AGRADECIMIENTOS

A Penny Merritt, por su colaboración en la administración del legado literario de su padre, Frank Herbert.

Nuestros editores, Pat LoBrutto y Carolyn Caughey, ofrecieron sugerencias detalladas y valiosísimas a los múltiples borradores, con el fin de conducir este relato hasta su versión definitiva. Tom Doherty, Linda Quinton, Jennifer Marcus y Paul Stevens, de Tor Books, aportaron su apoyo y entusiasmo a este proyecto.

Como siempre, Catherine Sidor, de WordFire, Inc., trabajó sin descanso para transcribir docenas de microcasetes y mecanografiar cientos de páginas para seguir nuestro ritmo de trabajo maníaco. Su colaboración en todos los pasos de este proyecto ha contribuido a salvaguardar nuestra cordura, y hasta consigue hacer creer a los demás que estamos organizados.

Diane E. Jones y Erwin Bush hicieron las veces de lectores y conejillos de Indias, nos dieron su opinión sincera y sugirieron escenas adicionales que aportaron más solidez al libro. Rebecca Moesta contribuyó con su imaginación, su tiempo y apoyo en todas las fases de este libro, de principio a fin.

La Herbert Limited Partnership, que incluye a Jan Herbert, Ron Merritt, David Merritt, Byron Merritt, Julie Herbert, Robert Merritt, Kimberly Herbert, Margaux Herbert y Theresa Shackelford, nos prestó su apoyo más entusiasta y nos confió el respeto de la visión magnificente de Frank Herbert.

A Beverly Herbert, por casi cuatro décadas de apoyo y devoción a su marido, Frank Herbert.

Y sobre todo, gracias a Frank Herbert, cuyo genio creó el universo prodigioso que estamos explorando.