13

EL CUMPLEAÑOS DE OVIDIO

Elegía escrita con motivo del 53 cumpleaños del poeta[575], el 20 de marzo del 10 d. C[576].. En relación con el tema y los tópicos del poema natalicio, cf. Propercio, III 10; Tibulo, I 7 y II 2; Horacio, Odas IV 11, y Estacio, Silvas IV 7 y 8[577].

He aquí que en vano (pues ¿de qué me ha servido el haber nacido?) se acerca la fecha de mi cumpleaños. Cruel, ¿por qué venías a añadirte a los desgraciados años de un exiliado? Deberías haberles puesto término. Si tuvieses alguna preocupación por mí o alguna vergüenza, no me seguirías más allá de mi patria, y en el lugar en que, para mi desgracia, me conociste por primera vez siendo yo niño, deberías haber intentado que tuviese allí el último, y, al dejarme, lo mismo que hicieron mis amigos, tú también me hubieses dicho con tristeza «adiós» en Roma.

¿Qué tienes tú que ver con el Ponto? ¿Acaso también a ti la cólera del César te ha enviado a los confines del orbe helado? Esperas, sin duda, el honor que te resulta habitual: que cuelgue de mis hombros un vestido blanco, que un ara humeante esté rodeada de florecientes coronas, que los granos de incienso crepiten en el fuego sagrado, que te ofrezca pasteles que indiquen exactamente la fecha de mi nacimiento y que pronuncie unas preces favorables con boca propicia.

Ni mi situación, ni mis circunstancias son tales como para que pueda alegrarme de tu llegada. Lo que me conviene es un altar funerario ceñido por fúnebre ciprés y la llama preparada para piras ya levantadas. Ni me agrada ofrecer incienso que en nada aplaca a los dioses, ni en medio de tantas desgracias se me ocurren palabras agradables.

Con todo, si algo he de pedir en este día, te ruego que no vuelvas nunca más a estos lugares, mientras me retenga la región casi más remota de la tierra, el Ponto, mal llamado Euxino[578].