[1] Rosso afirmó que se lo habían dicho sus «fuentes». Sorprende tal información en una época en que los diplomáticos soviéticos andaban con pies de plomo. Quizá fuera, por el contrario, su exégesis de un famoso editorial en Le Journal de Moscou del 17 de julio en el que se subrayaba que los acontecimientos de China y España estaban claramente interconectados (Haslam, p. 143). <<
[2] El agudo análisis de Payart, que no he visto citado por los historiadores profranquistas, amén de los conservadores en la línea de Bolloten, se encuentra en DDF, VI, doc. 352. <<
[3] Los comentarios pertinentes se encuentran en TNA: FO 371/20345. <<
[4] El análisis de Simón y la transcripción del artículo en SHD, legajo 7N 3122. <<
[5] Este importante expediente se encuentra en TNA: FO 371/21104. La embajada japonesa en Londres tenía la misma impresión. En noviembre, el War Office volvió a disminuir la importancia de la contribución soviética en caso de que se produjera un conflicto con el Eje (DBFP, XIX, doc. 316). Para un análisis completo es interesante el trabajo de Herndon. <<
[6] Jung y Halliday (pp. 207ss) han rescatado este crucial episodio. Tales autores entienden que el general Chang merece ser considerado como el espía más importante de todos los tiempos ya que contribuyó directamente a cambiar de manera irreversible el curso de la historia. <<
[7] A tenor de los telegramas que Litvinov envió al embajador soviético en Nankin (citados por Haslam, p. 143) lo más probable es que la ignorase. <<
[8] Por si las moscas, la esposa de Chiang-Kai-chek incluso se dirigió a los italianos, a quienes se solicitaron 50 aviones Fiat y 18 000 toneladas de bombas. Roma declinó. TNA: HW21/4, nota de 11 septiembre de 1937. <<
[9] Debo esta aclaración a Gerald Howson. Sobre el número de aviones enviados existen grandes discrepancias en la literatura, en parte porque no se diferencia bien entre los suministrados a los chinos y los que utilizaron los soviéticos. <<
[10] A los italianos les llegaron informaciones de los servicios de inteligencia de que también el Reino Unido deseaba que el Japón fuera enfangándose en China. Al coincidir con los intereses soviéticos, se apercibía el contorno de una posible coordinación (DDI, VIII, doc. 68). <<
[11] Tomados de «Sino-Japanese Air War. 1937», en Håkans Aviation Page, http://surfcity.kund.dalnet.se/sino-japanese-1937.htm, y del libro de Vartanov, que debo a la amabilidad del doctor Rybalkin. <<
[12] El PCCh, por el contrario, suplicaba que se le enviara el dinero prometido. Hasta principios de 1938 no recibió un modesto estipendio de medio millón de dólares (Firsov, p. 364). <<
[13] El conflicto estalló el 15 de julio y terminó el 9 de agosto. Los japoneses fueron rechazados. Se trató del incidente más importante de entre el casi medio millar registrado a lo largo de las fronteras soviéticas desde 1932. Se estima que afectó a 23 000 soldados soviéticos que tuvieron 7500 muertos. (Datos tomados de http://www.russianwarrior.com/1939_AsiaHistory.htm.). <<
[14] Para Radosh (p. 422) el nivel de ayuda «se redujo algo» pero no ofrece ninguna estadística. Sobre la dinámica que condujo al incidente, y que Potemkin consideró de «intolerable provocación japonesa» ante el encargado de negocios republicano, informó este prolijamente (AMAE-AB: RE 37/carpeta 58). <<
[15] Esto se supo, o se intuyó, en la época, también en el lado franquista. Una anécdota ilustrativa. A finales de febrero de 1938 un diplomático británico ante la Santa Sede coincidió en una cena con una española que había sido durante varios meses enfermera en varios hospitales y estaba casada con un napolitano. De aquí su nombre de princesa Pignatelli. En la conversación se habló de España y la dama no se recató de afirmar que en los últimos tres meses los suministros a los republicanos se habían parado, porque los soviéticos los desviaban hacia el Extremo Oriente. Si esto se sabía a tal nivel es improbable que lo desconociera el Cuartel General. Ejemplo tomado de «Intervention in Spain», TNA: FO 371/22638. <<
[16] Algo que, naturalmente, intentaban hacer todos los interesados. Los alemanes, por ejemplo, que habían calculado en 1938 que los soviéticos disponían de 2000 aparatos en el Lejano Oriente, redujeron esta cifra a la mitad al año siguiente, lo cual estaba en línea con las estimaciones francesas (Boyd, p. 85). Los británicos fueron más ajustados. A finales de 1937 estimaron que al este del lago Baikal había en torno a los 869 aviones, incluidos los subordinados a los mandos navales: «The Air Forcé of the USSR», en TNA: FO 371/22292. <<
[17] Alksnis fue un personaje decisivo en las fuerzas aéreas y había formado parte del consejo de guerra contra Tujachewsky y sus compañeros pero estaba a punto de caer en el precipicio. El 23 de noviembre fue detenido cuando se disponía a asistir a una recepción diplomática. Falleció en julio de 1938. Stalin liquidó también a la mayor parte de sus colegas. Entre ellos figuraba el general Lopatin (Boyd, p. 89). <<
[18] Un problema adicional fue el de la mala calidad ocasional de los suministros. Por ejemplo, en un envío de ametralladoras pesadas una parte se tomó a las unidades del RKKA de la zona militar de Jarkov. De las 760 un total de 165 tenían defectos que se detectaron en Sebastopol: las cureñas no estaban ajustadas, faltaban recambios, era preciso reparar otras, etc. En julio de 1937, Berzin solicitó autorización a Vorochilov para no enviar el material en mal estado y la recibió (fondo 33987, inventario 3, asunto 1056k, p. 76). <<
[19] Dejamos de lado, ya que no nos ha sido posible documentarla, la hipótesis teórica de que la reacción de Stalin fuese una manifestación del disgusto que pudiera haberle producido el «no» socialista a su sugerencia de elecciones generales. <<
[20] «Supply of arms to Spain», 30 de diciembre de 1937. TNA: FO 371/22635. En el expediente falta una hoja que es todavía hoy inaccesible. <<
[21] Citado por Roberts (1999, p. 96), tomándolo de un panfleto de Dimitrov, The United Front, publicado en Londres en 1938. <<
[22] Ya a finales de agosto, Azaña (p. 243) anticipaba que el bloqueo haría disminuir los aprovisionamientos. El 8 de septiembre (p. 257) consignó que los soviéticos seguían retirando personal. «Con esto las “masas rusas”, que nunca han llegado a un millar de personas, repartidas por diversos servicios se acercan rápidamente a casi nada». Los ejemplos que ofrece («Douglas», «Montenegro») no eran representativos y «Grigorevich» regresó. <<
[23] El 29 de noviembre, en conversación con políticos franceses para discutir el famoso viaje de lord Halifax a Berlín pocos días antes, Eden afirmó que por primera vez se cumplía la no intervención. Ni alemanes, ni italianos ni soviéticos suministraban. Chautemps, hipócrita, se congratuló (DBFP, XIX, doc. 354). <<
[24] La carta se encuentra en AFIP: carpeta Ministerio de Marina y Aire. Obviamente, Negrín dio luz verde a la tercera expedición, por muy costosa que fuera. No existía alternativa. <<
[25] Pascua añadía que lo estaba pasando mal y se quejó de la carencia de personal en la embajada. Lo atribuyó a un sabotaje. Carta en el archivo del autor. <<
[26] Zugazagoitia contestó el 10 de diciembre que había visto un informe de Jiménez de Asúa en que calificaba de «criminal» la situación en que le mantenía el Ministerio de Estado. De no ser por la importancia de los asuntos que llevaba entre manos, hubiese dimitido. Se quejaba del silencio con que se acogían sus propuestas o sus consultas y de que no se le hacía el menor caso (AHN: AP, 2/13). <<
[27] AVP RF: fondo 011, inventario 1, asunto 37, carpeta 4, pp. 142s. <<
[28] Ibid., pp. 151s. <<
[29] Jiménez de Asúa intentó atraerse la ayuda de México aprovechando un viaje de Fabela a Praga. El ministro de Asuntos Exteriores checo le contó que no podían hacer mucho, vigilados como estaban en aquel asunto El penalista español también recurrió a un emisario de Blum (Diplomáticos, pp. 42-47). <<
[30] Este episodio se encuentra documentado en AVP RF: fondo 011, inventario 1, asunto 37, carpeta 4, p. 222. En AHN: AP, 2/13, figura la carta que le dirigió el 16 de noviembre. Jiménez de Asúa le comunicó que se había entrevistado personalmente con Blum y Auriol para convencerles de que Francia apareciese como comprador. No lo consiguió. En previsión de tal posibilidad también había hablado del tema con Alexandrovski. Esta conexión sí funcionó. <<
[31] Hidalgo (pp. 532ss) afirma que Prieto quiso enviarle de agregado aéreo, quizá para quitárselo de en medio. No aceptó. Sobre su misión de recuperación da abundantes detalles pero en lo sustancial sólo señala que habló largamente una vez con Vorochilov. Tampoco dice una palabra al respecto su mujer, Constancia de la Mora, que es difícil no supiera nada. <<
[32] Tal documento contradice informaciones recopiladas por de Madariaga (p. 57) a tenor de las cuales en Reus se fabricarían en 1937 unos 60 «chatos». <<
[33] Lo que antecede está tomado de la resolución que se encuentra en RGASPI, fondo 17, inventario 162, asunto 23, subtema 39 (asunto del camarada Vorochilov). <<
[34] El 6 de noviembre Prieto confesó a Azaña (p. 356) que no había más de 130 aviones. Suponemos que de todo tipo. <<
[35] Era la época en que los SB empezaron a desarrollar una importantísima actividad de combate en China. <<
[36] Este dato debería corregir las múltiples afirmaciones en la literatura respecto al momento preciso en que llegó el primer material a través de los puertos del Atlántico y que algunos protagonistas, como el propio Moch (p. 132), sin duda con mala memoria, retrotraen al comienzo de la guerra. Sin mencionarlas, de tales versiones se hace eco Semprún (p. 121). <<
[37] Se recogen tales afirmaciones con la máxima cautela. Los republicanos seguían atentamente la operación. El 16 de diciembre, Pedro Pra, el hombre de confianza de Negrín para los temas financieros, telegrafió desde París que ya había salido un barco de la URSS y que entre ese día y el siguiente lo harían otros dos. Se calculaba que el primero regresaría a Burdeos hacia el 10 de enero. En las operaciones anduvo mezclado también Víctor Salazar, próximo a Prieto. La travesía se haría al amparo de la France Navigation, que reclamaba pagos anticipados para fletar los barcos (AJNP). <<
[38] Morel siempre se había preocupado de obtener especímenes de las armas alemanas e italianas, a veces con éxito, a veces sin él. Otros servicios franceses buscaban ansiosamente muestras de los proyectiles antitanque (AMAE-AB: caja R-11). El caso del Messerschmitt es importante porque Prieto, en su furioso alegato posterior contra los soviéticos, lo presentó como la última gota que colmó el vaso de su paciencia. Indicó que Hidalgo había dispuesto su envío inmediato a la URSS y que él dio contraorden. También los italianos estaban interesados en conocer el material adversario y utilizarlo incluso con carácter folclórico. Por ejemplo, el 10 de febrero de 1938 el Ministerio del Aire preguntó si se podía emplear para una película de propaganda un avión soviético. A veces se producían aterrizajes en aeródromos enemigos, lo que permitía capturar aviones en condiciones óptimas. Ilustración de ambos casos en TNA: HW 21/4. <<
[39] La transcripción soviética permite arrojar alguna duda sobre las afirmaciones de Prieto, quien en su ajuste de cuentas del 9 de agosto de 1938 ante el Comité Nacional del PSOE aseveró que los rusos le habían presionado indebidamente y que Negrín le obligó a entregar también un Heinkel. Es posible pero en Ocherki, p. 138, cabe leer que los soviéticos negociaron largo y tendido sobre su traspaso tanto con uno como con otro. <<
[40] La fabricación en España de aviones de patente soviética ha dado lugar a grandes discusiones. No la podemos abordar en esta obra. Si los datos de Abellán (p. 171) son correctos, a finales de 1937 se habían montado 35, cifra muy inferior a la dada por de Madariaga. Pero el informe exhumado por Maldonado permite dudar de todo ello. <<
[41] Los informes en que se basa el texto se encuentran en RGVA: fondo 33987, inventario 3, asuntos 1149 y 1142, pp. 19-20 y 1-5, respectivamente. Las cifras exactas de aviones son importantes porque en los datos manejados por los servicios de inteligencia, y que a veces salían a la prensa debidamente maquillados, siempre se utilizaron cifras muy superiores. <<
[42] Un botón de muestra al respecto que relata Azaña (p. 316). El 11 de octubre llamó a la embajada en París sobre un asunto particular. Ossorio se puso al teléfono. Quiso leerle un despacho cifrado que había enviado a Giral. «Hombre, no. Si es cifrado no me lo lea usted. Ya me lo darán aquí». Sin comentarios. <<
[43] El texto que precede está reconstruido con los correspondientes informes que se encuentran en RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1142, pp. 36 y 17-19 respectivamente. La petición de Vorochilov ha sido reproducida por Radosh et al., (doc. 66) con un comentario absurdo. Lo de la financiación no respondía totalmente a la realidad ya que la República había recibido por entonces un crédito soviético. <<
[44] Datos tomados de «Håkans Aviation Page, Sino-Japanese Air War 1938». <<