— LIX —

Yo sé cuál el objeto

de tus suspiros es,

yo conozco la causa de tu dulce

secreta languidez.

¿Te ríes…? Algún día

sabrás, niña, por qué.

Tú acaso lo sospechas,

y yo lo sé.

Yo sé cuándo tú sueñas,

y lo que en sueños ves;

como en un libro, puedo lo que callas

en tu frente leer.

¿Te ríes…? Algún día

sabrás, niña, por qué:

tú acaso lo sospechas,

y yo lo sé.

Yo sé por qué sonríes

y lloras a la vez:

yo penetro en los senos misteriosos

de tu alma de mujer.

¿Te ríes…? Algún día

sabrás, niña, por qué:

mientras tú sientes mucho y nada sabes

yo, que no siento ya, todo lo sé.