Convergencia
Tercer Bakukal del mes de Reapember
374 d. C.
Fistandantilus sintió un estallido de poder cuando las manos del kender tocaron las sienes de la calavera. El círculo estaba cerrado y sólo necesitaba una explosión de sangre y de magia para conseguir al fin que su plan diera sus frutos. Su voluntad, su memoria y su presencia se fundían para formar un único ente poderoso, un ente que empezaba a poder ejercer el control.
Al mismo tiempo podía sentir el pulso firme, el cálido y rítmico latir del heliotropo. Se encontraba muy cerca y, junto con la calavera, le permitiría volver a estar completo.
Pero aún percibía la maldita e impenetrable interferencia, ligada de algún modo a la presencia del muchacho.
Pero también eso acabaría pronto.
En efecto, el kender era ahora su esclavo, ya que la calavera le daba a Fistandantilus la capacidad de poder superar la limitada resistencia de su anfitrión. El desgraciado sufriría antes de morir, pero primero debía atender otro prioritario asunto.
Fistandantilus sintió la cercanía de la gema, y reunió toda su fuerza para penetrar en las profundidades de la mente del kender y tomar el control total.
Emilo Mochila se movió furtivamente hacia un lado, hasta agazaparse al lado de la tendida figura de Kelryn Desafialviento.
El heliotropo estaba allí, y a través de la calavera el archimago controlaba por fin al kender.
Y Fistandantilus ardía en deseos de matar.