Notas

[1] Carme Riera, excelente escritora y gran amiga (en Lumen editamos su Tiempo de espera), me dice que se trataba del escritor Alberto Rojas Jiménez, amigo de juventud, y que fue en Barcelona donde Neruda escribió el hermoso poema «Alberto Rojas Jiménez viene volando». También me comenta que a Neruda no le gustaba entonces Barcelona y estaba deseando marcharse a Madrid, pero ni aquella primera tarde ni en ninguno de los posteriores encuentros en mi ciudad hizo comentario alguno que permitiera suponer la persistencia de tal animadversión. <<

[2] Por fin se lo he preguntado a Marta y me ha dicho: «Sí me enfadé con Gabriel, pero no porque yo estuviera en contra del encierro, sino porque, oponiéndose él como se oponía a mi militancia política, era absurdo que se encontrara, sin saber cómo ni por qué, metido allí». <<