«En mi grupo trabaja un asesino, tres hombres culpables de homicidio sin premeditación y varios criminales; todos ellos habían escapado de prisión. El asesino estaba condenado a cadena perpetua; los tres hombres culpables de homicidio cumplían condenas que oscilaban entre los diez y los quince años; y los otros delincuentes entre tres y cinco. Después de haberse escapado se alistaron con nombres falsos. Todos eran técnicos habilísimos. Eran hombres formidables en sus respectivas profesiones; sí, verdaderamente formidables, y los necesitábamos. Les dijimos que si no causaban molestias, tampoco las tendrían por nuestra parte. Cuando todo acabe, les llamaremos uno por uno, les entregaremos sus antecedentes penales y una caja de cerillas. Después les diremos: “Podéis quemarlos”».

Extracto de entrevista con el general de brigada retirado Paul Tibbets el hombre encargado de adiestrar al Grupo Mixto 509.