La obra más grandiosa que he leído en el último tiempo se llama «Gilgamés, un relato del antiguo Oriente». El original se conserva sólo en fragmentos escritos en caracteres cuneiformes. Sobre el aspecto filológico léase en otra parte. De la propia obra hay que decir que es uno de los grandes poemas primitivos, como los mitos hindúes y los mejores capítulos del Antiguo Testamento.
«Gilgamés» es un gran canto sobre la muerte. El gran héroe y rey Gilgamés posee todo lo que puede soñar un corazón heroico, posee fuerza y poder, los poderosos besan sus pies y la belleza le corteja. En combate conquista su más preciado bien, su amigo Enkidu. Pero su amigo es víctima de los malos espíritus, terribles pesadillas lo persiguen, y al final la fiebre envuelve y consume al magnífico héroe de la estepa. Ya todo esto está narrado de manera profunda y conmovedora, pero a partir de aquí el poema alcanza todo su esplendor. El héroe Gilgamés ha visto la muerte, ha visto cómo su amigo se convirtió en tierra, cómo se convirtió en barro del campo. Y su corazón heroico se rebela y se enfrenta a la muerte que le ha rozado, se defiende furioso y desesperado, y el héroe tocado en lo más profundo de su ser por la mano de los espíritus, parte y recorre el mundo y el infierno hasta el jardín de los dioses y hasta las aguas de la muerte y, después de mortales viajes y horrores, conquista la hierba que da la vida eterna. Pero mientras se baña, viene una serpiente y se come la hierba. Gilgamés tiene que morir, no hay eternidad para él, no existe otro destino para él, el héroe, que el destino de todos los pobres seres humanos. Consigue conjurar la sombra del amigo muerto y le pregunta por la «ley de la tierra».
«No te lo puedo decir, amigo, no te lo puedo decir. Si te revelase la ley de la tierra te sentarías y llorarías».
Gilgamés pregunta de nuevo, y el amigo muerto le habla de los horrores de la putrefacción. Entonces vuelve a casa, con la muerte en el corazón.
«Gilgamés se tumbó a dormir y la muerte se apoderó de él en la sala reluciente de su palacio».
Este librito es un tesoro sacado de nuevo a la luz, después de mucho tiempo, de las profundidades de la humanidad.
(1916)