[1] El primer período se encuentra documentado en IHCM: rollo 479, fotogramas 1 a 204. El segundo en el rollo 478, fotogramas 1 a 241. <<

[2] En el informe elaborado por el EMC y los inspectores generales de Artillería e Ingenieros (Ramón Salas, pp. 1780ss) se mencionó la «imprescindible necesidad de conservar la frontera, por razones de tipo político y económico para poder alimentar la lucha». <<

[3] En lo que, de nuevo, descollaron los italianos. Al hacerse eco de las infracciones de Francia a la no intervención podía argumentarse con qué derecho se exigían garantías al régimen mussoliniano (DDF, IX, doc. 337, para un ejemplo tomado del Lavoro Fascista). La utilización hecha por el MAE está documentada en numerosos telegramas del legajo R-833. <<

[4] «Foreign Assistance to both sides in the Spanish Civil War, from 1.10.37 to 15.3.38» en TNA: FO 371/22641. También Colyer, en contacto con sus fuentes parisinas, había llegado a la misma conclusión. Ibid., 22638, nota del 1 de marzo. <<

[5] El texto que sigue está basado en tres informes, titulados «Spanish Civil War», enviados por el War Office al Foreign Office y de fechas 24 de mayo, julio (sin día) y 13 de septiembre de 1938. TNA: FO 371/22646, 22650 y 22653 respectivamente. <<

[6] Incluso se reflejó en un despacho del embajador norteamericano en París. La cifra la popularizaron Vidarte (p. 832) y Coverdale (p. 355). En realidad, lo más probable es que se tratase de una intoxicación franquista, presentada por el duque de Alba al Foreign Office el 26 de abril (TNA: FO 371/22643). Más tarde, Colyer recibió información de su colega norteamericano que hablaba de sólo 200 aviones. Ibid., 22645. Despacho del 13 de mayo. Los agentes de Franco en Praga y Bucarest desmintieron la noticia y se hicieron eco, respectivamente, de cinco aviones comprados por Checoslovaquia y siete aviones que pasaron por Rumanía con destino a este país. AMAE: legajo R-834, E 14. Nota para el Consejo de Ministros. 2 de mayo de 1938. Fin de una leyenda. <<

[7] El agente de Franco, Quiñones de León, ofreció a los británicos datos muy diferentes. Entre el 13 y el 15 de mayo, por ejemplo, habrían pasado 8 vagones con explosivos, 9 con municiones, 4 con carros de asalto, 3 con piezas de artillería, 11 con armas automáticas, 9 con fusiles, 3 con armamento diverso, etc. La lista continuaba hasta el 31 de mayo. Las discrepancias son evidentes. TNA: FO 371/22647. Despacho del 8 de junio. <<

[8] La fecha (25 de abril) coincide con la de su salida de La Spezia. En Bargoni (p. 438) debe de haber un error porque afirma que llegó a Palma el 27, salió el 29 y arribó a Sevilla el 15 (entendemos que no puede ser de mayo y lo computaremos como si hubiese llegado a principios de este último mes). Bargoni sólo dice que llevaba material aeronáutico. <<

[9] En lo que respecta a personal fueron muy por detrás de la realidad. Mussolini sólo paró los envíos en enero y febrero. En marzo se reanudaron con 126 soldados pero la progresión aumentó con rapidez: 242, 711 y 3238 en los meses de abril, mayo y junio respectivamente (Coverdale, p. 417). Era la forma en que Mussolini cumplía sus solemnes promesas. En lo que se refiere a los envíos de material se habían estancado a causa de las dificultades financieras franquistas. El Cuartel General prometió reducir al mínimo indispensable sus peticiones pero era imprescindible recibir lo ya solicitado. Si llegaba, la guerra terminaría pronto (DDI, VIII, docs. 260 y 262). Estos datos son importantes para disminuir el bombeo de pecho que ciertos historiadores profranquistas atribuyen a Franco en sus relaciones con Mussolini en aquella época. Este aseguró que no consentiría que en las negociaciones con el Reino Unido se deslizara ninguna cláusula que pudiera perjudicar a Franco pero que las condiciones económicas italianas y la situación general en Europa no le permitían hacer mucho más. <<

[10] Es posible, pero para ese día hay dos albaranes republicanos que sólo señalan el paso en camión de balas, casquillos, un Chevrolet y ropa y calzado para mujeres y niños. Los cañones irían normalmente por ferrocarril pero aquel día se registraron por tal medio únicamente diez chasis para camiones cisternas destinados a la Armada. Gamelin aseguró que quizá ciertos materiales franceses, vendidos a terceros países, se desviaron hacia España, pero no debieron de ser importantes. Los datos los envió Gómez-Jordana al duque de Alba el 26 de marzo. Se le autorizó a aprovechar los artículos publicados en II Giornale d’Italia sobre el tema (AMAE: legajo R-833, E 20). <<

[11] El trabajo se encuentra en TNA: FO 371/22641. A Quiñones de León le llegaron informes de que en Barcelona se estimaba que la aviación franquista tenía por lo menos 500 aparatos en tanto que las FARE no disponían, a finales de febrero, sino de 22 bombarderos, 55 cazas y 30 aparatos diversos. Se habían recibido recientemente 10 bombarderos Gourdou (nota de 12 de marzo. AMAE: legajo R-833, E 12). <<

[12] Despacho a lord Halifax, 21 de marzo de 1938, en el expediente «Germán and Italian Intervention in the Spanish Civil War», TNA FO 371/22640. <<

[13] Los comentarios de Radosh et al., (pp. 422s, a este doc., el 67) muestran un sesgo irreprimible: tras subrayar que Maisky trataba de reaccionario a Chamberlain y que no hablaba bien de los franceses, —como si ello fuese criticable en una comunicación diplomática interna— aludía para colmo de males a un «pacto a cuatro». El profesor Radosh, que no es un gran analista de la política internacional del período, le descalifica: su comprensión respecto a los procesos políticos occidentales estaba muy apartada de la realidad. En román paladino: ¡no tenía ni idea! Sin embargo, un «pacto a cuatro» fue una idea que lanzó Mussolini en marzo de 1933 y se concretó en julio (Soutou, pp. 783s). Su repetición era el escenario más temible para la URSS: que ingleses, franceses, italianos y alemanes pudieran ponerse de acuerdo contra los soviéticos. Radosh ignora que Maisky conocía perfectamente tal temor y que se esforzaba por combatirlo. La ayuda a la República era un medio. En AVP RF, fondo 105, inventario 17, asunto 1, carpeta 126, p. 347, Litvinov subrayó las dificultades de tal «pacto» (y también dijo que Maisky a veces se adelantaba). En cualquier caso, ¿desconoce Radosh que la fobia anticomunista de Chamberlain está bien documentada y que una versión de tal pacto se materializó en Munich? <<

[14] El 17 de febrero, el Buró Político había autorizado el envío de productos alimenticios. <<

[15] y ropa por importe de nueve millones de rublos, según precios internos. Se trataba de 1000 toneladas de trigo, 1250 de harina, 300 de azúcar, 50 000 latas de leche condensada; 50 000 cajetillas; 5000 pares de botas; 5000 juegos de ropa de abrigo, y 3000 mantas. RGASPI: fondo 17, inventario 162, asunto 22. El 29 de junio se añadieron 164 000 toneladas de trigo. <<

[16] Todo lo que antecede se desprende de la documentación conservada en IEC: Archivo Nicolau d’Olwer, carpeta 4.2.1.1. <<

[17] Todo esto choca con la versión, provista de abundantes «cuentos chinos», de Grisoni y Hertzog (pp. 111 y 122). <<

[18] Insertó, por consiguiente, las experiencias adquiridas en la defensa contra la ofensiva franquista a que nos referiremos al final de este capítulo. Tagüeña (pp. 170, 172, 175) le menciona repetidamente como coronel, probablemente el grado con el que aparecía aunque estaba equiparado a general. <<

[19] Por la misma época, Morel (DDF, IX, doc. 286) insistía por enésima vez en la importancia crucial de la aviación, la falta de cuadros en el EP y la fácil desmoralización de los soldados bajo las bombas. <<

[20] Quizá convendría señalar que los republicanos no querían cualquier cosa que se adquiriese por los canales del contrabando. A finales de marzo rechazaron una propuesta soviética de servir de intermediarios para comprar un millón de fusiles Lee-Enfield. (RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1143, p. 93: nota de Guendin a Vorochilov). <<

[21] A este respecto merece la pena recordar el encontronazo entre ambos a finales de marzo de 1938 (Sánchez Cervelló, pp. 392ss). <<

[22] Sorprende que Beevor no haya visto el informe de Malinovski en su pretendidamente profunda investigación de la documentación soviética que le lleva a realizar afirmaciones infundadas, como hemos señalado en el capítulo décimo, y que ha repetido ante El País, recientemente. <<

[23] Lo que antecede es un breve resumen de la parte política del larguísimo informe de Malinovski (82 páginas), extremadamente detallado en los aspectos técnicos y militares. Se encuentra en RGVA: fondo 35082, inventario 1, asunto 483. <<

[24] Para ser exactos debía de tratarse de una reiteración pues refleja casi exactamente una petición previa que Guendin elevó a Vorochilov en octubre de 1937 (RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1056, p. 183). En el período del recorte de la ayuda, lo más verosímil es que no hubiese tenido respuesta positiva. Es sorprendente, por no decir casi imposible, que si los republicanos recibieron los planos, y no podrían haberlos hecho antes de, digamos, junio de 1938, pudieran montar en las condiciones industriales caóticas de Cataluña nada menos que 2371-15, 141-16 y 30 I-15bis, como ha afirmado recientemente Jesús Salas (IV, p. 226), y ello con independencia de que las fábricas hubieran estado funcionando antes. <<

[25] Este expediente se encuentra en RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1142, pp. 37 a 45. <<

[26] Está reproducido como anexo 50 en Jesús Salas, tomo III, p. 304. El mismo autor, p. 221, indica que los 90 aparatos ya constituían un lote «excepcional y difícilmente compatible con los requerimientos rusos y las necesidades de envío a China y Mongolia, para freno de los japoneses». Sin fuentes. Este segundo pedido no es inocente. Abellán (p. 110) piensa, por ejemplo, que se produjo y que los 90 aparatos debieron de engrosar la caza que actuó en el Ebro, lo cual le permite criticar a García Lacalle, que puso de relieve su insuficiencia. <<

[27] A los franceses también les dijeron los chinos que la ayuda soviética que recibían era muy importante. No ofrecieron datos concretos (aparte de que en un momento habían obtenido 300 aviones) pero sí que las promesas soviéticas no fallaban y que se ejecutaban rápidamente a pesar de las grandes distancias (DDF, IX, doc. 275). <<

[28] Incluso en la francesa, como muestran las obras de Grisoni/Hertzog y Kriegel/Courtois, en el surco de un Ceretti (p. 180) que postuló que la ayuda soviética fue considerable, sobre todo a partir de 1937. Lo contrario de la realidad. <<

[29] Así, por ejemplo, un alto funcionario francés, amigo del embajador británico en París, le contó el 9 de junio, bajo promesa de guardar el secreto, porque si no podría perder su puesto, que en la semana precedente los soviéticos habían enviado 160 aviones a la República, con los correspondientes pilotos (TNA: FO 371/22647). <<

[30] También hubo que enviar, en ocasiones, personal complementario. Un ejemplo se encuentra en la petición a Vorochilov de que autorizara la salida de 10 pilotos para los I-16, 3 oficiales para las escuadrillas de cazas, 15 tripulantes de los SB y 3 para las escuadrillas. Vorochilov lo aceptó a principios de marzo (RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1149, pp. 64s). <<

[31] Se observará que en ambos casos el material viejo se refería esencialmente a artillería y armas ligeras. Esto no autoriza afirmaciones desmedidas, como las de Semprún (p. 122), a tenor de las cuales prácticamente casi todo el material soviético era «muy anticuado». <<

[32] En el libro de Grisoni/Hertzog se reproducen, aparte de muchas fotografías de barcos y personas, varias noticias aparecidas en la prensa francesa, generalmente de extrema derecha, sobre suministros soviéticos (Le Jour/L’Echo de Paris, 29 de mayo de 1937; L’Action Française, 4 de febrero, La Dépêche Algérienne, 19 de mayo y La Liberté, 11 de junio de 1938). No se trataba, precisamente, de un secreto. <<

[33] Las afirmaciones de Ceretti (pp. 178s) de que los barcos de France-Navigation se seguían los unos a los otros transportando armas y municiones son absolutamente exageradas e inexactas, por mucha difusión que hayan tenido. <<

[34] De ellas se acordó Tagüeña (p. 192), ya que eran excelentes. No enfatizó demasiado el armamento soviético. Para entonces los aviones rusos le parecieron inferiores a los alemanes e italianos (p. 175). <<

[35] Este número coincide con el dado por Manrique García y Molina Franco (p. 512) que suponemos toman de Howson si bien no ofrecen fuente alguna. <<

[36] El 13 de julio el SIPM informó a Kindelán que, con respecto a los aviones suministrados en los últimos tiempos por la URSS «la chapa y en general el material para su montaje estaba en malas condiciones de tal forma que al despegar del campo en su primer vuelo de prueba se caían los planos resultando muchos aviones destrozados». AHEA: legajo A-93. <<

[37] Una nota sobre la escasez de pilotos republicanos suficientemente entrenados la elevó el SIPM a Kindelán el 4 de julio. Decía: «La mayoría… son jóvenes que desconocen la técnica del combate. Para procurar dominar a los novatos encuadran las escuadrillas con pilotos rusos y de otras nacionalidades (sic) ya experimentados». AHEA: ibid. <<

[38] Negrín había dicho a Labonne poco antes de la pérdida de Teruel que la rumorología atribuía la escasez de aviones a la traición (DDF, VIII, doc. 218). Esto le dio pie para reclamar un apoyo técnico comparable al franquista (artillería pesada, aviación, material de transporte) que sólo cabía obtener de las potencias occidentales o, en su defecto, de la URSS, siempre que Francia permitiera su tránsito. <<

[39] Quizá se tratase de un pseudónimo (no lo menciona Ceretti) o una información errónea. <<

[40] En Cardona, 2008, hay un breve resumen, muy claro, de la situación estratégica y de las posibilidades tácticas. <<

[41] Las resolvió en su monografía XII, pp. 18-24, en un párrafo titulado «La posible razón de la aparente sinrazón», batiburrillo de algunos documentos extranjeros bien conocidos, para concluir que Franco se echó atrás por el peligro «de que la guerra de España se internacionalizara. Y ello tenía que ser evitado a toda costa, aun a riesgo de prolongar la guerra civil». <<

[42] La prudencia de Kindelán se manifiesta en que el documento del que hemos entresacado las sugerencias anteriores lleva fecha del 22 de mayo de 1938, cuando la ofensiva hacia Valencia estaba en pleno apogeo. No se le ocurrió dar a conocer los que dirigió a Franco un mes y pico antes. Tampoco figuran en la versión no censurada de 1981. <<

[43] Casas de la Vega practica una técnica bien conocida: sumerge al lector con papeles no relevantes (por ejemplo, la hoja de servicios de Yagüe, que tomó Lérida, con el fin de demostrar la resistencia republicana) pero se abstiene de ir a los relevantes. <<

[44] Más tarde insistirá de nuevo (p. 1869): «En la guerra el objetivo primordial del ejército es el ejército contrario; secundariamente… pueden proponerse como fines inmediatos su industria, sus centros económicos y políticos… En la ocasión ambos objetivos se encontraban en Cataluña… Paradójicamente se decidió volver la espalda a esa región y luchar con la fracción más importante del ejército contrario… todo ello para lograr un objetivo geográfico secundario… Para un historiador, que además es militar, resulta difícil encontrar una justificación razonable». <<

[45] Este documento muestra que en Burgos se seguía de cerca la situación. No sorprende el escaso uso que los historiadores profranquistas han hecho del mismo. Por la misma época, Thompson, desde Hendaya, subrayaba que el problema no era si las potencias del Eje recibían o no la posibilidad de instalar bases en España sino una eventual alianza militar que les permitiera utilizar puertos o aeródromos. Se anticipaba a los años de la guerra mundial (despacho del 21 de marzo. TNA: FO 371/22640). <<

[46] Para ser precisos hay que señalar que von Stohrer también afirmó que no existía la intención de llegar al Mediterráneo. <<

[47] En circunstancias muy conocidas. Las aventuras españolas de Philby se describen en Borovik. Es significativo que estas declaraciones de Franco al corresponsal de uno de los más influyentes medios de comunicación de la época no figuraron en la recopilación de las palabras del Caudillo entre el 19 de abril y el 31 de diciembre de 1938 que acogieron, eso sí, otras anodinas dadas también al Times el 27 de junio. Sospechamos que la omisión se produjo no por azar sino para ocultar cualquier evidencia del cambio de actitud ulterior. <<

[48] El entonces coronel Martínez de Campo (p. 142) recuerda que el proyecto era ambicioso: entrar paulatinamente en toda Cataluña. <<

[49] No olvidemos que se trata de un autor que con toda seriedad ha denunciado recientemente (2005) un «diabólico proyecto», de génesis «comunista-nacionalista», en cuyo origen abría estado por el profesor Tuñón de Lara para hacerse con el control de las Cátedras de historia en España y a quien imputa, nada menos, que haber sido agente de la KGB, como ha recordado el profesor Reig Tapia. <<

[50] En la misma posición se sitúa Semprún (p. 149) quien, después de calificar de «poco verosímil» dicha intervención, añade que no cabe «saberlo a ciencia cierta, ya que los archivos diplomáticos del país vecino correspondientes a esta época, en su mayor parte no se encuentran todavía abiertos al público». <<

[51] Como el diario de Ciano es muy conocido no se comprende que el profesor de la Cierva no lo haya ojeado. Reproducimos una parte (p. 113) de la entrada del 16 de marzo, al día siguiente de la reunión: «In Spagna tutto procede molto bene ed il crollo può ormai avvenire a violto breve scadenza. Ci sono voci, non controllate, di invii che la Francia si disporrebbe a fare in articulo mortis: uomini e mezzi aerei. Non lo credo. Comunque ho telegrafato a Berlino dicendo che se ciò avvenisse noi riprendermmo la nostra libertà d’azione ed interverremmo in forze». <<

[52] El profesor de la Cierva podría objetar que el diario de Gómez-Jordana se publicó en 2002, muy poco antes para incorporarlo a su libro. Pero lo que no debía ignorar es que muchos años atrás (¡¡¡nada menos que en 1987!!!) Martínez Parrilla había publicado sus hallazgos y que también hacía tiempo que el malogrado profesor Tusell había hecho abundante uso del diario y lo había reflejado en una de sus más interesantes obras, de lectura obligada para todo biógrafo de Franco.

Retengamos que las recientes publicaciones de los historiadores que siguen enfatizando el «riesgo» francés no tienen en cuenta lo ya documentado. Pero, desgraciadamente para sus tesis, hay más. <<

[53] Motivadas por el temor a una entrada masiva de refugiados republicanos, como ocurrió algo más tarde (se refleja en los diarios de Goebbels) y naturalmente en 1939. El encargado de negocios italiano se enteró de la razón. También aludió a lo que los franceses harían: buscar apoyo británico para una tentativa de mediación. Señaló que corrían rumores en París a tenor de los cuales los catalanes habían hecho una oferta de paz a Franco (DDI, VIII, doc. 332). <<

[54] No insertamos en esta crítica los hechos documentados por Martínez Parrilla ya que estos se dieron a conocer en 1987. <<

[55] Los servicios de inteligencia británicos, que seguían muy de cerca las operaciones militares, también reconocieron que al norte de Lérida no había resistencia. Informe n.º 77 en TNA: HW 22/3. <<

[56] A quien esto escribe no se le ocurre argumentar en los términos que implica el análisis del profesor Suárez. Tiene mejor idea de Franco como militar. Kindelán reconoció (p. 98) que Franco adaptaba los planes previstos a la evolución de las operaciones, con ecuanimidad y flexibilidad. Lógico. <<

[57] Martínez Bande retoma en este momento la primera gran idea estratégica de Franco para conducir la guerra. Data del 11 de agosto de 1936: ocupación de Madrid, zona centro-levante-sur, norte y, como remate, una «acción de masa contra Cataluña». <<

[58] He de hacer público mi reconocimiento al Dr. José A. Durango, quien me puso en esta pista, gracias a su tesis doctoral de 1992, en la que aclaró este episodio. Igualmente he de expresarle mi gratitud por su inmensa amabilidad en criticar versiones previas de este capítulo. Hay una referencia a una parte de tal soporte documental en la obra posterior de Bahamonde/Cervera (p. 80). <<

[59] Gómez-Jordana probablemente tachó un párrafo de tales instrucciones que podía parecer provocador: «… el propósito que se atribuye a Blum de iniciar una intensa acción a favor de los rojos encierra un peligro incalculable, pues toda España, con el patriotismo y decisión que ha demostrado y seguirá demostrando, lucharía hasta el último hombre; y por otra parte, hay países que no habrían de permanecer impasibles ante esta flagrante violación de la No Intervención. Este paso conduciría sin remedio a la guerra europea que los rojos desean provocar». <<

[60] AMAE: legajo R-834, E 14. Obsérvese que en esta nota se profundiza en la información suministrada por Pétain, ya que no sólo hace referencia a la reunión del CPDN sino también a la del Consejo de Ministros francés subsiguiente. <<

[61] Telegrama del 31 de marzo. AMAE: legajo R-833, E 20. <<

[62] Vidal (b, p. 359), siguiendo a Semprún, pone a caldo a Blanco Escolá, pero todavía hoy se refugia en el tópico de evitar cualquier riesgo de reacción contraria por parte del Gobierno francés. <<

[63] También convendría mencionar a algún ecléctico como Martínez Reverte (pp. 17s), quien mezcla estos argumentos y el presunto temor a las complicaciones internacionales. <<

[64] Esta es también la tesis de Preston (p. 340), quien rechaza decisivamente las presuntas motivaciones internacionales y se centra, como yo, en el deseo de machacar ante todo la resistencia republicana. O la de Raguer (1990), con documentos italianos. O la ultimísima de Cardona (2008). <<

[65] Incidentalmente, en sus memorias no publicadas, Jaenecke puso como chupa de dómine a los militares franquistas (como hizo también el EM alemán en un trabajo oficial) (Merkes, pp. 107s), algo que no suele aflorar en la literatura profranquista. <<

[66] Agradezco al padre Raguer que me diera un ejemplar de esta carta, que se encuentra en ASMAE, US 2. Tras la pérdida del Baleares, a Franco le faltó tiempo para solicitar la cesión del crucero Trento. <<

[67] En la audiencia de despedida al embajador Cantalupo (pp. 23ls) en 1937 Franco ya le había dicho que quería ir lentamente contra la España «roja», región por región; que sus operaciones militares se subordinaban a las políticas; que con cada éxito disminuiría el número de «rojos» delante y detrás; que la toma del territorio era un medio, no el fin; que la guerra debía durar no más del tiempo necesario pero tampoco menos del indispensable, etc. Agradezco, de nuevo, al padre Raguer que me proporcionara fotocopias de las páginas relevantes de esta obra, hoy de difícil localización. <<

[68] A Mussolini le comunicó el 16 de febrero de 1938, un mes antes, que el objetivo principal consistía en destruir al ejército enemigo pero, dando una de cal y otra de arena, también le escribió que en sus cálculos había figurado la posibilidad de un hundimiento espontáneo de la retaguardia adversaria, lo que explicaba su cautelosa lentitud en la operación de Teruel. Añadió que los «rojos» habían dilapidado sus recursos financieros y que ya les quedaban muy pocos. (Esto lo sabía por interceptaciones de documentos republicanos). Terminaba anunciando su disposición a dar la batalla o las batallas definitivas y, naturalmente, aprovechó la ocasión para pedir más armas al Duce. <<

[69] El lector podrá encontrar en Cardona (2007) una relación de «fallos» de Franco que siempre tuvieron un mismo efecto: prolongar las hostilidades. <<

[70] En puridad, habría que mencionar un cuarto, que fue el único que sospecharon los franceses: la guerra larga le permitía eludir por el momento los problemas con que se enfrentaría al llegar la paz (DDF, IX, doc. 316). Hasta el encargado de negocios en Roma informó de las dilaciones franquistas (ibid., X, docs. 7s). Naturalmente, los italianos estaban furiosos. Se había perdido la ocasión de conseguir la victoria en las condiciones más gloriosas posibles para las armas fascistas que habían participado en las operaciones muy activamente. <<

[71] Hemos encontrado las listas compiladas por los servicios franquistas para el período comprendido entre el 17 y el 24 de marzo, días clave tras la reunión de París: 45 camiones, 20 chasis, 87 camiones con más de millón y medio de litros de gasolina, 47 camiones con 497 toneladas de armamento y 60 aviones de segunda mano. Hay más detalles sobre suministros complementarios y posteriores. TNA: FO 371/22643. <<