NOTAS CAPÍTULO 40

[1] El Señor la hecho, escribió la Santa, con elisión de «ha». <<

[2] Alude a la visión referida en el c. 32, 1-6. Ya allí habló del continuo recuerdo de aquella experiencia mística (nn. 1 y 6). —La gracia mística que ahora va a referir es el contrapunto de aquélla. <<

[3] Alusión a la palabra de Jesús en Mt 5, 18. <<

[4] Cf. c. 39, 20 nota. <<

[5] Todo este pasaje (nn. 1-4) es un típico ejemplo de inefabilidad mística: balbuceo y forcejeo por expresar su experiencia de la verdad y de la palabra bíblica. —Cf. Moradas 6, 10, 5-6 en que vuelve sobre esta misma experiencia. <<

[6] Que vayan adelante de lo que acá: más allá de nuestra inmersión en lo terreno. <<

[7] Experiencia mística que inspira la doctrina teresiana de la «humildad»: cf. M. 6, 10, 7; Rel. 28. <<

[8] Hablándome… y sin hablarme: son las dos formas de comunicación mística, con o sin palabras formadas: de ella habló en el c. 27 (ver el título). <<

[9] Oscuro para…: oscuro en comparación de… <<

[10] Cómo se parece: cómo se evidencia… <<

[11] Piélago de vanidades: océano, mar sin fondo de… En sentido figurado. Imagen ya utilizada en el c. 18, 8. <<

[12] Estando… en las Horas: rezando en el coro una de las Horas litúrgicas. <<

[13] Es decir, en «visión imaginaria» (como en el c. 28, 1.3). Expresiones similares en: cc. 29, 4; 37, 4; 39, 1. Y Fund c. 1, 8. <<

[14] Experiencia muy inspiradora doctrinalmente: de ella depende el libro de las Moradas (1, c. 1) y el c. 29 de Camino. Compárese con las Rel. 24, 16 y 18. <<

[15] Cf. M. 1, 2. <<

[16] La recomendará en los cc. 28 y 29 del Camino. <<

[17] Más fructuosas que considerarle fuera de sí: lo ha dicho en el c. 9, 4-6. —Los libros de oración aludidos son probablemente el Tercer Abecedario de Osuna (18, 1), y la Subida del Monte Sión, (III, cc. 22 y 41) de Laredo. <<

[18] Se refiere a los Soliloquios pseudo-agustinianos, c. 31. O bien a otros pasajes de las Confesiones (L. 10, c. 27). Otras alusiones a S. Agustín en M. 4, 3, 3; 6, 7, 9; Camino c. 28, 2; Exclamaciones 5, 2. <<

[19] Más bien: «por si alguno la tuviere». <<

[20] Dura poco el éxtasis que mantenga suspensas las potencias: lo ha dicho en los cc. 18, 12; 19, 14; 20, 18. Pasado «aquel rato que el alma está en unión» suspendidas las potencias, sigue un estado semiextático más o menos prolongado (cf. c. 20, 19). <<

[21] O sea: «ha dicho otras veces» lo que acaba de afirmar, y acaso todo lo que viene diciendo, «que no se le acuerda bien», y lo repite ahora porque «me importa mucho». <<

[22] Que sea tal: un confesor que lo sea verdaderamente, que sea de calidad. <<

[23] Esta comparación: la que sigue en el n. 10. <<

[24] Reminiscencia de las palabras de Jesús en Mt 25, 31. <<

[25] Alude al P. García de Toledo. <<

[26] «La de Santo Domingo», anota Gracián al margen de su libro. —Ribera, en cambio, la refiere a la Compañía de Jesús (Vida de Santa Teresa, L. 4, c. 5)—. Otros, a la Orden del carmen. Cf. TOMAS ALVAREZ Pleito sobre visiones en Teresianum (= Ephem. Carm.) 8.1957, 3-43. <<

[27] Aparecióme un santo…: «Santo Domingo», anota de nuevo Gracián. Coincide Ribera (ib.). —Otros lo identifican con San Alberto de Sicilia, carmelita, y con la Orden del Carmen. Cf. el art. citado en la nota anterior. <<

[28] «Santo Domingo», anota de nuevo Gracián. <<

[29] «Era el inquisidor Soto, Obispo de Salamanca», advierte Gracián en su libro. —Francisco de Soto Salazar, inquisidor que fue de Córdoba, Sevilla y Toledo, no será Obispo de Salamanca hasta febrero de 1575. Antes fue preconizado obispo de Segorbe (1571). A su paso por Avila (hacia 1562), aconsejó a la Santa redactar por extenso su vida («una larga relación de todo») para enviarla a San Juan de Avila (Rel 4, 6). <<

[30] Muy continuo: muy de continuo. <<

[31] Estar en un ser: permanecer en un mismo estado de ánimo. Sobre esa inevitable inestabilidad, cf. 30, 16. <<

[32] Palabras pesadas: ponderadas. <<

[33] El vómito ordinario: se refiere al vómito que ella tenía que procurarse cada día antes de dormir (cf. c. 7, 11; y Re 26, 2). <<

[34] En forma: formalmente, en serio, de hecho. <<

[35] Esta vez que digo. <<

[36] No me consolaba: por «no me consolase», pero con sentido afirmativo: «me consolaba» (Cf. c. 39, 1 nota). <<

[37] Alude a las purificaciones y estados místicos referidos en el c. 30, 8 y ss. <<

[38] Cf. c. 31, 13. <<

[39] En el c. 26, 4; y c. 38, 1. <<

[40] No sé si es parte: si es causa, o se debe a… —Este rinconcito: el monasterio de San José. <<

[41] Sueño en la vida… estoy soñando lo que veo: impresión ya testificada en el c. 38, 7; y 16, 6. <<

[42] Comparece de nuevo el P. García de Toledo, «señor» por su nobleza y linaje, y «padre mío» por entrañamiento en las cosas de la autora. <<

[43] Es otra versión del lema «o morir o padecer» (n. 20: cf. Pensamientos y apuntes, 3, 3). <<

[44] Poco lugar: poco tiempo (cf. c. 10, 7). <<

[45] Una de esas «tres personas» era ciertamente el P. Báñez; las otras dos eran, probablemente, el P. Baltasar Alvarez y Gaspar de Salazar, o acaso Gaspar Daza. El libro debería llegar también a manos de San Juan de Avila, en Andalucía. <<