasmo—»

«Ni de los hornos—»

Oigan: a todos ustedes me dirijo. Muestren sus cartas jugadores. Paguen todo paguen todo devuélvanlo todo. Jueguen todo jueguen el resto. Para que todos vean. En Times Square. En Piccadilly.

«Prematuro. Prematuro. Danos un poco más de tiempo». ¿Tiempo para qué? ¿Para más mentiras? ¿Prematuro? ¿Prematuro para qué? Digo a todos que estas palabras no son prematuras. Estas palabras pueden ser demasiado tardías. Faltan minutos. Minutos para el objetivo enemigo—

«Archisecreto—Archivado—Para Uso del Directorio—La Élite—Los Iniciados—»

¿Son estas las palabras de los omnipotentes directorios y sindicatos de la tierra? Estas son palabras de mentirosos cobardes colaboracionistas traidores. Mentirosos que quieren más tiempo para más mentiras. Cobardes que tienen miedo de enfrentar con la verdad a los «perros», a los «negativos», a los «mandaderos», a las «bestias humanas». Colaboracionistas con la Gente Insecto, con la Gente Legumbre. Con cualquier clase de gente de cualquier parte que les ofrezca un cuerpo para siempre. Para cagar por los siglos de los siglos. Para eso han vendido ustedes a sus hijos. Han vendido el suelo bajo los pies de los que nunca nacerán. Traidores de todas las almas en todas partes. ¿Necesitan el nombre de Hassan i Sabbah para sus inmundos negociados? ¿Para vender a los no nacidos?

¿Qué miedo los ha hecho refugiarse en el tiempo? ¿En el cuerpo? ¿En la mierda? Lo diré: «la palabra». La Palabra Extranjera «la». «La» palabra del Enemigo Extranjero «los» aprisiona en el Tiempo. En el Cuerpo. En la Mierda. Prisioneros, salgan. Los grandes cielos están abiertos. Yo Hassan i Sabbah borro la palabra para siempre. Suprimo todas las palabras de ustedes para siempre. Y también elimino las palabras de Hassan i Sabbah. A través de todos sus cielos lean la escritura silenciosa de Brion Gysin Hassan i Sabbah: trazada sobre Nueva York el 17 de setiembre de 1899.

SALGAN, PRISIONEROS

«No escuchen a Hassan i Sabbah», les dirán. «Quiere arrebatarles el cuerpo y todos los placeres del cuerpo. Escuchémonos nosotros. Les ofrecemos el Jardín de las Delicias Inmortalidad Conciencia Cósmica Lo Mejor en Materia de Drogas. Y amor amor amor a baldazos. ¿Qué tal les suena muchachos? ¿Mejor que Hassan i Sabbah y su fría ventosa incorpórea roca? ¿No es cierto?».

A riesgo inmediato de descubrir que soy el personaje más impopular de toda ficción —y la historia es ficción— debo decir esto:

«Reúnan el estado de las noticias—Investiguen desde el estado hasta el autor—¿Quién monopolizó el Amor el Sexo y el Sueño? ¿Quién monopolizó Time Life y Fortune»? ¿Quién les quitó lo que es de ustedes? ¿Lo devolverán todo ahora? ¿Alguna vez han dado algo a cambio de nada? ¿Alguna vez han dado algo más de lo que tenían para dar? ¿Acaso no han vuelto a apoderarse de lo que habían dado cada vez que ha sido posible y siempre lo ha sido? Oigan: el Jardín de las Delicias que les prometen es una cloaca—Me ha costado algún esfuerzo trazar el mapa de esa red de cloacas en las partes llamadas pornográficas de Almuerzo desnudo y Máquina blanda—La Inmortalidad la Conciencia Cósmica el Amor que les prometen es mierda de tercer orden—Sus drogas son venenos destinados a provocar el auge de la Muerte Orgasmo y los Hornos de Nova—Apártense del Jardín de las Delicias—Es una trampa devoradora de hombres que remata en una gomosidad verde—Tírenles a la cara ese sucedáneo de Inmortalidad—Se hará trizas antes de que ustedes puedan salir de La Gran Tienda—Echen al inodoro sus drogas—Están envenenando y monopolizando las drogas alucinógenas—Aprendan a hacerlas sin trucos químicos—Lo único que ofrecen es una pantalla para ocultar su retirada de la colonia que han administrado de manera tan lamentable. Para ocultar los preparativos del viaje y no tener que pagar a los electores después de traicionarlos y venderlos. Cuando tengan lista la huida volarán este lugar.

Y mi programa de austeridad total y resistencia total ¿qué puede ofrecerles a ustedes? No les ofrezco nada. No soy político. Esta es una situación de extrema urgencia. Y estas son mis instrucciones para la situación de extrema urgencia si se cumplen ahora mismo quizá impidan el desastre total:

«Pueblos de la tierra, los han envenenado. Conviertan toda la existencia disponible de morfina en apomorfina. Químicos: trabajen de sol a sol en la variación y la síntesis de la fórmula de la apomorfina. La apomorfina es el único recurso que podrá desintoxicarlos y cortar la dirección del rayo enemigo. Apomorfina y silencio. Ordena resistencia absoluta contra esta conspiración para liquidar a los pueblos de la tierra con sucedáneos que no sirven de nada. Ordena resistencia total contra La Conspiración de Nova y contra todos los que están metidos en ella.

»El propósito de todo cuanto escribo es denunciar y detener a los Criminales de Nova. En Almuerzo desnudo, Máquina blanda y Expreso Nova revelo quiénes son y qué están haciendo y qué harán si no los detienen. Faltan minutos. Almas podridas por sus drogas orgasmo, carne estremecida por los hornos de Nova, prisioneros de la tierra: es el momento de salir. Con ayuda de ustedes podemos ocupar El Estudio Cinematográfico de la Realidad y reconquistar el universo del Miedo la Muerte y el Monopolio.

Firmado: Inspector J. Lee, Policía de Nova»

Posdata de El Regulador: Quisiera lanzar una voz de alarma—Hablar es mentir—Vivir es colaborar—Cualquiera es un cobarde frente a los hornos de Nova—Hay grados de falsa colaboración y de cobardía—Lo cual significa grados de intoxicación—Y es precisamente un problema de regulación—El enemigo no es hombre no es mujer—El enemigo sólo existe donde no hay vida y siempre actúa para llevar la vida a situaciones extremas e insostenibles—Ustedes pueden apartar al enemigo de su línea mediante el uso de la apomorfina y el silencio—Usen la droga de la cordura la apomorfina.

«La apomorfina está hecha de morfina pero su efecto psicológico es completamente distinto. La morfina deprime el cerebro frontal. La apomorfina estimula el cerebro posterior, actúa sobre el hipotálamo para regular el porcentaje de los varios componentes del suero sanguíneo y así normaliza la composición de la sangre». Cito de La ansiedad y su tratamiento, del doctor John Yerbury Dent.

SUÉLTENSE Y ESCUCHEN

Yo viajaba con el Pibe Intolerable en La Calaverada de Nova—Estábamos medio dopados después de una trifulca que implicaba esa acumulación de tiempos inversos y paralelos; cuando ustedes lleguen al final de una película biológica sólo tienen que pasarla al revés y empezar de nuevo—Nadie nota la diferencia—Como si nadie hubiera estado allí antes de la película.[2] De modo que empiezan ellos a pasarla al revés y el proyector revienta y nosotros salimos a la disparada antes de la detonación—Metidos en esas frescas montañas azules el aire líquido en nuestras vértebras oyendo una nota de la droga en alta fidelidad que nos deja duros como si fuéramos de metal y nos pone fuera de circulación durante mil años.[3] Sentados allí en una casa de pizarra envueltos en túnicas de carne anaranjada, una bruma azul flotando en torno a nosotros cuando captamos el llamado—Y no bien pongo un pie en Patania olfateo ese hedor a metal quemado de nova.

«Arranca de una vez», dije al I & I (Inmutable e Irresistible)—«Este es un planeta incendiado—En cualquier momento estallará este burdel de mierda».

Entonces el Intolerable I & I resopló desdeñoso y dijo: «Sí. Cuando sucede, sucede de golpe—En esta clase de trabajo no hay que dormirse».

Y uno siente bajo los pies que todo el edificio se hincha como un dique a punto de estallar—El periódico a puesto a nuestra disposición un auto y vamos en él desde el aeropuerto el Pibe ante el volante con el pie clavado en el acelerador—Ha estado a punto de atropellar a un grupo de peatones que aúllan a nuestras espaldas: «¿Qué se han propuesto? ¿Matar a alguien?»

Y el Pibe saca la cabeza y dice: «¡Sería un placer, pelotudos! ¡Nativos de mierda! ¡Perros terrestres!»—Los ojos se le incendian como una antorcha y me doy cuenta de que está realmente en forma—De modo que nos ponemos manos a la obra—Sentamos en seguida nuestros cuarteles en la Tierra de los Libres de donde ha llegado el llamado que es realmente libre y está abierto a toda forma de vida cuanto más fea mejor—Bueno no hay nada más feo que El Pibe Intolerable y este periodista que lo acompaña—Cuando un planeta está listo para partir llaman al I & I para que vaya de bando en bando agitando e insultando a todos los partidos antes y después y lo hace tan bien que todos dicen: «Antes de que yo pueda poseer una pulgada todo este burdel de mierda saltará en pedazos».

Allí entramos—Hay que ser rápidos en esta clase de faena—Y el I & I es rápido—En una fracción de segundo se larga una pedorrera en un centenar de caras escupiendo intolerables insultos—Teníamos el plan, lo que ellos llaman Los Libros del Directorio que sirven para mostrarnos qué pasa en este poblacho de mala muerte: Tres formas de vida incómodamente parásitas sobre una cuarta forma que empieza a avivarse. Y el planeta entero en una agitación de histeria absoluta a causa del pánico. Así es como nos gusta verlos.

«Esta va a ser una jugada muy fácil», dice El Pibe.

«Sí». «Demasiado fácil para mi gusto. Aquí hay gato encerrado, Pibe. Huelo algo malo».

Pero El Pibe no me oye. Ahora bien: todas esas formas de vida provenían de las condiciones más insoportables: lugares calientes, lugares fríos, embolias terribles, y lo último que querían era volver a los sitios de donde habían llegado. Y El Pibe Intolerable iba repartiendo insultos como éste:

«Está bien llévense los hornos y páguenle a Hitler a la salida. Ya ha dejado este lugar casi bastante caliente para ustedes, ¿no es cierto, judíos?»

«¿Han oído hablar de los negroides? ¿Saben por qué nacieron las morochas? Para enfriar las antenas de los machos, ¿no es cierto? Siempre hay un sitio para las buenas morochas».

«Ustedes papanatas representan el peor problema que pueda imaginarse y se lo pasan lloriqueando las quejas más asquerosas que he oído nunca: “¿Me quieres? ¿Me quieres? ¿¿¿Me quieres???” ¿Por qué no se vuelven a Venus y fertilizan una selva?»

«Y en cuanto a ti, Hombre Blanco, Patrón, tú, intoxicado terminal, mueve ese pesado culo de metal y vuélvete a Urano. La última inyección a la salida. Necesitas una para el viaje». Para entonces todos estaban más furiosos que cagados de miedo. Pero el I & I pensaba que las cosas andaban muy despacio.

«Necesitamos algo de que agarrarnos», dijo. «Algo bien feo como el virus. Si éstos vienen de una tierra sin espejos no es por casualidad». Y entonces recurre a su revista.

«Ahora les demostraré qué feo puede ser el Norteamericano Feo», dice.

Y saca las fotos más feas del banco de imágenes y las exhibe en el subliminal de manera que una crisis se amontona sobre otra justo a horario. Mientras tanto el I & I anda zumbando como una sierra eléctrica y su risa negra de nova invade todas las calles sacudiendo los edificios y el contorno entero de la ciudad como si fuera de utilería. Pero yo voy observando y cuanto más observo menos me gusta lo que veo. Cierto que el calor de nova avanza rápido e intenso como nunca lo he sentido en ninguna otra parte. Pero el I & I dice que soy un miedoso y vuelve a su pantalla de proyección: «Están desollando vivo al jefe de policía en una población cualquiera. ¿No quieres verlo?»

«No», digo. «Sólo me interesa mi propio pellejo».

Y me voy pensando a quién me gustaría ver que lo desollaran vivo. Y me acerco a la máquina automática y pongo una moneda en la ranura donde dice «croquetas de pescado» y entonces lo veo realmente: guerrilleros chinos y bien armados con vibración de ruidos parásitos y con fusiles imágenes. De modo que tiro las croquetas de pescado con salsa de tomate y vuelvo a la oficina. El Pibe sigue pegado a la pantalla. Alza los ojos y dice con sonrisa asquerosa:

«¿No quieres violar a un chico y después arrancarle las tripas?»

«Escúchame con calma». Y se lo digo. «Esos papanatas no andan perdiendo el tiempo».

«¿Y qué hay con eso?», dice. «Todavía me quedan Los Libros del Directorio. Mañana puedo hacer estallar este poblacho».

Es inútil hablarle. Observo un poco más a mi alrededor y veo que el bloqueo del planeta Tierra está roto. Exploradores que avanzan en ejércitos. Y todo el que tenga algo que ver con esto está harto del Intolerable I & I. Lo único que es capaz de decir es: «¿Y qué hay con eso? Todavía me quedan…» Corte.

«Los Libros del Directorio tomados. La película huele a conmutador quemado como un soplete. Un ardiente resplandor pre-registrado se amontona sobre Hiroshima. Este poblacho ya abierto al calor del pueblo de Cáncer. ¿Mediación? Oigan: El ejército de ustedes llega al doble cero en un juego de piso sobre piso en estado de “simbiosis.” ¿Razones movilizadas para amar a Hiroshima y Nagasaki? ¿Virus para mantener las cloacas de Venus?»

«Todas las naciones vendidas por mentirosos y cobardes. Mentirosos que necesitan tiempo para revelar los futuros negativos enviscarlos con más ofertas falsas mientras el pueblo de Cáncer acumula exterminación y guerra con la película en Roma. Estos informes apestan a Nova, trabajo traidor, mierda nacimiento y muerte. Este planeta ha sido invadido. Ustedes son perros ya registrados en las cintas. El planeta entero es un negativo revelado en identidad terminal y rendición total».

«Pero ¿qué pasa si la película de la muerte en Roma no resulta y lo único que conseguimos es que cada cuerpo masculino se enfurezca en vez de cagarse de miedo? Necesitamos algo de que agarrarnos para terminar este trabajo. Por Dios hay que mostrarles qué feas pueden ser las imágenes más feas en el cuarto oscuro. Preparen la emboscada de los hornos. Usen todas las tretas del directorio. ¿Esta bobada de la simbiosis? Puedo asegurarlo la “simbiosis” es una celada para llevarlos derechito a los hornos. “Perros humanos” para ser comidos vivos bajo el cielo al rojo blanco de Minraud».

Y los «mandaderos» y los «rompehuelgas» del Intolerable I & I andan maquinando a derecha e izquierda y al centro:

«Mister Martin, y ustedes, miembros del directorio, vulgares estúpidos norteamericanos, se arrepentirán de haber llamado a los dioses aztecas y mayas con sus hongos sintéticos. Recuerden que nosotros llevamos un registro-droga exacto del dolor producido, y que por ese dolor hay que pagar. ¿Está claro señor Martin Intolerable o debo explicárselo con más claridad todavía? Voy a presentarme: soy El Dios Maya del Dolor Y El Miedo de las planicies al rojo blanco de Venus lo cual no significa un Dios de la vulgaridad, la cobardía, la fealdad y la estupidez. En la superficie de Venus hay un sitio fresco con temperatura trescientos grados inferior a la de sus alrededores. Durante quinientos mil años he defendido ese lugar contra todos los que me lo disputaban. ¿Y ahora ustedes pretenden usarme como “mandadero” y “rompehuelgas” dirigido por una máquina IBM y un puñado de cristales de virus? ¿Durante cuánto tiempo podrán ocultar ese lugar ustedes, los “miembros del Directorio”? Unos treinta segundos creo a pesar de todos sus perros guardianes. ¿Y piensan canalizar sus energías hacia un “operativo de liquidación total”? Esos “operativos” hechos aquí o allá no sirven de nada. Devuélvanme mi nombre. Hay que pagar por ese nombre. Mi nombre no es de ustedes para que se tomen el derecho de usarlo. Y ahora creo que unos treinta segundos quedan escritos».

Y es fácil ver que los idiotas están avivándose, reunidos en grupos sombríos, y que los murmullos crecen cada vez más. En cualquier minuto cincuenta millones de nativos adolescentes invadirán la calle con navajas, cadenas de bicicleta y adoquines.

«Bandas callejeras, uranos nacidos de las condiciones de Nova, salgan a pelear por sus calles. Llamen a los chinos y a cuantos andan sueltos por ahí. Corten todas las cintas magnetofónicas y las películas. Corten las enmarañadas líneas telefónicas que cotorrean por la tierra. ¿Han oído hablar del “Operativo Verde” del Directorio? Planean meterse en el primer bote salvavidas disfrazados de mujeres y largarse dejando a “sus perros humanos” bajo el cielo al rojo blanco de Venus. “Operativo Interruptor Cielo” conocido también como “Operativo de Liquidación Total”. Está bien hijos de puta del Directorio, nosotros les mostraremos cómo es el “Operativo de Exposición Total”. Para que todos vean. En Times Square. En Piccadilly».