[1] Esta interacción la intuyó Ramón Salas (p. 1224) quien afirma que los primeros setenta pilotos llegaron a finales de mayo de 1937. <<
[2] AFIP. Correspondencia. Negrín. La carta permite demostrar que erraba «Stepanov» en su informe de conjunto sobre la situación política (Radosh et al, doc. 46) y en el que postulaba una confrontación Prieto-Negrín. A Azaña (1978, p. 78), este último le dijo que había posibilidades de ganar la guerra pero que sería larga. Tomaba medidas para sostenerla otro año o más. En el plano económico deseaba emancipar a España de la tutela franco-británica y orientar la economía hacia la URSS y Estados Unidos. No es, precisamente, lo que se pensaría de un «juguete» de Stalin. Nada de ello lo mencionan Bolloten, Payne y Beevor, entre los últimos autores que han escrito al respecto. <<
[3] Este fue uno de los puntos que Fabela resaltó ante Cárdenas (Diplomáticos, pp. 64s) para explicar el hundimiento de la República, tras múltiples conversaciones con los derrotados, entre ellos con el general Sebastián Pozas. Para este último el problema esencial estribó en que, caso de haberse declarado el estado de guerra, los «politiqueros» hubiesen tenido que declinar su autoridad. <<
[4] Ramón Salas (pp. 1226s) estima que por parte republicana intervinieron en torno a los 125 000 hombres, de 250 a 300 cañones, 200 ingenios blindados y cerca de 300 aviones. Por parte franquista, 70 000 hombres y 140 piezas de artillería. No menciona la aviación. <<
[5] Para ser exactos, el mismo autor considera que el plan no hizo progresos debido a la oposición de Kulik, el «genio» artillero a quien ya aludimos en el volumen precedente. Beevor mezcla todo. <<
[6] Beevor, al comentar los cambios orgánicos introducidos por Prieto en el EP, se deja llevar por preconcepciones ideológicas y afirma que «lo más importante era mantenerse fiel a la línea política dictada por Moscú y servida por el PCE». De haber leído a Rojo sabría que terminaría acusando a Prieto de dar excesiva beligerancia a algunos asesores soviéticos, pero por otras razones. Ocasión hubo, añadió, «en que debido a que su general asesor extranjero le informó mal de un proyecto de operaciones por mí presentado no dudó en llevar (por cobardía para resolver por sí y por no enfadarse con los comunistas) al seno del CSG el asunto, enfadando a dicho general conmigo [que] fue más discreto que el propio ministro pues, dándose cuenta de su dificultosa situación, reconoció ante el Consejo que mi propuesta estaba mejor fundada que la suya». <<
[7] Con el nuevo Gobierno su actuación no fue tan desmochada como durante la etapa largocaballerista. Ramón Salas (p. 1173) afirma que fueron más frecuentes y periódicas aunque la dirección de la guerra estaba en manos de Prieto, bajo la supervisión de Negrín. Obsérvese la distribución de responsabilidades. <<
[8] Beevor (p. 420) estima, por el contrario, que la táctica seguida en Brunete ya no tenía sentido tras la purga de la alta dirección militar soviética. <<
[9] En la literatura suele afirmarse que se le relevó por enfermedad. Le sustituyó Segismundo Casado. <<
[10] Hidalgo de Cisneros (pp. 513s) relató ambas acciones, las primeras en el mundo de derribo de aviones de combate en vuelo nocturno. <<
[11] Informe del 24 de julio en SHD, legajo 7N 2755. Rojo, en el que elevó a Prieto, destacó igualmente entre los defectos la insuficiente instrucción de la tropa y de los mandos, la escasez de estos y una mala coordinación entre las armas y las unidades (J. A. Rojo, p. 161). <<
[12] Los datos anteriores aparecen en un memorándum explicativo, fechado el 10 de agosto de 1937 y firmado por el coronel Shpilevsky, del GRU. <<
[13] Algo que confirman los datos recopilados por Seidman (p. 157) y referidos a Cataluña. <<
[14] Tal era la caracterización que daba a Prieto en un juicio bastante duro (DDF, VI, doc. 62). Peor era la que «Stepanov» (p. 101) dijo de Negrín, a quien atribuyó un papel totalmente secundario. <<
[15] Lo que antecede está tomado de un despacho del 12 de junio al ministro de Defensa Nacional y de la Guerra, Édouard Daladier (publicado en DDF), y de los informes que había suministrado a Morel un oficial francés de la reserva que había ocupado diversos puestos de mando en el EP, remitidos a París con fecha 24 de abril. SHD, legajo 7N 2755. Un estudio previo sobre el EP se encuentra en DDF, V, doc. 355, fechado tres días más tarde. Elegimos conscientemente estas informaciones porque de ellas habrían de empaparse los destinatarios. No estaban pensadas para la propaganda y ponían al descubierto la desnudez del EP, que la propaganda tendía a cubrir, a veces con éxito y otras sin él. Seidman (p. 171) ha exhumado informes coetáneos que destacan la falta de experiencia y de adiestramiento de mandos y tropas, la descoordinación en los ataques, incompetencia y el peso de la burocracia y de las unidades de apoyo no combatientes. <<
[16] O, simplemente, mandos. El ya general Rojo, al presentarse a Azaña (p. 345) con ocasión de su ascenso, le informó el 1 de noviembre de 1937 de que la dificultad insuperable era la carencia de los mismos. Necesitaba entre diez y doce mil oficiales. <<
[17] Tampoco debió ser muy tranquilizadora la noticia en agosto de que Franco había recibido veinte toneladas de gas mostaza italiano, detectadas en Marsella y trasladadas a Sevilla (AMAE-AB: caja R-12). <<
[18] Tarea nada fácil. Cundía la desmoralización y los reclutas no eran de fiar. «A estas alturas —dijo Prieto a Azaña (p. 101)—, los que no se han alistado voluntariamente o son enemigos o van a la fuerza». <<
[19] También Rojo utilizó el adjetivo «emborrachada», aunque lo matizó que por el éxito y el botín (J. A. Rojo, p. 169). <<
[20] Lo que antecede está tomado de RGVA: fondo 35082, inventario 1, asunto 528, pp. 8-15. Es curioso que Beevor no haya profundizado en las valoraciones hechas en la época por los asesores soviéticos. En qué medida son compatibles con su idea de que a Prieto y a muchos jefes y oficiales del EP les parecía que la «dirección comunista del esfuerzo de guerra» (¿cuál?) le destruía «a base de operaciones de prestigio» es algo que no documenta. Rojo, ciertamente, no era comunista y, tras Belchite, Prieto le apoyó en reorientarlas. <<
[21] Despacho del 15 de septiembre de 1937. TNA: FO 371/21300. <<
[22] El 26 de julio, Azaña (1978, p. 170) confió al embajador mexicano que se despedía que no había ninguna probabilidad de que el comunismo se estableciese en España. <<
[23] En este punto, Azaña intercaló un comentario: «Lo chusco del caso es que a la situación militar de Francia le sale un protector benévolo, porque Francia se conduce como si la posible debilitación le importase menos». Era un análisis increíblemente superficial. El comportamiento de Stalin no era altruista. Reflejaba su idea de que sólo con la amenaza creíble del empleo de la fuerza podría detenerse, quizá, a los dictadores fascistas. <<
[24] Hay que añadir que Azaña caracterizó a Pascua como un hombre que no estaba libre de misterios, de espionaje y de un relativo aislamiento. No olvidó indicar, sin embargo, que veía a Stalin, lo cual no ocurría con otros embajadores en Moscú. <<
[25] RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1033, pp. 18s. <<
[26] Lo que antecede está tomado del acta de la reunión del Buró Político. RGASPI: fondo inventario 162, asunto 22, tema 21, p. 86. <<
[27] Ello no obstante, Ramón y Jesús Salas (p. 239) afirman que los pilotos rusos se negaron a luchar en el Norte. Para soldados, una actitud sorprendente si fue cierta. <<
[28] Conviene recordar que la campaña contra el «enemigo» trotskista en la URSS no sólo no había amainado sino que se acentuaba en el contexto de las grandes purgas. Tenía su reflejo en la prensa comunista en España y no tardó en producirse un fenómeno de retroalimentación. El 26 de agosto, en Pravda, Mijail Koltsov publicó un virulento artículo contra el POUM, antefechó los «probados» contactos de Nin con Franco a 1935 (!) y criticó a los republicanos por no ser más decisivos. La embajada británica lo interpretó como un eventual intento de preparar a la opinión pública a una derrota de la República, atribuible a las actividades «trotskistas» y a la falta de vigilancia de las autoridades (TNA: FO 371/21300). <<
[29] Lo que antecede se encuentra en AVP RF: fondo 05, inventario 17, carpeta 131, asunto 50, pp. 6-8. <<
[30] Negrín tenía probablemente razón. A finales de junio Prieto se había quejado ante Azaña (p. 101) de que la ayuda soviética se producía con demasiada parsimonia. <<
[31] Su ausencia complicó la situación. Victor Nemov le sustituyó interinamente, pero sin mucho éxito. Tampoco era muy avispado el representante principal militar en Cataluña, Psheshlevich. <<
[32] A veces se pidió incluso el regreso de pilotos individuales. El 7 de septiembre, por ejemplo, el de Justo Almarza y de López Rendueles (carta a Vorochilov, en AHN: AP, 2/8.3). Los integrantes de la primera promoción empezaron a llegar en mayo y entraron en acción al mes siguiente (Meroño, pp. 60 y 71). <<
[33] Las cartas correspondientes se encuentran en AHN: AP, 2/8.1 y 8.3. La última de las mencionadas se reproduce en Kowalsky, p. 226. Las afirmaciones de Pasionaria (Camino, p. 85) de que la Unión Soviética daba lo que se le pedía no corresponden a la realidad de los hechos. <<
[34] Ni que decir tiene que este tipo de informaciones, disponibles desde hace mucho tiempo y esencialmente correctas, no ha penetrado en la literatura profranquista. Tampoco las mencionan Bolloten, ni Payne, ni Radosh, ni Bennassar, ni Beevor, entre los más recientes. <<
[35] Según se informó a Vorochilov el 20 de agosto, Nemov no cumplía bien su trabajo y no daba resultados positivos. Shtern solicitó instrucciones. Pidió además la urgente sustitución del comandante de la brigada de tanques, que dejaba España, así como el envío de 6 coroneles o comandantes, 3 artilleros, 10 capitanes o tenientes y un ingeniero para Barcelona, amén de otros especialistas. Vorochilov accedió a todo (RGVA, fondo 33987, inventario 3, asunto 1033, pp. 93s). <<
[36] Negrín dijo a Azaña (p. 175) que para hacer ofensivas en serio era menester que Rusia se decidiera a enviar de golpe grandes cantidades de material. Hacerlo despacio y por pequeñas cantidades no servía sino para perderlo. <<
[37] El expediente se encuentra en RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1033, p. 117, y en asunto 1056, pp. 103 y ss. <<