«Büchlein vom vollkommenen Leben»
Librito de la vida perfecta»)

Recomendado en su día por Lutero, después casi negado por éste, fue, correspondiendo a su enorme vida interior, imprimido una y otra vez, pero desgraciadamente también «purgado», y en parte desfigurado. Actúa con una desconcertante originalidad y fuerza, y hace que nos asombremos de que el espíritu alemán, despertado a finales de la Edad Media (desde Eckhart) a una prosperidad madura y gloriosa, pudiese degenerar de una manera tan completa. Porque aquí, más que en otro lugar, puede encontrarse el espíritu alemán en el más alto sentido religioso, que independientemente de dogma e Iglesia emprende audaces caminos del pensador hacia Dios y el sentido de la vida. Aquí existe la más alta libertad porque hay una conciencia muy desarrollada y una orgullosa y audaz originalidad aliada a la más piadosa humildad. Aquí se encuentra también el origen de alguna emoción contemporánea moderna, recuerdo por ejemplo el «Stundenbuch» («Libro de horas») de Rilke, y quizás también la de una futura religión alemana. En todo caso este librito, junto a Eckhart, Tauler y Suso, constituye para cualquier persona seria acostumbrada a pensar (no necesita poseer una formación filosófica sistemática) una exhortación y confortación de valor incalculable. Se pueden dejar tranquilamente sin leer los numerosos manuales, compendios e historias de la filosofía, pues cada obra de un pensador original nos da más porque nos obliga a pensar por nuestra cuenta, y educa y potencia nuestra conciencia.

(1907)