Sábado, día 6

SEMANA 32

FILOSOFÍA



El problema del mal

Considere estas cuatro afirmaciones:

Dios es todopoderoso (todo está al alcance de su poder).

Dios es omnipresente.

Dios es de una bondad perfecta.

Hay mal en el mundo.

Desde un punto de vista tradicional, los teístas, es decir, la gente que cree en Dios, ha aceptado estas cuatro ideas, pero muchos filósofos han argumentado que son incompatibles entre sí. Si Dios es todopoderoso, podría haber hecho un mundo en el que no hubiese mal. Y como un mundo sin mal es mejor que uno que lo tiene, ¿cómo podría un Dios benevolente crear a sabiendas un mundo en el que existe el mal?

Una de las soluciones es afirmar que Dios no es responsable de que exista el mal en el mundo. Los que defienden esta visión argumentan que Dios creó el mundo pero que la humanidad creó el mal. La humanidad tiene voluntad propia y la única forma en la que Dios podría haber evitado que surgiera el mal habría sido hurtándole esa voluntad. Pero, continúa el argumento, un mundo en el que no tuviéramos nuestra propia voluntad sería incluso peor que el mundo actual. Por lo tanto, Dios tomó la mejor opción: creó a la humanidad con voluntad propia, lo que hizo posible el mal.

Por supuesto, esta teoría no resuelve el problema de los males naturales (huracanes, terremotos y tsunamis que causan muerte y sufrimiento). Dios podría haber creado una naturaleza con menos capacidad para causar desastres que se llevan por delante la vida de inocentes. ¿Por qué no lo hizo?

Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) respondió a esta cuestión con su famosa proposición de que éste es el mejor de los mundos posibles. No cabe duda de que algunas de las características de este mundo son malas (por ejemplo, la existencia de huracanes mortíferos). Sin embargo, defendía Leibniz, un mundo sin huracanes mortíferos sería peor que el mundo actual. Por ejemplo, carecería de las elegantes leyes naturales que rigen el comportamiento del clima.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. El problema de hacer compatible la idea de la bondad perfecta de Dios con el mal en el mundo se conoce como teodicea.

2. Algunos filósofos creen que Dios no pudo elegir un mundo mejor y que optó entre diversas alternativas. Argumentan que si Dios hubiese tenido que elegir el mejor mundo, se plantearía un conflicto con su libertad de elección.