[1] La historiografía franquista nunca tuvo dudas. Para Martínez Bande (1973, p. 28) la URSS defendió «a fondo la causa revolucionaria española, bien que a costa de un diario chantaje». <<

[2] Haslam (pp. 141s, 149) señala la detención de Krestinsky (el 11 de octubre) y de muchos otros diplomáticos, altos y medianos. Entre ellos numerosos embajadores y personas relacionadas con el exterior. También cita comentarios británicos y norteamericanos sobre cómo los no purgados andaban con pies de plomo y no se les ocurría tomar iniciativa alguna. Un caso típico: a una recepción del embajador turco el 29 de octubre sólo acudieron cinco funcionarios soviéticos, que no se movieron de la mesa que compartían. El embajador francés destacó que el cuerpo diplomático estaba aislado, subrayó la importancia del ejemplo anterior y cifró en torno al 50 por 100 el personal directivo de las empresas estatales que había sido relevado de sus funciones (DDF, VII, doc. 170). Fischer (pp. 468ss) dio también una serie impresionante de nombres de purgados. <<

[3] Este episodio lo cita Kowalsky (p. 49) pero no lo sitúa en contexto y lo presenta como el canto del cisne de la misión de Pascua, anterior a sus presuntos estancamiento y decadencia. Yerra Payne (p. 436) al atribuirle la «primera investigación exhaustiva» de los papeles del embajador. Quien esto escribe y Avilés Farré ya los habíamos utilizado intensamente. <<

[4] Los servicios de espionaje franquistas detectaron un viaje de Prieto a esta pequeña ciudad y de aquí a la estación ferroviaria francesa La Tour de Carol, que terminaría siendo una plataforma para el tránsito de materiales de todo tipo (AMAE: legajo R-1061). <<

[5] A pesar de todo nuestro cuidado, dado que los apuntes son bastante sucintos y un tanto crípticos, es difícil garantizar que la reconstrucción sea absolutamente exacta. <<

[6] No las hemos detallado. Pascua formó parte de la delegación española y se comunicaba con la embajada en Moscú por telegrama. Se conservan algunos en AMAE-AB: 2/no intervención, caja 109. <<

[7] En un sonado discurso a principios de septiembre, había declarado que el Gobierno francés no podía permitir que la política de no intervención se convirtiera en una trampa, que destruyera la libertad de comunicaciones entre Francia y su imperio colonial o que terminase amenazando la seguridad de la frontera pirenaica. Cito por el telegrama enviado por Lloyd Thomas en TNA: FO 371/21300. <<

[8] Curiosamente, el día de Navidad de 1937, Ciano (p. 73) consignó que con los telegramas cifrados nunca se sabía. Si los italianos leían los de los británicos, ¿no leerían estos los italianos? Acertaba. Los británicos leían igualmente los republicanos, aunque no los soviéticos. Por lo menos, no hay todavía constancia de que lo hicieran, salvo en casos muy rutinarios. <<

[9] Ciano también escribió que el Gobierno de Valencia, «atendiendo los informes soviéticos, tuvo que renunciar a suministrarse por el Mediterráneo». <<

[10] Al final de la cuartilla, y en letras mayúsculas, Pascua escribió: «¡¡¡QUEME ESTA CARTA UNA VEZ LEÍDA!!!». <<

[11] El apunte manuscrito de la entrevista se encuentra en AHN, AP, 2/7,1. <<

[12] Haslam (p. 143) es uno de los pocos que afirma que, por el contrario, aumentó. <<

[13] Apelativo amistoso de Stalin que sólo utilizaban los más íntimos. Protagonista de una novela georgiana muy conocida que Stalin leyó asiduamente en sus años mozos. <<

[14] A la sazón director de Artillería del RKKA. Había estado en España y sobresalido por su sicofancia. <<

[15] La carta ha sido retomada por Howson (pp. 182s) que se apoya en Rybalkin. Este es el momento de denunciar el exquisito cuidado de Beevor en no mencionar al autor ruso, después de haberle plagiado en diversas ocasiones. Hemos mejorado un poquito la traducción española. <<

[16] Hay historiadores que rechazan tal interpretación y Kowalsky (p. 227) se alinea con ellos, quizá porque cree que la frontera catalana se había abierto mucho antes. No fue este el caso. Sobre la política soviética de cara a la conferencia de Nyon es útil el trabajo de la profesora Malay. <<

[17] Kowalsky (p. 226) tampoco menciona nada de lo que antecede. Señala, simplemente, que Pascua volvió a insistir en las peticiones y que Vorochilov le prometió que haría todo cuanto estuviese en su mano. Aunque el autor norteamericano no lo dice, esto último era cierto. <<

[18] Podría tratarse de Eugen Fried, el hombre de la Comintern en Francia. Tenía el apodo de «Le Grand». Kriegel y Courtois (p. 265) mencionan que a finales de 1937 hubo un encuentro entre él, los hombres de France-Navigation, Cusin y funcionarios de la embajada soviética. (Agradezco esta referencia a Fernando Hernández Sánchez). En el mismo sentido, Grisoni y Hertzog (pp. 122s) señalan declaraciones de Fried que, en parte, son correctas y en parte no. Era correcto que los soviéticos abandonaban la ruta del Mediterráneo. No lo era que Stalin quería reforzar su ayuda a la República (aunque, evidentemente, lo que pasara por la mente de Stalin no tenía por qué conocerlo Fried). En los temas que se refieren a España ninguna de estas dos obras francesas es fiable. <<

[19] Nota a Vorochilov de Guendin, segundo jefe del GRU y mayor de la NKVD, del 13 de noviembre en RGAV: fondo 33987, inventario 3, asunto 1056, pp. 154s. <<

[20] La mayor parte de la documentación sobre los suministros bélicos soviéticos se conserva esencialmente en dos legajos. El primero cubre el período de noviembre desde 1936 (no septiembre/octubre) hasta mayo de 1937 y tiene la sigla 33987/3/893. El segundo (33987/3/1056) llega al final de la guerra. En mayo de 2005 se me autorizó la fotocopia de numerosas páginas. Cuando intenté verificar algunos detalles en septiembre de 2007 este segundo legajo se había reclasificado y declarado secreto. No puedo garantizar que las estadísticas que ofrezco sean correctas. También ignoro si el proyecto de disposición (pp. 174-177) sobre envío de materiales para la industria de guerra se vio afectado o no. Comprendía una amplia gama de productos metálicos (plomo, antimonio, acero, cobre, ferro-silicio, ferromanganeso, fundición, latón, alambre, aluminio), grafito, hulla, celuloide, gasolina, aceites, glicerina, etc. Había que acordar los plazos de suministro entre los distintos Comisariados responsables y se preveía su exportación no más tarde del mes de marzo de 1938. <<

[21] Este el momento de recordar, con Volkogonov (p. 250), que Vorochilov era un mero ejecutivo sin opiniones propias ni agallas para defender nada que valiese la pena. Stalin sabía que, al final, el mariscal le apoyaría sin problemas. <<

[22] Beevor (pp. 490s) indica los mismos casos y da las mismas fuentes que Rybalkin, inaccesibles a investigadores occidentales. No le cita. Esto, en el mundo académico, suele caracterizarse como plagio. <<

[23] Tampoco Payne, quizá porque es incompatible con su afirmación (2006, p. 391) de que indudablemente el objetivo de Stalin era, a largo plazo, crear en España un satélite soviético, afirmación que sigue manteniendo hoy (2008, p. 73). <<

[24] Hay otras variaciones como la de Beevor (p. 453): Stalin quiso zafarse de España tan pronto como advirtió que los Gobiernos francés e inglés no desafiarían a las potencias del Eje. Para Payne (2008, p. 77) lo que le detuvo fue, esencialmente, el temor a las consecuencias. <<

[25] En comparación con todas las cifras anteriores (hay otras menos depuradas que se conocen desde hace muchos años) la mención del profesor de la Cierva (1996, p. 712) a 20 000 personas al menos es ridícula. <<

[26] Esto se refleja en una comunicación de Litvinov a Stalin del 28 de octubre de 1937 analizando los posibles comportamientos soviéticos en el CNI. Eran cuatro: negativa a aceptar la retirada de voluntarios de España salvo por unanimidad; aceptarla por mayoría; introducir en esta segunda variante porcentajes de retirada o declararse en libertad con respecto a las propuestas anglo-francesas. AVP RF: fondo 105, inventario 17, asunto 1, carpeta 126, pp. 347s. La primera chocaría con las potencias democráticas, la segunda con las del Eje, la tercera era la más realista y la cuarta la más costosa políticamente. <<

[27] En sus informes del 15 de septiembre y del 25 de noviembre de 1937, Togliatti (pp. 149s y 164), insistió con palabras mucho más rotundas. Acusó a Codovilla de perjudicar al partido y de ejercer una mala influencia sobre Jesús Díaz y Dolores Ibárruri imprimiendo una orientación equivocada a la dirección. <<

[28] El documento que hemos consultado procede de RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1033, pp. 123-133, donde lo vimos. Está reproducido en Radosh et al., como doc. 61. En mi visita a Moscú en septiembre de 2007 todo el legajo se había declarado secreto. <<

[29] El programa lo firmaron por el PSOE Ramón González Peña, Juan Simeón Vidarte, Ramón Lamoneda y Manuel Cordero. Por el PCE, José Díaz, Dolores Ibárruri, Luis Cabo y Pedro Checa. <<

[30] Se trata de una reacción, bien conocida, que los defensores de las algaradas en el caliente mayo barcelonés no suelen enfatizar. Choca con sus especulaciones sobre los apoyos con que algunos teorizantes de las mismas decían poder contar si el Gobierno republicano, con la connivencia de la Generalitat y de los comunistas, no hubiera puesto fin a la insurrección. <<

[31] El profesor Radosh (p. 369) encuentra que lo más importante del documento se halla en el autoreconocimiento del PCE de que hacía todo lo que podía para defender el Frente Popular, en la famosa «república de nuevo tipo», en una democracia del pueblo. Todo lo demás lo deja prácticamente de lado. <<

[32] Es curiosa esta mención específica a un solo ministro que no estaba en un cargo decisorio para el esfuerzo de guerra. Los auténticos se hallaban en manos socialistas. Cabría explicarlo, quizá, porque Irujo seguía el desentrañamiento del caso Nin y tenía que lidiar con el ajuste de cuentas que los comunistas intentaban hacer con los detenidos del POUM y que nunca consiguieron. <<

[33] Algo rigurosamente exacto. Ya lo había deplorado Bugeda en el informe económico al Comité Nacional del PSOE en julio. <<

[34] En Tébar Hurtado (pp. 213ss) se encuentran porcentajes que muestran tal dicotomía. <<

[35] Los comunistas no estaban solos en lo que se refería a la defensa de la propiedad individual y la nacionalización de la tierra. Les acompañaban los socialistas. La CNT defendía, por el contrario, la colectivización. El debate tuvo un gran alcance pero no podemos abordarlo. <<

[36] Como señala Firsov, desde España Togliatti y «Stepanov» telegrafiaron en aquel momento que había síntomas de desmoralización y grandes dificultades de alimentación, pero no pensaban que se produjera una crisis gubernamental. Se hicieron eco de maniobras de Largo Caballero, de desconcierto anarquista, de los esfuerzos del PCE por movilizar a los socialistas y demás partidos del Frente Popular contra Largo Caballero y los «trotskistas». Sin embargo, añadían que el BP había propuesto corregir el sectarismo y seguir la línea frentepopulista. Aprovechando la ausencia de Codovilla habían empezado a convencer a los dirigentes de que cambiaran los métodos y organización de su trabajo. No querían que volviese. <<

[37] Así se traduce del ruso pero no está claro si se trataba del Comité Internacional de Coordinación y de Información para la Ayuda a la España Republicana, vinculado al PCF, o del Comité Internacional de Ayuda a los Refugiados Españoles, más neutro y que abarcaba a todos los grupos de izquierda. <<

[38] Uno no puede sino admirarse de la ingenuidad de esta propuesta. Explicable, sin duda, en el caso de los españoles pero ¿acaso Codovilla ignoraba hasta tal punto las realidades soviéticas? <<

[39] La tirantez de abastecimientos e incluso el hambre minaron también la resistencia en el Norte y luego la moral republicana en las restantes zonas. Seidman, pp. 145-151, 154s, da multitud de ejemplos. <<

[40] La aparición se retrasó, si la referencia apunta a un panfleto, publicado en 1938 bajo el seudónimo de Max Rieger con prólogo de José Bergamín, y cuyo título era Espionaje en España. Lo ha recuperado recientemente, con una presentación de Pelai Pagès, la Editorial Renacimiento. La información transmitida a Moscú parece apuntalar la tesis de una autoría colectiva y ligada al PCE cuya responsabilidad en su génesis es evidente. En Ocherki, pp. 140s, se lee que se tradujo al ruso con otro título, que los materiales los recopiló Orlov y que su autor fue un periodista profesional de confianza de la rezidentur. <<

[41] Innecesario es señalar que mi interpretación de este importante documento difiere frontalmente de la de Radosh et al. El lector tampoco encontrará muchas aclaraciones al respecto en Payne (p. 303), que casi lo pasa por alto. <<

[42] Pueden consultarse en Radosh et al., docs. 63 y 64. Los legajos en que se encuentran los escritos de remisión a Stalin, y que Dallin/Firsov identifican con exactitud, estaban, en septiembre de 2007, clasificados como secretos. <<

[43] Único aspecto con el que estoy de acuerdo en la interpretación que Payne (p. 303). La de Ranzato (pp. 575s) no me parece correcta. Ninguno ha consultado la documentación soviética. <<

[44] Como indica Firsov, en Moscú se había recibido en el ínterin un telegrama de Togliatti y «Stepanov» para que les informasen de la situación tras la caída de Santander. Aprovecharon la ocasión para indicar a la Comintern que no tuviera prisa con la vuelta de Codovilla a España. <<

[45] Su destino se sellaría formalmente el 3 de octubre. En los meses siguientes debería dedicarse a organizar el nuevo reclutamiento para las BI y realizar una campaña para estimular el apoyo internacional a la República. Los esfuerzos de Togliatti por deshacerse de Marty no tuvieron éxito. <<

[46] Tomado del acta 195 de la reunión restringida. Traducido del alemán. RGASPI: fondo 495, inventario 18, asunto 1224. <<

[47] De aquí algunos sectores del PCE debieron pasar a considerar que tenían poco menos que luz verde para acentuar veleidades revolucionarias que hubo que reconducir más tarde, como veremos en el capítulo decimotercero. <<

[48] Se publicó en Mundo Obrero el 15 de septiembre. Constaba de ocho puntos: llamamiento a la unidad de las fuerzas antifascistas (particularmente la CNT), fortalecimiento del EP, vigilancia en la retaguardia, rechazo de las acusaciones de proselitismo, voluntad de avanzar en la formación del partido único del proletariado, rechazo del escisionismo en la UGT (impulsado por los caballeristas) y reforzamiento del Frente Popular. <<

[49] Mi interpretación difiere de la de Elorza/Bizcarrondo (p. 400) que ven en este episodio una manifestación de la táctica a la que se atendrían los PC nacionales después de la segunda guerra mundial para crear Repúblicas Populares. También atribuyen a Codovilla la idea de las elecciones y su incorporación a la resolución final. <<

[50] En conexión con ello afloraron otras concepciones fijas de la dirección soviética, pero no por ello absurdas: conveniencia de forzar la producción nacional de armamento; cortar por lo sano su acumulación desordenada; crear talleres de reparaciones no lejos de los frentes; poner a la marina mercante bajo el control del Ministerio de Defensa, etc. <<

[51] Esta idea hundió sus raíces en las primeras reflexiones de agosto de 1936. Como es de esperar, sus efectos fueron débiles. <<

[52] El texto del documento figura en versión inglesa en Dallin/Firsov (pp. 62-71). Nada de lo que antecede le suena lo más mínimo a Radosh. Por su lado, Payne (pp. 303s) prácticamente vuela sobre el episodio. <<

[53] Se encuentra en RGASPI: fondo 495, inventario 2, asunto 265, pp. 128 ss. <<

[54] Codovilla no resistió a la tentación de citar una consigna de Pasionaria: «Es mejor castigar a algunos no culpables que dejar escapar vivos aunque sólo sea a uno de los culpables». Sin comentarios. <<

[55] Citó, al efecto, un artículo del 2 de septiembre titulado «El rutinarismo político y doctrinario a la luz de la experiencia española». No contenía ningún insulto pero constituía un ataque terriblemente peligroso para los comunistas. Entre los periódicos de estos sólo destacaban El Sol y Ahora. Los demás estaban construidos sobre la mera polémica. Los comentarios de Marty se encuentran en RGASPI: fondo 495, inventario 2, asunto 265, pp. 109 ss. <<

[56] Tales autores afirman que, según un acta de la reunión del Buró Político, Bugeda había afirmado que dicha propuesta «sólo podía ser hecha por agentes de la Gestapo». Cabe imaginar la consternación de los dirigentes comunistas. <<

[57] Los debates subyacentes hubieran debido merecer, en nuestra opinión, alguna referencia en la historia de la guerra auspiciada por el PCE y en la cual brillan por su ausencia. Ello no es óbice para que lamentase (IV, p. 27) que habían sido pocos los historiadores de la guerra civil que se habían detenido (hasta aquel momento) en dicha iniciativa, cuyo origen silenció cuidadosamente. <<

[58] Esta interpretación difiere de la de Elorza/Bizcarrondo (p. 404) porque en tal reunión el PCE no dio un giro en la interpretación sino que se atuvo al último escenario contemplado por el propio Stalin. <<

[59] Mi análisis y su resultado también chocan sustancialmente con lo más reciente que he encontrado en la literatura secundaria y que se debe a Ranzato (p. 574), quien no recurre a fuentes primarias. <<