Viernes, día 5
SEMANA 24
MÚSICA
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) compuso 17 conciertos para piano en la última mitad de su carrera. Estas piezas son consideradas como los mejores ejemplos de la literatura de concierto clásico. En muchas de estas obras se utiliza una adaptación de la forma sonata denominada sonata-ritornello, una combinación de la forma sonata habitual y el estilo de escritura propio de los conciertos de Vivaldi. En este tipo de estructura, la orquesta repite los temas que se representan en las partes del solo.
Es probable que la sonata-ritornello se desarrollara pensando específicamente en los conciertos para piano, como un medio para garantizar que la audiencia escuchara y entendiera las melodías. Quizá esas melodías no se oían claramente porque el piano no tenía el volumen que tiene en la actualidad.
El Concierto n.º 21 de Mozart es uno de los más brillantes de esos 17 que compuso. El primer movimiento expresa motivos alegres, complacientes, mientras que el segundo, más lento, es plácido y hermoso, y en ocasiones se representa de una forma romántica o sentimental. El movimiento final está repleto de llamativos pasajes técnicos.
La Sinfonía en do mayor n.º 41 se conoce como Júpiter por lo grandioso de su primer movimiento. Se trata de un claro ejemplo de la habilidad de Mozart para escribir en el marco de la forma sonata sin sacrificar la inmensidad de su talento creativo. Los tambores y las grandilocuentes trompetas que salpican el primer movimiento confieren a la pieza una sensación triunfalista, mientras que el movimiento final recoge una fuga inmensa inspirada en Bach con al menos seis temas diferentes que se aúnan para ofrecer un final explosivo; y todo esto sucede sin que Mozart se salga de los requisitos estructurales de la sonata.
Estas dos piezas resaltan el estilo clásico y la forma sonata como modo de expresión en sus aspectos más impresionantes y maduros. Son piezas como éstas las que han llevado a muchos musicólogos e historiadores a afirmar que Mozart ha sido el mayor compositor de la historia.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1. El catálogo K (por ejemplo K467, K551) lo estableció el musicólogo alemán Ludwig von Köchel en 1861 para hacer un seguimiento de las obras de Mozart y la fecha en que las compuso. Hoy en día es raro oír mencionar una de las composiciones de Mozart sin que venga acompañada de su número Köchel. El Concierto n.º 21 es K467, 1785.
2. Nadie sabe con exactitud cuándo empezó a utilizarse la denominación de Júpiter, pero lo que si se sabe es que Mozart no la empleó. Su hijo aseguraba que el nombre se lo puso Peter Salomon, el mismo empresario que encargó la composición de las sinfonías Londres a Haydn.
3. El movimiento lento y lírico del Concierto n.º 21 para piano se utilizó como banda sonora en la película romántica Elvira Madigan (1967). Como consecuencia de ello, a menudo se lo denomina «Concierto Elvira Madigan», una desafortunada etiqueta para un trabajo de semejante calado.