Cuatro mujeres de larga presencia en Lumen: Flora Marqués, nuestra primera empleada, que murió todavía muy joven; Rosa Casasayas, que empezó a trabajar con nosotros siendo casi una niña; Carmen Giralt, durante muchos años mi mano derecha y una de mis mejores amigas, y yo.

En París, delante del hotel que me había aconsejado Carlos Barral.