Voces 7
Las voces le habían torturado aullando en su cabeza desde que era una niña. Ingresó en el sanatorio, pero las voces no se fueron. Decidió atravesarse los oídos con un punzón. Las voces la acogieron con algarabía, zumbando a su alrededor y ella lloraba. Era una de ellas y no las oía.