[1] Azcárate habló en persona con Negrín por lo menos en junio de 1937, si bien ya se conocían anteriormente. La relación entre ambos fue excelente y duradera. <<

[2] La idea que todavía hoy defiende Payne (2008, p. 22) de que la política británica fue de distanciamiento no se sostiene en pie. <<

[3] Nada de lo que antecede impide que Suárez (p. 51 9) manipule los hechos afirmando que en el Reino Unido «simpatía por Franco no existió nunca». La hubo, y mucha, donde contaba. <<

[4] En el caso italiano el embajador en Londres, Dino Grandi, se entrevistó a principios de julio con Edén, quien le aseguró que él, personalmente, estaba convencido de que ni Mussolini ni Ciano querían atentar contra la integridad territorial de España pero que otros no estaban tan seguros de ello (DDI, IX, doc. 37). <<

[5] Citamos no del despacho mismo, sino de su síntesis tal y como la hizo el Air Staff (Intelligence), nueva denominación del Air Intelligence Service al que ya aludimos en La soledad de la República. Esto significa que el análisis de Leche fue a parar no sólo a la dirección política sino también a los servicios de inteligencia. Informe n.º 26, del 19 al 24 de mayo. TNA: HW 22/2. <<

[6] Nueve días antes Pascua había escrito a Stalin solicitando audiencia. El cambio de Gobierno y ciertas circunstancias personales del mismo le parecían motivo suficiente para «escuchar sus opiniones… sobre las tareas y métodos que considerase más eficaces y oportunas». AHN: AP, 2/4. <<

[7] El 24 de mayo cayeron bombas cerca del buque-tanque Nevona y de dos avisos. El 26, una bomba republicana perforó la cubierta superior del crucero auxiliar Barletta, que ocasionó seis muertos y cinco heridos, amén de daños de cierta consideración (Bargoni, pp. 288 y 291b). <<

[8] El florilegio de calificativos podría ampliarse. Lo que antecede es una pequeña muestra tomada de las informaciones suministradas el 21 de mayo por el embajador británico en Roma, muy comprensivo con los planteamientos fascistas (TNA: FO 371/21335). <<

[9] Kuznetsov (p. 194) afirma que los pilotos dijeron que el Deutschland había abierto fuego el primero. Se equivoca, por cierto, en la fecha del incidente. El AS (I) recogió el testimonio de un testigo que afirmó que a raíz del primer sobrevuelo, la artillería del buque disparó. Las referencias se encuentran en los informes 27 y 28. TNA: HW 22/2. <<

[10] Las cifras finales han dado origen a grandes discusiones. El mínimo fiable, según los libros de defunciones del registro civil, da 31 muertes, de las que 26 se inscribieron en los primeros tres días (Quirosa-Cheyrouze, p. 1 84). Beevor (p. 429) tiene mal sus datos. A la SdN se le comunicaron los que se determinaron de inmediato (Azcárate p. 326). <<

[11] Tomado de AHPCE, documentos y correspondencia, 5/no intervención, 19/5. <<

[12] La evolución de la crisis subsiguiente se analiza en Moradiellos (1996, pp. 175ss). El calificativo de «grotesco» referido al control naval lo utilizó Thompson (pp. 121 y 124), tras destacar la incongruencia de que se hubiera confiado la supervisión de la costa mediterránea a la Kriegsmarine cuyos frecuentes paseos a pocas millas del litoral constituían una fuente continua de provocaciones pues el Gobierno creía, «sin duda con exactitud», que suministraba información a Franco y datos para guiar a los aviones italianos que bombardeaban despiadadamente las ciudades y pueblos del Mediterráneo. <<

[13] A las cuales Bolloten dio de forma ciega el sello de su autoridad (pp. 863ss). <<

[14] Harvey (pp. 404s) había dado a conocer a Eden su opinión de que el tiempo trabajaba a favor del Reino Unido a medida que tuvieran éxito las medidas de rearme. En el ínterin, convenía mantener el «frente de la paz» y no dar motivos al Tercer Reich para desintegrarlo. En tal sentido, las relaciones con Moscú, si bien no era imprescindible calentarlas, no debían enfriarse porque lo que había que impedir era un rapprochement entre soviéticos y nazis. <<

[15] En sus términos: «El miserable de Hernández ha dado una versión de este hecho falsificándolo de una manera infame y repitiendo de hecho la versión que Prieto había dado hacía mucho tiempo antes». <<

[16] Vidarte (pp. 855s) dio otra versión al contar una supuesta conversación con Negrín tiempo después. El Consejo se habría interrumpido para esperar la reacción soviética, Azaña se habría negado a firmar una declaración de guerra, etc. Es totalmente inverosímil. Mucho más cerca de los acontecimientos, Vázquez Ocaña (p. 117) recogió los reparos de Negrín: sabía que la reacción alemana podía ser terrible y que las democracias se inhibirían. <<

[17] Al AS (I) llegó la noticia de que tanto Azaña como el Gobierno estaban muy preocupados por evitar repercusiones internacionales y que la guerra se extendiera fuera de las fronteras de España. Informe n.º. 28 en TNA: HW 22/2. <<

[18] Azaña no escuchó a Prieto recomendar una respuesta violenta y se cuidó de consignar que ignoraba si en la primera parte del Consejo su actitud había sido más resuelta (como en realidad fue). Beevor (p. 429) se limita a la versión clásica: Prieto quería desencadenar un ataque contra la flota alemana y los comunistas «se alarmaron y pidieron por radio instrucciones a Moscú». Sigue al pie de la letra las versiones de Prieto y Hernández (pp. 164s). <<

[19] Agradezco a Fernando Hernández Sánchez que me proporcionara el párrafo de las memorias de Uribe, que se conservan en el archivo histórico del PCE: Manuscritos y memorias, Vicente Uribe, 60/5. <<

[20] Yerra Jesús Salas (IV, p. 68) al afirmar que se previo extender el conflicto, «única posibilidad de salvación que vislumbraba» Negrín. <<

[21] Estos autores indican (pp. 263s) que las órdenes de bombardear el Deutschland las dio Shtern (alias «Sebastian») pero el documento ni lo afirma ni tampoco se deduce del mismo. Sus prejuicios les ciegan. Añaden que Shtern debía evitar también el bombardeo de Cádiz, algo que deseaba Prieto. A tal efecto solicitó instrucciones a Moscú. No las recibió. Orlov (p. 271), por el contrario, se autoatribuye la sugerencia del ataque y escribe que siguió órdenes de Yezhov. Es algo que no encaja lo más mínimo. Por lo demás, a estas alturas sabemos que fue un embustero compulsivo. <<

[22] Beevor afirma que lo que retuvo a Stalin fue el miedo de provocar a Hitler. Para Bolloten (p. 864) «se podría pensar que la propuesta de Prieto fue bien recibida por Moscú, habida cuenta del deseo del Kremlin de involucrar a Gran Bretaña y Francia en el conflicto español». Dos perspectivas rigurosamente contradictorias y ayunas ambas del menor recurso a fuentes primarias. <<

[23] Según el embajador (DDF, VI, doc. 18), los periódicos alemanes reflejaron que el Deutschland no estaba de servicio y se encontraba en aguas cuyo control correspondía a los franceses. Por otro lado, un mes antes los alemanes habían comunicado su intención de no permanecer en Argel, donde les correspondía, y trasladarse a otro puerto más próximo a la zona de operaciones. <<

[24] AMAE-AB: 2 no intervención, caja 14, carta de Pablo de Azcárate a ministro de Estado, 11 de junio de 1937. <<

[25] AVP RF: fondo 097, inventario 12, carpeta 102, asunto 17, pp. 124-126. Todo ello permite arrojar alguna que otra duda sobre las especulaciones de Abendroth (p. 168) en torno a un diseño catalinista para provocar el fin del sistema de control o incluso de la no intervención. <<

[26] Este interesante episodio se ha tomado del escrito-resumen que se elevó a Vorochilov y que se encuentra en ibid.: fondo 33987, inventario 3, asunto 1033, pp. 85ss. <<

[27] Lo decidió el Buró Político en julio de 1937. RGASPI: fondo 17, inventario 162, asunto 22, tema 682. <<

[28] En «Attitude of His Majesty’s Government towards situation created by civil war in Spain» del 7 de junio de 1937: TNA: FO 371/21335. El profesor Suárez (p. 520) liquida el tema de un plumazo: «Moscú advirtió a los comunistas que no le convenía una guerra general en aquellos momentos» e implica que, naturalmente, los republicanos se doblegaron. <<

[29] Existe una referencia al terna, no documentada, en Ramón y Jesús Salas (p. 320) en la que se afirma que Negrín pretendía hacer los ataques desde suelo francés. La fuente puede ser Zugazagoitia (pp. 461s). Constancia de la Mora (pp. 482s) lo presentó como respuesta a los bombardeos intensivos de Barcelona por los italianos pero echó la culpa al Gobierno inglés de que no prosperase. Nada de ello puede sostenerse seriamente. <<

[30] Jesús Salas (IV, p. 68) se equivoca de fechas. No fue en marzo de 1938, mes muy pródigo en acontecimientos internacionales. <<

[31] En la noche del 25 de marzo, un avión de fabricación francesa, con las insignias y matrícula borradas, se estrelló en Cerdeña. Ciano comentó al embajador británico que tal vez se tratara de un aparato republicano y le dijo que en Barcelona corrían rumores de que se querían bombardear ciudades italianas. De ocurrir, sería la guerra (DDF, IX, doc. 70; Ciano, p. 118, para la confirmación). Al parecer la idea también emanó de Prieto. Negrín había argumentado que sólo podría realizarse contando con el asentimiento de Rusia y el compromiso de una ayuda masiva (también francesa). La había discutido con los soviéticos que, en Barcelona, habían dado largas (Vidarte, p. 827). <<

[32] El teniente coronel Morel, en un despacho del 1 de julio, señaló que la baja moral se acentuaba por la discordia en las filas del EP. Estaba, dijo, motivada por las reacciones que suscitaba la expansión comunista. Ello hacía que nadie quisiera pasar a la ofensiva (SHD, legajo 7N 2755). Era una percepción errónea. La operación de Brunete estaba en vías de preparación. Morel, por lo demás, atribuía al férreo control de las fuerzas de seguridad impulsado por el tándem Prieto-Negrín el que no se abrieran mayores grietas en el EP. <<

[33] Por ejemplo, en junio de 1937 aviones Savoia 81 bombardearon el navío Madda creyendo que se trataba del Mar Blanco. Al parecer se trató de un error de identificación debido al observador español que llevaba la patrulla. De lo que había detrás se informó al Ministerio del Aire en Roma y los británicos descriptaron la comunicación. TNA: HW 21/3. Nota del 7 de julio. <<

[34] Informe de Berzin a Vorochilov, 1 de julio de 1937. RGVA: fondo 33987, inventario asunto 1033, pp. 3s. <<

[35] Todo lo que antecede está basado en un informe de Maisky a Litvinov del 8 de marzo de 1938, redactado con ocasión de la dimisión de Eden a la que nos referiremos en el capítulo décimo. AVP RF: fondo 105, inventario 18, asunto 27, carpeta 140, pp. 60s. <<

[36] En una carta a Álvarez del Vayo del 17 de abril (AMAE-AB, caja 35, E 45) explicó que una solemne declaración de Baldwin en los Comunes sobre los riesgos para los buques que llevaban víveres a Bilbao como consecuencia de las minas a la entrada de la ría (inexistentes) estaba destinada a aguar la imagen del Gobierno republicano. Para el contexto véase Moradiellos, 1996, pp. 156-161. Operativamente hablando se trató del reconocimiento implícito de un derecho de bloqueo por parte de Franco. <<

[37] La documentación, abundantísima, en que se basan las anteriores afirmaciones está remansada en una gran cantidad de legajos en TNA: HW 21. Me siento cómodo con ellas dado que un historiador inglés (Howson, pp. 325s) denunció hace tiempo la maniobra de ocultación del Gobierno británico. <<

[38] Por ejemplo, en Londres se descriptaron las estimaciones hechas por el comandante en jefe de la Aviación Legionaria sobre sus logros hasta el 11 de junio de 1937: 204 aviones enemigos abatidos, 21 barcos enemigos dañados, 32 aviones propios derribados por los aviadores republicanos, 5 por disparos enemigos y 50 accidentados. HW 21/2. No tenemos espacio para discutir tales datos. <<

[39] Las reacciones fueron, naturalmente, negativas. En general destacaron que la consecuencia sería un aumento de los gastos de defensa y una reducción del nivel de vida. Fue peor el que los británicos se vieran obligados más tarde a sacrificar —como había predicho Collier— el mantenimiento del confort a la defensa de la libertad. <<

[40] Las instrucciones que llevaba las había dado a conocer Moradiellos (1996, pp. 189s): la España de Franco no había asumido compromiso exterior alguno (al contrario que los rojos, «por su ausencia de amor a la Patria», patraña que sigue estando de moda en ciertos círculos); se deseaba reconstruir el país con la ayuda de Inglaterra; existía el peligro de un triunfo bolchevique (que se extendería a Portugal). Es decir, los demonios franquistas coincidían con los de Chamberlain y sus cohortes. <<

[41] Incluso los norteamericanos, que se habían contentado con pegarse a la política británica, detectaron un cambio fundamental entre la actitud de Baldwin y la de Chamberlain (Traina, p. 99). Naturalmente, el discurso se acogió en el Tercer Reich con gran satisfacción, no exenta de alguna puya. Un editorial del Frankfurter Zeitting recordó que era más importante la cooperación europea (sic) que no herir los sentimientos de Attlee y de otros admiradores británicos de Valencia y Moscú: telegrama de Sir Neville Henderson del 26 de junio (TNA: FO 371/21338). También el embajador francés en Berlín detectó una fuerte contención en la respuesta alemana (DDF, VI, doc. 38). <<

[42] Lo cual no significa ignorar que en algunos círculos se creyera que el mayor peligro potencial lo representaba el Tercer Reich, pero la línea estratégica se basó en la conveniencia de no enfadarse con Hitler a la vez que se reforzaba, con poco éxito, el rearme (DBFP, XIX, doc. 15). Tales fueron las conclusiones del primer ministro en la reunión del Comité Imperial de Defensa del 5 de julio de 1937. Beevor (pp. 430s), curiosamente, ignora todo esto, relacionado con la política de su propio país. <<

[43] Mi interpretación choca radicalmente con las nociones propaladas por Mary R. Habeck (pp. 214s) sobre el encuadramiento internacional de la guerra civil y el papel del Reino Unido. <<

[44] El 1 de junio, el embajador británico en Roma se entrevistó con Ciano de manera informal. Este le dijo que en aquellos momentos no habían autorizado (sic) la ida a España de nuevos «voluntarios» (TNA: FO 371/21335), denominación que era una mera superchería. El encargado de negocios francés en Valencia (DDF, VII, doc. 70) testimonió de la sinceridad republicana en llegar a un acuerdo sobre la retirada, que no favorecía a Franco. Este y sus protectores la boicotearon con demandas excesivas. <<

[45] El expediente con el despacho de Chilton, «Progress of the civil war», del 23 de septiembre de 1937, se encuentra en TNA: FO 371/21300. <<

[46] Eden ya tenía dificultades. (Moradiellos, 1996, p. 198).Su colega de gabinete Sir Samuel Hoare, atacaba sin embargo el Foreign Office por sus presuntos sesgos antialemanes, antiitalianos y antijaponeses. El gobierno también había desestimado la sugerencia, un tanto tardía, de que sería necesario hacer una manifestación de fuerza en el Mediterráneo, ya que Italia podía considerarse como un posible enemigo (Dutton, p. 87). <<

[47] Poco antes, el 30 de septiembre, acompañando a Mussolini en un viaje a Alemania, Ciano (p. 40) se preguntó si la política hacia el Tercer Reich, que él había fortalecido (en realidad escribió que la había inaugurado), debía considerarse una meta en sí o como un mero ámbito de maniobra. Se inclinó por la primera opción. <<

[48] Lo cual no impide que muchos observadores esbozaran sus líneas con bastante precisión. Entre ellos, por ejemplo, el embajador mexicano Fabela, en una carta a Cárdenas a finales de julio de 1937 (Diplomáticos, pp. 37s). El informe de Thompson, «Situation in Spain», del 13 de octubre, se encuentra en TNA: FO 371/21300. Moradiellos (1996, pp. 217s) ha hecho sobre él otros comentarios adicionales. <<