«Il Gattopardo»
(«El gato pardo»)
Su autor es un aristócrata siciliano, un príncipe de Lampedusa. Ya les comenté anteriormente que los sicilianos son excelentes narradores y les presenté a Verga y Pirandello. Ambos fueron literatos de profesión. El autor del «Gattopardo» fue oficial hasta la época de Mussolini, luego se retiró y no empezó a escribir hasta sus últimos años, dejando el manuscrito de esta magnífica novela. La historia se desarrolla en el seno de una familia de la alta aristocracia cuyo animal heráldico es el leopardo, comienza en la época de las luchas por la unidad de Italia y tiene dos héroes: el príncipe Fabrizio, llamado «il Gattopardo» y la isla de Sicilia. «Il Gattopardo» es una magnífica encarnación del aristócrata, del gran señor, extraordinario y generoso, en todo lo que hace y vive, grande tanto en lo sensual como en lo espiritual, grande en la pasión, y grande en la paciencia, poderoso como esposo, cabeza de familia y terrateniente, querido por muchos, temido por muchos, observador irónico de las excitantes transformaciones políticas, de los entusiasmos y patriotismos auténticos y falsos. Durante sus largos años de estudios astronómicos aprendió entre otras cosas la contemplación, el cálculo y la reflexión. Con feroz ironía contempla cómo le roban y cómo a su alrededor crecen los ambiciosos y los especuladores, y los nuevos gobernantes del Piamonte le imponen tan poco como el último y decrépito rey de Nápoles. Pertenece a las figuras que como los héroes del mito entran en nuestro tesoro interior de imágenes como Robinson, Tom Jones, Werther, Kutusov y Oblomov. Pero presten atención durante la lectura también al otro héroe no personal de la novela: Sicilia y su pueblo.
(1960)