AGRADECIMIENTOS

Como alguien que abandonó sus estudios de Química, estoy profundamente agradecido a Barbara Reis, experta en ADN del Centre of Forensic Sciences de Toronto, por ayudarme con algunos detalles pertinentes de este manuscrito. Si hay algún error, me temo que no podré echarle la culpa a ella.

Me gustaría dar las gracias a Bill Massey en Orion, Irwyn Applebaum, Nita Taublib y Danielle Perez de Bantam Dell, y a mi maravillosa agente, Helen Heller, por su continuo apoyo y confianza. Y por último, pero no menos importante, a mi equipo familiar: Neetha, Spencer y Paige.