«Bildergeschichten für Kinder»
(«Historias ilustradas para niños»)
Aquí aparecen todas las historietas que antes estuvieron dispersas en diversas ediciones y formatos, juntas y en buena armonía; primero «Bilderpossen», después «Der Fuchs und die Drachen» («El zorro y los dragones»), luego «Sechs Geschichten für Neffen und Nichten» («Seis historias para sobrinos y sobrinas») y por fin «Plisch und Plum», «Der Affe Fipps» («El mono Fipps»), y «Der Maulwurf» («El topo»). La visión del mundo de Wilhelm Busch no es, desde luego, la mejor para la educación de los niños, pero su humor, sus ocurrencias drásticas, y sobre todo su pluma de dibujante genial son valores que compensan aquel posible defecto. La manera de tocar la flauta del mono Fipps y el lamentable congelamiento de «Eispeter» son inolvidables: y además hay entre los dibujos en color de las «Sechs Geschichten» láminas de un ambiente de cuento tan profundo que hasta los mayores olvidamos por completo el cruel pesimismo del querido maestro. Para niños con talento para el dibujo estas láminas son infinitamente sugestivas, mucho más que todos los libros ilustrados recientes. Y lo refrescantes que son también para nosotros, los grandes, es algo que acabo de comprobar en algunas divertidas horas de lectura.
(1919)