Los misterios y los contrasentidos de la economía actual no tienen límites. El número de pobres crece sin parar, pero el de ricos también… La cantidad de individuos con patrimonios elevados identificados cada año por Merrill Lynch y Cap Gemini en su «Informe sobre la Riqueza en el Mundo» así lo demuestra, con sus flamantes quinientos mil ingresos anuales en el Olimpo de las almas afortunadas con activos de más de un millón de dólares por encima del valor de su residencia principal. Aquí estaríamos hablando de unos diez millones de individuos, cuya riqueza total igualaría el PIB de todos los países de la OCDE.
Modelo económico e ideológico lanzado al mundo en 1776 por el libro de Adam Smith La riqueza de las naciones, el liberalismo ha vivido su época de mayor éxito en las últimas dos décadas. Karl Marx se equivocaba de medio a medio cuando calificó a esta doctrina de «cadáver ambulante», a no ser que se refiriera a que posee la resistencia contumaz que muestran los zombis que nos presenta el cine. De hecho, en honor a la verdad hay que dar completamente la razón a sus defensores, que la califican como «la ideología más exitosa de la historia de la humanidad», además de una visión coherente, sistemática y sobre todo «realista», aunque a veces la realidad apesta.
Las desigualdades en todo el mundo nunca fueron tan severas. De acuerdo con cifras del FMI, si dividimos al mundo en países avanzados y el resto del mundo (incluyendo a China e India), en 1980 los países avanzados (18 por ciento de la población mundial en aquel entonces) acapararon ellos solitos el 71 por ciento del ingreso mundial. En el año 2000 los países avanzados habían incrementado su parte del pastel al 81 por ciento. Es decir, que el 84 por ciento de la población tuvo que apañarse con el 19 por ciento de la riqueza restante. Eso sin contar con que la riqueza total disponible es cada vez mayor y China e India han mejorado notablemente sus economías.
Estas cifras nos indican que en la globalización definida como el proceso por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global, fluye todo menos el dinero, que, como si fuera atraído por la imparable gravitación de un agujero negro, acaba siempre yendo en la misma dirección.
Las doctrinas del Consenso de Washington han aportado una ventaja política al norte sobre el sur que no se veía desde los tiempos de los imperios coloniales, afianzado el sometimiento financiero de los países más pobres. Ha supuesto una victoria militar en toda regla. Pensar en la guerra como en algo que solo tiene que ver con bombas y disparos es una concepción un tanto chata del asunto. Tal como expresó Karl von Clausewitz, el propósito de la guerra es «obligar al enemigo a que acate nuestra voluntad». El estratega chino Sun Tzu escribió en el año 500 a. C. que los grandes generales eran los que nunca tenían que librar una batalla. Si unimos estas dos concepciones tenemos que el Consenso de Washington es la campaña militar más exitosa de la historia.
Si cualquier ejército del mundo hubiera tenido que imponer por la fuerza de las armas algunas de las medidas del FMI, la experiencia habría costado miles de muertos. Pero la magia de la deuda hace que los gobiernos soberanos acaten la voluntad foránea sin rechistar. He aquí algunos ejemplos solo del año 2008:
RECOMENDACIONES SOBRE POLÍTICAS Y CONDICIONANTES IMPUESTOS POR EL FMI EN 2008
Djibuti |
Introducir una ley para fijar un IVA con tasa única en 7 por ciento para el año 2009. |
Honduras |
Ajustar las tarifas en el sector eléctrico en función de la recuperación de costos. Aumentar la tasa de interés en 25 centésimas de punto porcentual. |
Mali |
Eliminar todas las franquicias aduaneras. |
Níger |
Reducir la tasa del impuesto sobre las utilidades del 35 al 30 por ciento. |
Pakistán |
Eliminar los subsidios de las tarifas eléctricas. |
República del Congo |
Introducir la comercialización y retirar paulatinamente los subsidios de los precios de combustibles para el año 2011. |
Ucrania |
Prohibir las prácticas de tipos de cambio múltiples. Lograr un equilibrio fiscal de cero. |
Zambia |
Ajustar las tarifas en el sector eléctrico en función de la recuperación de costos. |
La deuda no solo es un poderoso aliado, sino también tremendamente conveniente. El colonialismo a la antigua usanza es muy caro. Indudablemente daba sus frutos, pero requería de una inversión económica y humana muy importante, ya que precisaba un ejército y una administración colonial. Para colmo, la ocupación de las tropas coloniales provoca el rechazo de la población y la aparición de focos de resistencia que hay que reprimir, a menudo con medidas brutales que dan mala publicidad. Pero tener colonias está muy bien, así que, simplemente, había que buscar un método que hiciera todo menos evidente y oneroso. El Consenso de Washington fue la respuesta perfecta.
Tras los procesos de descolonización y la consolidación de los nuevos Estados africanos, se puso de manifiesto el fracaso del modelo político occidental en el continente negro. Durante las décadas de 1960 y 1970 el monopartidismo presidencialista y los abusos de poder se convirtieron en la norma generalizada de estos nuevos países. La competencia este-oeste por el control de los países africanos fue sustituida en la década de 1990 por el papel activo de la comunidad internacional en la promoción de las democracias formales africanas. En este nuevo mundo unipolar la única forma de mantener el control sobre esos países es la economía. La deuda es el mecanismo que hace que gran parte del hemisferio sur sea obediente y se mantenga bajo control.