Poderes en pugna
Reapember
374 d. C.
¡Estaba libre!
Alimentado por el heliotropo y el poder almacenado por las muchas vidas que había absorbido, la esencia de Fistandantilus se precipitó hacia la calavera, con una tormentosa y exultante fuerza. Estaba desesperado por adoptar una entidad física.
Y después vino un dolor indescriptible cuando la esencia del mago entró en el cráneo. El espíritu fue desgarrado bruscamente, retorcido cruelmente, y la nube de niebla se dividió en dos partes con una explosión de agonía.
Una de las mitades se alojó en la hambrienta y acogedora calavera. En pocos segundos ésta se fusionó con el espíritu para generar una criatura espantosa. Un muerto viviente. Fistandantilus había quedado dividido por la explosión del Monte de la Calavera, pero ahora las distintas partes de su existencia se unieron para dar forma a un lich, una criatura inhumana y de hambre insaciable. El cuerpo esquelético estaba preparado para conjurar hechizos poderosos, para realizar una magia violenta y mortífera.
El otro hilillo de niebla se alejó, llevándose con ella parte de la vida y el alma del mago. El lich tuvo que limitarse a mirar cómo gran parte de él se abalanzaba implacablemente hacia el muchacho humano.