Domingo, día 7

SEMANA 37

RELIGIÓN



Muawiya I

Muawiya ibn Abu Sufyan (h. 602-680), que gobernó bajo el nombre de Muawiya I, sucedió a Alí y fue el primer líder del islam tras los cuatro califas bien guiados.

Nació en La Meca en torno al año 602 d. C. Su padre era un opositor acérrimo de las enseñanzas de Mahoma, y cuando Muawiya se convirtió al islam tuvo que ocultar su fe a su familia. Después de que Mahoma conquistara La Meca y acabara con la idolatría, Muawiya se hizo escriba. Más adelante, cuando el Imperio islámico comenzó a expandirse, Mahoma envió a Muawiya y a su hermano a Siria, donde dirigieron al ejército islámico contra los bizantinos.

Bajo el califato de Otman, Muawiya fue nombrado gobernador de Siria, y en ese cargo creó un ejército lo suficientemente fuerte como para contener las incursiones bizantinas y para conquistar Chipre y Rodas.

Los objetivos de Muawiya cambiaron de manera drástica cuando Alí, el cuarto y último de los cuatro califas bien guiados, tomó el mando. Alí decidió que no quería castigar a los asesinos de Otman, el tercer califa, y Muawiya dedujo de este gesto que había estado implicado en el crimen. Comenzó a organizar un movimiento en contra de Alí en Siria. Para frenar este levantamiento, Alí dirigió sus ejércitos en la batalla de Siffin. A pesar de que Muawiya iba perdiendo la lucha, convenció a los soldados de Alí para que dejaran de luchar y organizaran un tribunal religioso que decidiese quién era el ganador. Durante este proceso, Muawiya convenció a muchos de los soldados de Alí para que se volviesen contra su líder. Gracias al tiempo que ganó con la distracción del juicio, pudo enviar a un gran número de sus seguidores a Egipto.

A la muerte de Alí, Muawiya controlaba Egipto y Siria, lo que lo convertía en el musulmán más poderoso y el candidato lógico para sucederlo. Gobernó de 661 a 680.

Al contrario que sus predecesores, Muawiya eligió a su hijo, Yazid I, como su sucesor. Para establecer la dinastía y conservar las viejas tradiciones, creó un grupo de nobles leales que se encargarían de votar quién sería el siguiente califa. Como los tenía totalmente de su parte, lo único que hicieron fue dar el visto bueno a su heredero. Así es como comenzaron una serie de dinastías hereditarias, la primera de las cuales fue la Omeya, que gobernó de 661 a 750.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Los tres primeros califas gobernaron desde la península Arábiga. Alí trasladó la capital a Iraq, y Muawiya dirigió el imperio desde Damasco (Siria).

2. Según la tradición, Muawiya convenció a las tropas de Alí para que sometieran el contencioso a un arbitraje colocando el Corán sobre sus lanzas. Los soldados de Alí no estaban dispuestos a dañar el libro sagrado, por lo que dejaron de pelear.